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Domingo, 19 Enero 2020 03:23

Festejo de Luis Munguía, crónica de un fracaso anunciado

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Por Jorge Olmos Contreras

No medir las consecuencias de sus acciones le he está costando muy caro al diputado Luis Ernesto Munguía González, quien en un auténtico acto anticipado de campaña –señalado y sancionado por la legislación electoral— adelantó su cumpleaños para realizar un evento político que estaba destinado al fracaso desde el momento en que decidió utilizar el aparato del gobierno del Estado para promocionar un baile que, de acuerdo con mediciones conservadoras, tuvo un costó de más de un millón de pesos.

Algo sucedió en el entorno del gobernador Enrique Alfaro, algo que puso en alerta a Luis Munguía y que provocó que adoptara medidas desesperadas para tratar de posicionarse como el aspirante número del Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Puerto Vallarta, toda vez que los números no lo favorecen ni lo favorecieron a lo largo del año pasado, según sondeos externos que se han ordenado desde Casa Jalisco y otros que se han aplicado en Vallarta.

Por ello, comenzó el 2020 con una actividad inusual para un político que regularmente es flojo y pusilánime, de ahí que convocó a todo su equipo de muchachitos para delinear la estrategia a seguir y demostrar –según él-- que su popularidad se concentra en cientos de miles de personas y que las encuestas mienten.

Y para cumplir con lo que le ha pedido Enrique Alfaro de que si no crece en números simple y sencillamente no será el candidato del MC a la alcaldía de Vallarta, que en todo caso sería abanderado a la diputación federal, Luis Munguía aceleró el paso, pero con tan mala fortuna, que las cosas le salieron mal, pero muy mal la noche del sábado en Mojoneras.

EL RECUENTO

Primero quiso sorprender a los vallartenses con la creación de una asociación patito, denominada “Corazón Vallartense”, en la que confluyen viejos panistas conversos (ahora son naranjas) que están apestados en todos los partidos políticos, pero que han hecho creer al incauto diputado que ellos lo llevarán a la silla presidencial.

Ese fue su primer fracaso de la semana, pues dicha asociación está formada por un reducido grupo de personas que no representan nada, solo problemas y cuyos líderes están identificados con lo más podrido de la política local.

Por ejemplo, entre sus distinguidos miembros está Agustín Álvarez Valdivia, un oculista que ya fue regidor y que es brazo derecho de los hermanos González Reséndiz (dos priistas de no muy gratos recuerdos en Puerto Vallarta), un personaje gris que pretende colarse al Ayuntamiento (si Luis fuera alcalde por supuesto) para seguir succionando del presupuesto público.

De los otros ya señalamos que no valen ni un centavo, no mueven a nadie como Héctor Gallegos de Santiago (fue lastimoso verlo ayer cargando sillas y mesas y haciéndola de cadenero en la explanada Villaseñor); o como el golpeador de mujeres, Julio César Santana, o como el abogado Roberto Ascencio Castillo que ni a sus hijos puede controlar para sumarse a la causa de Munguía.

REGALARON 100 MIL BOLETOS

La presentación “en sociedad” de “Corazón Vallartense” fue el lunes y el martes; pero ya para el miércoles, Luis Munguía y su equipo de señoritos pasaron a la segunda etapa de su “estrategia política”, al mandar a imprimir 100 mil boletos (si, leyó usted bien ¡100 mil boletos!) para garantizar un éxito en la convocatoria para festejar su cumpleaños.

Para que se usted se dé una idea del número de boletos que circularon, en el de la fotografía el folio va en el 58479.

De inmediato ordenaron que se repartieran los boletos en todas las colonias populares de Puerto Vallarta, los dejaban casa por casa, hasta por debajo de la puerta; y para asegurar que representantes destacados de la sociedad vallartense también acudieran, utilizaron empleados públicos para que fueran estos quienes personalmente entregaran invitaciones VIP –denominadas invitaciones de honor—a regidores, directores de dependencias públicas y a miembros del sector privado.

Para el jueves algunos medios de comunicación revelaron que se estaba utilizando a funcionarios de las dependencias del gobierno del Estado para repartir boletos y que además se estaba obligando a algunos empleados del Seapal, la Unirse, la Junta de Conciliación, la Secretaría del Trabajo, Tránsito, etc., a regalar los dichosos boletos.

Muchos de estos trabajadores se molestaron, pero a regañadientes les pidieron a sus familiares que les ayudaran a regalar los papelitos, ya que el día del baile les tomarían lista de asistencia para ver quién cumplió con el encargo.

EL ESCÁNDALO

Para el viernes el escándalo ya era mayúsculo en las redes sociales, decenas de internautas criticaron el uso de recursos públicos para obsequiar boletos y otros se indignaron por el gasto oneroso que estaba haciendo el diputado para su pachanga.

