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Jueves, 23 Marzo 2017 20:58

Arturo Dávalos, rodeado de traidores

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

Se reúnen con frecuencia, a veces hasta en un salón de hotel de Marina Vallarta, y al unísono gritan: Arturo Dávalos es el peor presidente municipal de la historia de Vallarta. Caso contrario, consideran a Ramón Guerrero Martínez el mejor alcalde que ha gobernado al municipio, a quien proclaman como “el salvador de Vallarta” y en sus encerrones pregonan por su regreso.

Lo curioso y lo que más molesta a funcionarios municipales y operadores políticos del Movimiento Ciudadano es que se trata de empleados, algunos auténticos “aviadores”, que cobran en la nómina municipal.

De dos o tres decenas, sobre salen cuatro personajes que encabezan al grupo de funcionarios que conspiran en contra del alcalde Dávalos y la administración. Son los ex regidores Candelaria Sánchez, Javier “Pitas” Pelayo Méndez, Oscar Avalos Bernal y la profesora, Guadalupe Anaya. Cande Sánchez, ex presidente del PAN, cobra como empleada de segundo nivel en la Procuraduría Social, al lado del titular, Julio González. “El Pitas” Pelayo, semanas atrás fue reincorporado al frente de la Delegación Municipal de El Pitillal, de cuyo cargo fue separado para ser internado en una clínica de rehabilitación por su adicción al alcohol. Fue público su agradecimiento al alcalde Arturo Dávalos por haberle apoyado incondicionalmente. Oscar Avalos, es el apodado “el canitas”, quien despacha al frente de Fomento Agropecuario, se declara fiel seguidor de “el mochilas” y “contra” de Dávalos, el que le dio el nombramiento de director de Fomento Agropecuario.

Al frente de los cuatro citados arriba y de muchos otros que responden a ellos y se entregaron a Ramón Guerrero, funge Oscar Pérez Flores. Es el mismo personaje que fungió como secretario particular de “el mochilas” y que vergonzosamente fue separado de su cargo en un momento de las iras de Guerrero Martínez y que al cabo de cobrar como “aviador” le hallaron acomodo en Turismo Municipal. Con el cambio de administración buscó su ratificación al frente de Turismo pero no dio las medidas y eso lo animó a reconciliarse con “el mochilas” y le ayuda a “borreguear” a la manada.

En el grupo político de Dávalos, el activismo de empleados de tercer nivel vinculados a dichos personajes existe un malestar por el nivel de deslealtad a quien y a quienes les abrieron las puertas, por lo menos en esta administración, y se han dedicado a “conspirar”. En las reuniones intrigan planean y maquinan todo tipo de acciones en contra de la administración que les da empleo y todo por apoyar a intereses políticos contrarios a la administración y al alcalde, Dávalos Peña.

A Oscar Avalos, vinculado desde que su reclutación cuando fue por primera vez presidente del ejido Las Palmas exigió y le dieron Fomento Agropecuario. Al mismo tiempo pidió dos plazas para sus dos hijos. Pero su voracidad fue más allá. Pidió y se le concedió el control de la delegación, posición que negoció en al menos dos veces, y al final dispuso colocar a los hermanos, Erick Peña Valdéz y Jorge Pérez Ulloa. Los apellidos no coinciden, pues el segundo fue registrado con los apellidos maternos, los de su pariente “el pochote”, de quien heredó la plaza de inspector de vigilancia fitosanitaria, otro sueldo que raya en la “aviaduría”. Es decir, el ex regidor  y admirador de “el mochilas” incurre en dos casos de nepotismo.

El caso de la maestra Lupita Anaya no es distinto. Ella cobra en el área de Educación Municipal donde la titular es Norma Joya. Pero su esposo también recibe su quincenita. Una hija de ambos se emplea en el área del jurídico de Desarrollo Social y también en Tesorería. Candelaria, también pidió sueldo para uno de sus hijos pero quiso más, plazas para otro hijo y sus nueras, seguir controlando la delegación de Ixtapa, y como le negaron, se molestó y se fue a los brazos del “mochilas”.

