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Lunes, 02 Mayo 2022 01:21

Empresas que ofrecen recorridos en cuatrimotos operan en la impunidad total, pese a accidentes mortales Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

¿Alguna vez usted se ha topado con flotillas de cuatrimotos o vehículos todo terreno que circulan por varias calles y avenidas de Puerto Vallarta, en donde casi siempre va una persona adelante para guiar a un grupo de turistas, por lo regular extranjeros, que contratan tours o recorridos turísticos de aventura que van a la zona rural, ya sea a La Palapa, Las Palmas, Ixtapa, Canopy-Paso Ancho o al sur a Mismaloya y otros puntos?

Pues bien, si se los ha encontrado en alguna arteria de la ciudad, se habrá usted dado cuenta que operan con total impunidad vial, que el guía que los lleva detiene a los vehículos que se encuentra a su paso (como si fuera el agente de tránsito); que se pasan los altos y que por lo regular se comportan de manera prepotente y arbitraria.

Y si usted es automovilista o peatón, tiene que esperar a que pase el convoy de estos vehículos y si lleva prisa, mejor ni se enoje… Y si va bien cambiado y perfumado, tampoco se moleste por el baño de polvo que va a recibir… ¡ah! todo sea en el nombre del turismo.

Sin embargo, algunos utilizan el término “turismo” para recurrir al chantaje, para violar leyes y reglamentos en su nombre y para que no se les moleste, con el cuento de que, si se les molesta a ellos, también se les molesta a los visitantes.

LA MUERTE DE JOHN

Viene a colación el tema por la muerte –que además no es la primera que ocurre, ya que se han suscitado decenas de accidentes en este tipo de recorridos de turísticos—del turista de origen extranjero de nombre Healy Edmund John de 59 años el pasado 06 de abril en el acceso empinado a la Boca de Tomatlán.

Este señor, norteamericano él, conducía un cuatrimoto, Honda 420 color verde, mientras que atrás de él iba el supuesto guía de turistas (decimos supuesto, porque ignoramos si está certificado) de nombre Alejandro Medina Vega, de 45 años, quien llevaba otra cuatrimoto, roja pero sin placas de circulación.

Ese día se supo que la razón social de la empresa que rentó la motocicleta al turista que murió es “Tours Tropic Aventura”, por lo que nos llamó la atención la forma, casi ilegal, en que operan este tipo de empresas y bueno, pues nos encontramos con una red de protección, y corrupción por supuesto, que existe alrededor de estos negocios, a cuyos dueños parece que solo les importa el dinero, nunca, pero nunca la seguridad de los turistas.

Nunca se dio a conocer si se aplicó el seguro de responsabilidad civil o si entró en acción la póliza, o si el Ministerio Público resolvió el asunto, etc., etc.

LOS INFLUYENTES

En la colonia Emiliano Zapata, casi en la esquina de las calles Aguacate y Basilio Badillo, opera otra empresa de este tipo, cuya razón social es “Wild Treak Adventurs”, mientras que allá por el Centro Internacional de Convenciones, por la avenida Paseo de Las Flores, pero casi llegando a la avenida Francisco Medina Ascencio, adelante del colegio México-Americano, en la colonia Villa Las Flores, se ubica otro establecimiento de estas características, que por lo que se sabe, su dueño es una persona de apellido Grano Palomera.

De acuerdo con la investigación que llevamos a cabo, ninguna de las tres empresas cumple con la Norma Oficial Mexicana NOM-011-TUR-2001 que se refiere a los requisitos de seguridad, información y operación que deben cumplir los prestadores de servicios turísticos de turismo de aventura.

Estos negocios están definidos en dicha NOM como Operadoras de servicios turísticos de turismo de Aventura/Naturaleza (OSTAN) y deben estar dadas de alta en el Registro Nacional de Turismo. Y para su operación, deben contar con un documento que incluya como mínimo, los términos y condiciones en materia de información y seguridad contenidos en el contrato.