Una mujer de nombre Irma Leticia López Langarica reveló un dato interesante en Facebook, donde indicó: “Lo que más me indignó en lo personal es que en la pasada Posada Fiesta del TEC Vallarta se le permitiera (se refiere a Luis Munguía) colarse y obligar a firmar documentos a universitarios de recién ingreso sobornándolos con pagar su fiesta…Cínico, descarado político basura”, remarcó.

El escándalo aumentó al revelarse asimismo que, a un empresario local encargado de los camiones de la nueva empresa de transporte, le habría llamado el secretario del transporte del gobierno del Estado para pedirle 40 unidades que servirían para transportar a quienes quisieran acudir al baile, a los acarreados para que mejor me entiendan.

De hecho, hay fotografías que tomó la reportera Karina Elizondo, donde se pueden apreciar los camiones urbanos al servicio del baile de Luis Munguía.

Algunos empleados de segundo nivel del Seapal, como Susy Ortega, reaccionaron de forma estulta al ser exhibidos como mandaderos del diputado para entregar invitaciones, ya que utilizaron sus muros de Facebook para defender lo indefendible y para decir que tenían permiso de sus trabajos para hacerla de carteros por un día.

Envalentonados, muchachitos del clan del Winnie Poo (director del TEC) como Asdruval Ortiz Cuevas –quien tiene chamba gracias a su mamá Yolanda Cuevas, otra que forma parte del clan de Chavita González Reséndiz-- hasta subieron fotos abrazando al diputado y en plan de confrontamiento escribió: “festejando a un amigo, para que deberás (sic) digan”. (Escribió deberás, del verbo deber, en vez del adverbio deveras, que es lo correcto… Y eso que lo hicieron maestro del Tecnológico).

COMO LA QUINCEAÑERA RUBÍ O UN ESTREPITOSO FRACASO

Pero bueno, se llegó la tarde y noche del sábado y Luis Munguía se sentía como la quinceañera Rubí, desbordaba alegría y sonrisas por todos lados, su júbilo se podía percibir a metros de distancia, sobre todo porque entre sus invitados estaban algunos compañeros de su bancada en el Congreso del Estado como el ex priista Salvador Caro.

Habían montado mesas para recibir a cuatro mil invitados, pero… Pero las cosas se estaban poniendo feas.

Alrededor de las 20:30 horas, la cara de Luis Munguía comenzó a desfigurarse, en vez de una sonrisa su cara exhibía una especie de mueca, pues las sillas redondas de los invitados especiales no se habían llenado, tal y como lo corroboró un monitoreo que hicieron simpatizantes del Partido de Regeneración Nacional (Morena) y que entregaron a este medio, como se observa en las fotografías aéreas que acompaña este artículo.

En las gradadas, a la hora de los discursos, acaso habría unas 500 personas –la mayoría por ver a la banda Vaqueros Musical— y entre las mesas se contabilizaron unos dos mil adultos, el resto eran menores, niños que llevaron sus padres.

Así las cosas, el evento político fue un estrepitoso fracaso, sobre todo si se toma en cuenta el número de boletos que mandaron a hacer y que repartieron y la gente que asistió al baile. Los organizadores esperaban entre 15 y 20 mil personas, lo cual no sucedió… Ah, pero ellos (Luis y señoritos) presumen otros números.

LA CRUDA REALIDAD

Este domingo, Luis Munguía y sus seguidores despertaron con la cruda realidad, la fiesta fue todo un fracaso y así lo exhibieron varios portales de noticias, incluso el periódico Mural de Guadalajara le dedicó una nota al evento político del diputado, en donde destacan el engaño en los boletos para “festejar a un amigo” y en donde recogen lo escrito por simpatizantes de Morena: “Robo e insulto a Puerto Vallarta. Más de dos millones de pesos gasta el diputado local faltista de Movimiento Ciudadano Luis Munguía en el festejo de su cumpleaños, un gasto obsceno que muestra su hambre de llegar a ser presidente, obligando a funcionarios estatales a asistir con sus familias”

En la misma nota, Mural indica: “Personas que estuvieron presentes estimaron que el evento atrajo a tres mil –muchos de ellos niños—“.

Y en la columna Cúpula del mismo periódico, también se le dedica un escrito al legislador. Dice: “Quien no levanta ni podrá entregar buenas cuentas al gobernador Enrique Alfaro es el diputado emecista Luis Munguía quien ya se dice candidato único a la alcaldía de Puerto Vallarta.

Hace dos semanas el legislador repartió miles de boletos en colonias populares de Vallarta invitando a festejar su cumpleaños ayer sábado; llegaron solo cuatro mil personas.

En la última elección, MC ganó con 50 mil votos. ¿Tendrá Munguía la fuerza para ganar la elección como lo hicieron los últimos alcaldes Arturo Dávalos y Ramón Guerrero “El Mochilas”?”

En tanto, el periodista tapatío, Leonardo Schwebel criticó el festejo de los dos millones de pesos de Luis Munguía con un… “hay cosas que no cambian”.

 

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