Otro de los que conjuran y se coluden para descarrilar a la administración que les paga su sueldo es Adolfo López Solorio, el motejado como “el grinch”. Este personaje se instaló en Puerto Vallarta a donde llegó de la mano de Ramón Guerrero, a quien le rinde un exacerbado culto que raya en el idolatro. Fue el primero en hacer punta para construir oscuros contubernios y acuerdos políticos contrarios al grupo político que rodea a Arturo Dávalos. Se empleó en el DIF, pero con los cambios meses atrás se le removió y lo acomodaron en la Academia de Policía. Sin embargo, cuando hubo nombramiento en la Policía Municipal y el nuevo comisario, Jorge Antonio Hernández Valencia hizo sus evaluaciones propuso profesionalizar la instrucción académica y “el grinch” no cumplió el perfil para dicha encomienda. Sin embargo, no se le despidió y se le mantiene su quincena y religiosamente la cobra en calidad de “aviador”.

Un conocido nuestro, recién renunció a la cofradía mochilista. “Se reúnen y platican cosas malas de Arturo Dávalos” nos dijo. “Están promoviendo a “mochilas” como “el salvador de Vallarta”, agregó. También nos dijo que “a la Cande, “al pitas”, al Avalos el de Las Palmas, a la maestra Anaya, “los traen para volver a ser regidores”. De Dávalos, dicen que “es el peor de los presidentes…”. A manera de despido, nuestro informante nos dijo haber abandonado a dicho grupo por no estar de acuerdo en “mamar y dar de topes al mismo tiempo”.

Hay nombres de quinta, como la abogada Teresita de Jesús del Castillo, de quien se recuerda por su fugaz paso al frente de los jueces municipales. Siempre se ha sabido que dicha dama llegó también de la mano de Ramón Guerrero, oriunda de Ayutla, y cuando la removieron de los juzgados al cabo de varios escándalos, la acomodaron en la Secretaría General y de ahí nadie la pudo remover. A la llegada de Dávalos a la alcaldía se le respetó la plaza bajo el entendido de ser un espacio del ex alcalde. La dama Teresita es la más entusiasta, la que más suspira, por el retorno de su paisano.

También forma parte un ex chofer del DIF, identificado como Armando Gaytán. Es gente de todas las confianzas de “el grinch” y fue éste, Adolfo López Solorio, quien le dio la chamba de chofer del DIF y quien luego pidió hasta de favor no lo corrieran. Este señor cobra hoy en día en el área de Aseo Público y su quincena no es nada despreciable.

Dos casos nos laman la atención. Se trata de Claudia Sandoval Martínez y Karla Angélica Muñoz Salas. La primera cobra como secretaria, una de las muchas que tiene Eliseo “el cheo” Torres Rendón en la Oficialía Mayor de Padrón y Licencias. Su “padrino de nómina” fue precisamente Ramón Guerrero. La segunda, Karla Angélica, Muñoz, es recomendada del diputado local, Ramón Guerrero. A Claudia Sandoval la “apadrinó” el diputado federal, Luis Munguía González, y es a éste a quien le presta sus servicios. Es decir, cobra como empleada municipal pero realmente trabaja para Munguía.

Ya por último, mencionaremos el caso de Paola Rodríguez Villalobos. La dama trabaja en Padrón y Licencias, bajo el mando del Cheo Torres Rendón. El ex director de Seguridad Pública, Jesús Rodríguez Campoy abogó por ella, pidió le dieran chamba y al menos esperaron lealtad en reciprocidad. Pero ocurre todo lo contrario. La recomendada de Campoy se confiesa en cada reunión fan declarada del “mochilas”. Sin embargo, Campoy se mueve en lo oscurito y no ha querido explicar a qué responde el fanatismo pro “mochilas” de su recomendada. Sin embargo, hay sospechas de que Campoy juega a las “contras” y muchos lo tachan de “torcido” a las causas cepillistas.

 

Revolcadero

 

