Se trata de cuatro personas, tres mujeres y un hombre que, desde la semana pasada, se quejaron ante el Oficial Mayor Administrativo, Santiago Centeno Ullín, de los abusos que venían cometiendo en contra de ellos la regidora Bellanni Fong, quien ahora se quedó prácticamente sola, sin asistentes y sólo con el servicio de una secretaria que a la vez también atiende las necesidades administrativas de otros regidores en la Sala A de la Presidencia Municipal.
De acuerdo a la información que tuvo acceso VALLARTA UNO, los trabajadores de confianza que le habían asignado a Bellanni Fong, y que decidieron denunciar los malos tratos y otros excesos de la edil, son Yajaira, Yadira, Alejandra y Alonso, cuatro personas que se cansaron de que la munícipe les quitara dinero de su sueldo, los hiciera trabajar horas extras, a veces hasta 24 horas seguidas; de que les gritara groserías y les exigiera cosas fuera de su ámbito de competencia –casi, como si fueran sus sirvientes—y hasta de que el esposo de la regidora (aun cuando es una persona con capacidades diferentes, pues e invidente) hostigara a las muchachas, con la complacencia de la mismísima Bellanni.
Al conocerse la queja en la Oficialía Mayor Administrativa, movieron a diferentes áreas de trabajo a estos cuatro empleados que, ya no van a regresar a laborar con Bellanni Fong Patiño, pues los hartó, los cansó y ellos por sí solo decidieron retirarse del ambiente en que los sometía la regidora.
Una de las quejas más recurrentes, es que Bellanni Fong les exigía cierta cantidad de dinero a estos empleados, a cambio de que siguieran trabajando con ella; pero quizá lo más grave, es el señalamiento de que el marido de la edil hostigaba sexualmente a más de una de las jóvenes que tenía asignada la edil del Movimiento Ciudadano.
A Bellanni le recomendaron que platicara con el Oficial Mayor Administrativo, Santiago Centeno, pero ésta asumió una postura soberbia y arrogante –igual que la que asume otra de sus compañeras regidoras, Susana Rodríguez—y comentó que ella no se iba a rebajar a hablar con un simple directorcito, que ella, como regidora que es, tenía que arreglar este asunto directamente con el presidente municipal, Arturo Dávalos Peña, quien por cierto no ha recibido a la munícipe, toda vez que las quejas fueron contundentes.
De hecho, se sabe que cuatro de los ahora ex empleados de Bellanni, están dispuestos a informar lo que sucedía al interior del cubil de la regidora y de los abusos y excesos a los que eran sometidos.
