Con una marcada tendencia mercantilista, los comentarios, análisis, entrevistas, estudios y sondeos que pueden encontrarse respecto del ejercicio periodístico en Internet –o la pertinencia del periodismo impreso en la actualidad–, tienen en su discusión central las posibilidades o no de ganar dinero.
El debate resurge luego de que The Independent anunciara en la última semana de marzo pasado que dejaba el papel para explotar su portal web, al que Alexander Lebedev y su hijo Evgeny, accionista principal y director general, respectivamente, del informativo, consideran un emprendimiento financieramente viable aún.
Los comentarios en social media y en los medios que retomaron la información iban desde los lamentos de quienes siguen considerando el papel como una suerte de fetiche o soporte sagrado, a los que vaticinaban una estrepitosa caída del negocio en la web.
El punto central finalmente era el mismo: ¿logrará o no The Independent sobrevivir con las todavía bajas tarifas que se cobran por publicidad en los informativos online?
La discusión sobre si el periódico tiene o no una estrategia digital periodística que le asegure mantenerse en el mercado de medios en Inglaterra y más allá del Reino Unido desde la web estuvo prácticamente ausente.
Es importante dejar algo claro: no se trata de afirmar que el periodismo tiene que ser una actividad de sacrificio permanente o un apostolado basado en el martirio de resolver cada 24 horas cómo se obtendrán ingresos para no morir de inanición y en condiciones de falta de vivienda (personal y para el medio).
Sin embargo, cuando se trata de informar, el modelo periodístico basado en aportar algo útil a la sociedad debería ser el primer parámetro para definir un proyecto y en consecuencia para evaluar su desarrollo, posicionamiento y eso que suele llamarse éxito.
Hay ejemplos: en 2008 se fundó en Francia MediaPart que lleva ocho años de independencia financiera gracias a sus contenidos. El portal presume que le genera el cobro –actualmente– de nueve euros al mes por suscripción.
En ese periodo, MediaPart ya logró además consolidar una versión en inglés y otra en español que aumentaron sus ingresos en los últimos años como resultado del incremento del número de usuarios.
El periódico Reforma destacó en su momento por ser uno de los primeros informativos en México que cobraba por sus contenidos en Internet. Hasta la fecha lo hace para su material más exclusivo y justo esa exclusividad es la que pagan sus usuarios con suscripción.
Desde esa perspectiva y más allá de cómo Reforma ha descuidado su propio código de ética en su operación regular, es importante señalar que el éxito del modelo de negocios en su versión web partió de un modelo informativo que sí genera demanda e interés de los usuarios sin necesidad de basarse solamente en notas sobre romances de la vida de celebrities, o escándalos varios que atraigan la atención popular.
Del clic informativo al clic de ingresos
En 2007, José Luis Cebrián, fundador de El País y del conglomerado de medios de información y entretenimiento Grupo Prisa y a quien entonces se considerada una especie de gurú del periodismo en Internet, declaró:
“Si tuviera que fundar ahora El País, lo fundaría en la red, y haría una versión en papel del periódico que fundara en la red. Esto porque la red no son (sic) periódicos, es otra cosa. Es evidente que el papel impreso tiene dificultades de circulación y de rentabilidad, pero creo que sigue teniendo un futuro racional y rentable”.
La declaración fue comentada no sólo por los analistas de ese periódico, misma plataforma desde la cual Cebrián hiciera tal comentario, sino por editores de otros grupos informativos, comunicólogos y estudiosos tratando de elaborar tesis sobre lo que el futuro determina para el periodismo frente, ante o dentro de Internet.
“Rentabilidad”, fue la premisa. Comunicar, aparece en segundo término. De hecho, comunicar se convierte no en un fin, sino en herramienta. Internet permite comunicar a menores costos, ergo, es más rentable, es mejor para el negocio, pareciesen decir.
Rara coincidencia, en junio de 2015, en su portal, El País destacaba el éxito del informativo SDPnoticias. com cuyo formato y operación “revoluciona las audiencias en internet”. El artículo exponía a SDP casi como un ejemplo de periodismo online, un “periodismo para adictos a Facebook”. Llamó la atención que un medio que ha llegado a considerarse como un faro en el extenso mar de la información iluminara en el sentido que lo hacía respecto de SDP, como una tendencia que pudiera ser considerada a seguir. (Publicado en www.etcetera.com.mx)