Consultamos a nuestros amigos de Las Palmas y nos confirman que Oscar Avalos Bernal presume en todo el pueblo que será otra vez regidor, que se la prometió Ramón Guerrero Martínez. Dice que irá en la planilla vaya o no “el mochilas” de candidato. La apuesta dos es el diputado federal Luis Munguía. Por esas promesas le dio la espalda a Arturo Dávalos Peña, pero también porque le quitaron su “negocio” de maquinaria pesada por la que cobraba varias decenas de miles de pesos cada mes al gobierno municipal. A él lo acusan de “traidor”, desleal para ser suave, al alcalde Arturo Dávalos Peña. Entre los que acomodó en la nómina municipal se halla su primo David Arhter Avalos, quien cobra una jugosa quincena en Recursos Humanos. A los primos sus paisanos los conocen como mochilistas de hueso colorado, hueso naranja, mejor dicho. Cuente también a dos hijos del apodado “canitas”. Y también cuente a los hermanos Erick Peña y Jorge Pérez, delegado y subdelegado respectivamente. Por lo menos el delegado no hizo campaña en favor de Dávalos y se dedicó a trabajar para “el mochilas”. Siempre le han achacado limitada capacidad, pero sobre todo responde a cabalidad a los intereses de “el canitas” por encima de los intereses de la comunidad. “Su trabajo es tan mediocre y gris, que cualquiera puede hacer un trabajo mejor y digno. Dávalos debe valorar si  lo mantiene en el puesto. Es momento que se le brinde una oportunidad a una persona con mejor perfil y que rinda cuentas al equipo del presidente” nos dijo un amigo palmeño.******* Los simpatizantes de Arturo Dávalos, los de Las Palmas, siempre han reclamado por la simulación de los hermanos que mandan en la Delegación pues siempre los han visto como auténticos simuladores que trabajan en contra de los intereses del alcalde y su administración. Uno de ellos es Daniel Juárez, acaso el activo más trabajadores en la campaña de Dávalos. Otros es Raymundo Peña Dávalos, identificado como el más cepillista de Las Palmas. Ellos y su grupo le recomiendan a Dávalos deshacerse de una vez por todas de los hermanos que despachan en la delegación. ¿Cómo demuestran y prueban sus dichos? Fácil. Han visto en los últimos días que Oscar Avalos y los hermanos Erick y Jorge, son quienes se hicieron cargo de conseguir local, de concertar la renta de la casa junto a la paletería de la familia Nolasco Sánchez para instalar la mal llamada “casa de la productividad”, un espacio que se abre para armar la grilla en contra de la administración municipal y rendirle culto a la mancuerna “Mochilas”-Munguía. Es el mejor tiempo para irse y cambiar, el que lo desee, hasta de colores o de partido político. Eso sí, nos dice Gallegos que en Morena los recibe a todos, menos al “mochilas”.******* Y ya para cerrar el tema, este 31 de marzo se llega exactamente a la mitad de la gestión de Arturo Dávalos Peña. Es una fecha simbólica que marca los momentos para ejecutar eventuales movimientos en la administración municipal. También marca el tiempo de aplicar el ejercicio del llamado “revocación de mandato”, una especie de votación a la cual se convoca abiertamente a toda la ciudadanía. Ahí se observará si supuestos emecistas, jalan parejo en labores de promoción, convencimiento o acarreos para ir a votar por el “sí” o por el “no”, de que siga Dávalos al frente de la alcaldía. Si Candelaria, “el pitas”, la maestra “Anaya”, “el canitas”, sacan la casta y se reivindican. Se les pondrá marcaje especial y en una de esas, se les da las gracias y los ponen patitas en la calle. Por desagradecidos. Por desleales.  Por morder la mano de quién les da de comer. Por mamar y dar de topes a la vez. Por traidores. Todo lo anterior son frasesitas dichas porque le han dado seguimiento al caso y reprueban a quienes se reúnen en lo oscurito para maquinar sus conjuros contra Dávalos y los suyos.****** Vaya que dolió en el corazón del equipo de Héctor Santana la marcha organizada por el médico Alejandro Regalado la tarde del miércoles en San José del Valle. Se quejan de ser un acto anticipado de campaña y por ende, un acto ilegal, razón para anular la precampaña. Y es que los organizadores lograron reunir a varios cientos, dicen que miles, que diez mil simpatizantes del aspirante del PRI. Quién sabe si es cierto pero que acudieron puros empleados municipales, todos engañados y amenazados con quitarles su chamba. Es posible, pero no trabajan muchos miles de personas en la administración municipal. Y sí, es cierto, el alcalde José Gómez Pérez le demostró a Héctor Santana tener fuerza para reunir a esos miles de badebadenses, entre ellos algunos conocidos y familiares, que nos reportaron haber ido por voluntad propia.****** Divertido el amigo Fidencio Hernández Lomelí. Llegó echando lumbre a Morena. A media tarde de ayer jueves publicó en sedes sociales: “Encuentro un Morena en Vallarta completamente desfigurado, donde los iconos de la izquierda en Vallarta que dieron imagen a este movimiento de izquierda primero, luego partido político, quedaron relegados, apartados de este Morena lleno de gente que no la identifico con la izquierda incluyendo a su representante distrital, ojalá no se apeste antes de tiempo morena Vallarta”. Así, con total respeto a puntos y comas. Nomás una alta por una baja movida por la computadora. ¿A poco pensó en serio que el partido de López Obrador era distinto a los demás partidos? Si eso creyó, su ingenuidad raya en la enfermedad.

 

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