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Jueves, 20 Marzo 2014 22:47

Arrecia la guerra política en BB Destacado

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

Como en casi nunca se recuerda, en Nayarit se vive una auténtica efervescencia a la víspera de las designaciones de candidatos a cargos de elección popular. A lo ancho y largo de la geografía estatal, y no menos acentuado en Bahía de Banderas, todos los partidos políticos resienten los jaloneos, sombrerazos y huarachazos, piquetes de ojo, golpes bajos, guerra sucia y todo método al que recurren sus cuadros con tal de quedarse con la candidatura.

 

Bahía de Banderas es algo especial. En todo el estado identifican al más joven municipio como la joya de la corona. Está en juego más de mil millones de pesos en presupuesto y es adicional, el negocio que ello representa en un municipio cuyos habitantes ya se acostumbraron en menos de dos décadas a ser gobernado por auténticos ladrones. Ahí está el ejemplo del alcalde del hoy presidente municipal. Rafael Cervantes Padilla acrecentó su fortuna personal a costillas de la riqueza del pueblo al que decía querer servir. Sus rústicas caballerizas han sido sustituidas por grandes ranchos donde cría caballos pura sangre. Sus equipos de charrería, no son los mejores, pero si los mejor pagados y los que viajan en lujosas y cómodas camionetas a los torneos donde compiten. Sus colaboradores ahora residen en millonarias mansiones recién construidas. Todo ha sido documentado en los poco más de dos años de su gestión.  

Los anteriores alcaldes no han desmerecido la atención y sus desvíos fluyeron en su momento por la ruta que hoy camina al charro Rafa Cervantes. No en vano todos los alcaldes han pretendido regresar a su camino y repetir en el cargo. Solo Héctor Paniagua Salazar lo ha conseguido y ahora mismo, presiona para alcanzar un tercer trienio. Crescencio Flores Alvarado, el primer presidente municipal, Luis Carlos Tapia Pérez, Jaime Cuevas Tello, Juan Ramón Cervantes Gómez, todos han soñado regresar a la alcaldía, si acaso la única excepción ha sido el defenestrado Carlos Valdez Rivera, quien no pudo concluir su gobierno y salió huyendo del municipio luego de hallarle malos manejos del dinero.

Sabido lo anterior, la disputa de los aspirantes a la alcaldía es un botín que va mucho más allá del millonario gasto anual presupuestado. El acelerado desarrollo en su franja turística, uno de los índices mas altos entre los destinos turísticos de playa del país, propicia se acumulen mas y mas solicitudes para obtener un permiso o licencia municipal. Ese es el principio de la corrupción que atrapa a todos los funcionarios. Todas las sospechas apuntan a que el gran negocio de los gobernantes ahí está en hacer tortuoso cada trámite para habilitar un peso extra. Pero no son pesos, son millones de pesos, a veces de dólares.

La lista de los que quieren en Bahía de Banderas es inmensa. Por el PRI, y seguro se nos escapan nombres, desde hace años está apuntado el empresario de los bailes, José Gómez Pérez, el diputado local Omar Reynoso Gallegos, el amigo de Roberto Sandoval, Héctor Santana, el amigo del Ney González, Roberto Mejía Pérez; el dirigente del autotransporte afiliado a la Acaspen, Raúl de los Santos Palomera. Pero también quiere Héctor Paniagua, para él o para uno de los suyos, así como el también ex alcalde Jaime Cuevas Tello.

Por el Partido Acción Nacional, Adrián Guerra Padilla vuelve al entusiasmo, uno del clan Cuevas García, Arturo, y Genaro, el abogado de la familia Parra Covarrubias de Sayulita. Sin embargo, el PAN está a la espera de que se cumpla el pronóstico del resquebrajamiento del PRI, de cuyo trance pudiera atraer a una figura y entregarle la candidatura. Más o menos, repetir la jugada con la que ganaron la alcaldía hace tres años. El desenlace de la jugada ya se sabe, ganó el PAN con Rafael Cervantes pero a unos meses, éste renuncio al PAN para regresar al redil de los tres colores.

Por su lado, el Partido de la Revolución Democrática quiere hacerle al juego interesante y agazapados también intentan aplicar la táctica de los panistas. Los dueños del membrete amarillo, la familia Duñalds han construido puentes con actores de todos los partidos, políticos enfrentados al alcalde Cervantes Padilla y apelan al pacto de ir todos juntos y derrotar, no tanto al PRI, sino a Rafael Cervantes.