Asimismo, deben contar con un contrato de seguro vigente y con su comprobante de póliza pagada, que cubra por concepto de accidente: muerte, pérdida de órganos y reembolso de gastos médicos durante la prestación del servicio, ya sea eventual, parcial o total, celebrado con una compañía aseguradora debidamente autorizada y supervisada por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, incluyendo de forma expresa el alcance de la cobertura que ampara la póliza por las actividades en las que participan bajo la operación del OSTAN, la cual debe hacer de su conocimiento a los turistas o usuarios.

¿Y EL SEGURO DE RESPONSABILIDAD CIVIL APÁ?

Adicionalmente deben contar con un contrato de seguro de responsabilidad civil, que cubra la responsabilidad civil por la que resulte legalmente responsable, por daños ocasionados a terceros y/o turistas o usuarios en sus bienes o personas.

También deben proporcionar de manera impresa o electrónica, un contrato o carta de servicios de prestación de servicios con la información necesaria en donde conste de manera clara las especificaciones del servicio contratado y una carta de responsabilidad compartida con membrete

Estas operadoras deben contar con los permisos correspondientes que, en su caso, sean aplicables conforme a las actividades en las que prestan sus servicios. Éstos deben ser emitidos por la autoridad competente, siendo algunos de los siguientes:

  1.      Permiso y Autorización en materia de impacto ambiental;
  2.      Permiso y Autorización en Áreas Naturales Protegidas;
  3.      Permiso o concesiones de Zona Federal Marítimo Terrestre y/o Terrenos Ganados al Mar;
  4.      Permiso y Autorización de protección civil;
  5.      Permiso y Autorización de transporte, aplicable a cada actividad;
  6.      Permiso o concesiones de agua y saneamiento.

 

LOS PROTEGIDOS

Y aquí es donde la puerca torció el rabo, dijeran en el rancho, pues la mayoría de estas empresas en Puerto Vallarta carecen de los permisos más elementales, por ejemplo, no tienen placas, que deben ser autorizadas por la Secretaría del Transporte del gobierno del Estado.

Pero ojo, tampoco cumplen al 100 por ciento con las medidas de seguridad que exige la Norma para proteger a los turistas, por eso es común que haya accidentes, hasta con muertos, como ya vimos en el caso del turista estadounidense fallecido el 06 de abril en la Boca de Tomatlán.

Y si le escarbamos un poco más el tema, nos encontramos con que los dueños de estas operadoras turísticas están protegidos por algunas autoridades; de otra manera, no se entiende cómo ni el Director de Playa de la Secretaría de Turismo de Jalisco, Arturo Dávalos Peña, ni el Director de Turismo Municipal, Ludwid Estrada Virgen, se interesaron en hacer una exhaustiva revisión a estas empresas que, repetimos, operan en la impunidad total.

Pero todavía más increíble, también están siendo protegidas por algunos funcionarios del Ayuntamiento de Puerto Vallarta, en virtud de que desde tránsito municipal se ha intentado poner en orden –meter en cintura pues—a estas tour-operadoras de recorridos turísticos de aventura, y en lugar de obedecer y respetar a los agentes viales, los operadores los ignoran y afirman que, a ellos, los Grano Palomera y otros, los protegen algunos regidores; desde luego, nunca dan los nombres de sus protectores.

Quizás por estos mismos motivos, la Dirección de Reglamentos, a cargo de Hortensia Dueñas Salcedo, nunca se ha preocupado por hacer una visita a las oficinas de estas operadoras, pues es la autoridad municipal la primer instancia que debe verificar que cumplan con todos los requisitos de ley y en caso contrario, hacerlo saber a las autoridades competentes, en este punto, a las de turismo, que siempre son coadyuvantes con el gobierno federal para dar a conocer las omisiones e irregularidades de estos negocios para llamarlos al orden y garantizar protección y seguridad a la integridad de nuestros turistas, que finalmente son los que mantienen a flote la economía de este sufrido, pero famoso Puerto Vallarta.

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