Diversas visitas al otro lado del río Ameca hechas en la última semana, nos dio la oportunidad de saber un poco de los movimientos que ocurren en el entorno de los aspirantes. Por ejemplo, en Valle de Banderas nos platican que los operadores del médico Mejía regresaron del Distrito Federal con la noticia de que él es el bueno. Mas o menos el mismo canto de los porristas de Pepe Gómez divulgado dos semanas atrás, de haber hecho el mismo viaje y recibir en la capital de la país la bendición de los que deciden.

Eso, de que uno u otro tienen la bendición, más bien es una exageración, un intento por impactar entre los potenciales electores y convencerlos de tener amarrada la candidatura. Nada más alejado de la realidad. En ese escenario se leen las supuestas encuestas que favorecen a uno o al otro. Si tal es cierto, no mandan a ese enviado especial, Antonio Lugo Morales, del que sus amigos nos presumen es íntimo del ex gobernador de Sonora, Manlio Fabio Beltrones y ser una lumbrera en eso de prevenir accidentes preelectorales.

Lo que hay en Bahía de Banderas es incertidumbre. Es una lucha fraternal, como aquellas en las que dos hermanos de sangre se matan por una parcela de árida tierra, pero en este caso fértil tierra bañada de agua salada. Basta ver a José Gómez, a Héctor Paniagua, a los Cuevas Tello, a los seguidores de todos, cómo sacan sus cuchillos para sangrar al adversario. A nadie le importa recurrir el método mas rudo, todo lo sanguinario, que a veces dan la impresión de que por las polvorientas calles de sus poblados corren ríos y ríos de sangre.

Si le creemos a unos y a otros, pues nada hay que esperar. Ya hay candidato del PRI y es el que cada quien diga. Este es un escenario propicio para la desbandada. El PRI no irá a las elecciones de julio unido. Unos u otros buscarán oportunidad en un membrete de color distinto al tricolor.

Como tres años atrás, el PAN pudiera tener otra oportunidad. Los detractores de Paniagua sostienen que el contador ya no tiene las fuerzas ni el arrastre de otros tiempos y que si cumple su amenaza, de irse del PRI si no le dan la candidatura, y probar en el PAN, Adrián Guerra puede salir fortalecido. El empresario de los materiales de construcción, ganadero en el municipio ha ido tejiendo fino desde hace años con influyentes políticos de todos los partidos. Primero fue una alianza contra el actuar del presidente municipal Rafael Cervantes y luego, hurgaron la posibilidad de unirse en un proyecto para jugar por la alcaldía. Tampoco hay acuerdo decisivo en esto. Paniagua soltó todos sus dados pero no los ha destapado. Presiona a su partido pero oculta su última carta. La opción del PAN no está dicha. Si va contra el PAN, en el equipo de Paniagua irán los Duñalds, algunos cuadros de la izquierda, del PRD. Si este escenario se dibuja, el PRI tendrá en frente una oposición que hará peligrar su proyecto de mantener la alcaldía.

 

REVOLCADERO

 

Tenemos una queja contra el presidente municipal, Ramón Guerrero Martínez. Debe de darle su lugar a su asesor externo, Eduardo Rosales Castellanos. Sí, el ex presidente del Comité Directivo Estatal de PAN, se paseó por las calles de Puerto Vallarta en un Tsuru del gobierno municipal. Un personaje de esa talla, que en su momento fue algo así como dueño del partido que gobernaba Jalisco y sus principales ciudades, acostumbrado a viajar en los vehículos mas lujosos, merece que al menos el alcalde le haya facilitado la Yukon blindada. Un auto sedan Nissan es poco para alguien de su talla. El sí, como en sus buenos tiempos, traía chofer. Pero bueno, también es cierto que Lalo Rosales es acaso un poco mas que un asesor voluntario del alcalde vallartense.****** En viaje relámpago a Tecuala nos permitió saber algo de quién era Segundo Huerta. Nos interesó saber más allá del entorno familiar del comandante de la Policía Nayarit. Ya sabíamos que era nacido en Milpas Viejas, conocemos a decenas de su numerosa familia. Pero saludamos a varios compañeros de trabajo, subordinados en la corporación y fueron ellos los que nos platicaron algunas anécdotas, vivencias y paisajes que apostamos, apenas lo saben quienes trabajaron al lado le comandante caído. Por ahora, solo les adelantamos que Segundo Huerta, era una persona de sangre fría, cuando se trataba de usar su arma.******

 




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