Simpatizantes y equipos de uno y otro se atribuyen tener el mayor número de militantes de su lado y se declaran por adelantado ganadores. Pero al llegar a su clímax, un factor atrae la atención del proceso interno del PAN: los panistas enmochilados.
Los dos bandos coquetearon con el casi centenar de “electores” que pudieron sortear el corte de expulsados hace dos años, cuando el ahora alcalde Ramón Guerrero y sus seguidores abrieron el boquete a este partido para buscar la alcaldía con los colores naranjas del Movimiento Ciudadano. En público se guarda prudencia, pero en privado fueron permanentes los mensajes de cortejo.
Manuel González Farrera ha sido discreto en sus exhortos a los enmochilados para que voten por él. No es necesario repetir discursos ni mucho menos recomendable invitar en público. Los calculados en un número de 80 panistas enmochilados son en su mayoría declarados enemigos del “peri” Cuevas, en consecuencia votos seguros de González Farrera. Azuzados o no desde los oscuros muros de las oficinas de los operadores de Ramón Guerrero, familias completas se alistan para este domingo votar por Manuel González. Algunos convencidos, otros a ciegas pues cualquier intento del equipo de Cuevas García por arrancarle a su adversario y atraer a su proyecto a panistas incrustados en la nómina municipal.
El primer domingo de diciembre del 2013, hubo una elección interna en disputa de la presidencia del Comité Directivo Municipal. Aquel encontronazo fue de proporciones desastrosas, pues al final, se anuló la elección y desapareció el CDM. Son los mismos grupos los que hoy volverán a una votación interna. Sin embargo, la convención municipal tiene un ingrediente extra de suma importancia: hoy, el padrón de militantes activos se ha duplicado. Si hace 14 meses el conteo arrojó un virtual empate, la diferencia se marcará con los poco más de 400 nuevos militantes.
El mes de campaña ha sido de un sorprendente nivel. Los seguidores de González Farrera, opositores a Cuevas entendieron la importancia de honrar con respeto a un partido que por tradición e historia ha dado ejemplos de democracia en sus procesos. Como por arte de magia desparecieron los mensajes cantineros en contra de uno u otro aspirante. Debieron entender que el rudo descontón resta, no suma simpatías.
Al principio, se consideró a González Farrera un adversario cómodo para el diputado local. Se daba por hecho que se enlistó para ganar experiencia y engrosar su currículo. Pero él debe ser el primer sorprendido al colocarse en una posición inesperada al arranque de la precampaña. Pudo avanzar con uno o dos errores cometidos por Cuevas García, sobre todo cuando el grupo de éste sufrió una fractura al desprenderse el grupo de Antonio Canales García y su hijo Daniel Canales.
Juan José Cuevas se apegó a las disposiciones de su partido y concluirá una campaña de altura y respeto. Se dedicó a posicionar su nombre dentro del partido pero con el añadido de extender su marca al exterior. A sus visitas a la militancia incorporó una agresiva campaña de pinta de bardas, colocación de lonas y jornadas de pega de calcas en los cruceros más transitados de la ciudad. Actividades idénticas hizo el equipo de González Farrera. La diferencia si acaso radicó en el contenido de los discursos.
Pero bueno, abordamos el tema atraídos por el fenómeno y la importancia del panismo enmochilado, que será sin duda el tema a seguir el mismo día de la elección.
Lo interesante estriba en el papel del alcalde Ramón Guerrero. Nadie está en posición de refutar que se obedece a órdenes del primer edil el juego de torpedear a Cuevas. Como tal resulta entendible abrir espacios y aceptar el calor y el voto por parte de González Farrera. Al fin y al cabo, se acepta el voto de un panista, consecuencia de la indolencia del partido al amparar la permanencia de cada uno de sus militantes. Al alcalde y a su partido, el MC, también al PRI, le es de suma importancia anular a Juan José Cuevas, colocado al principio de este precampaña como el aspirante panista con mayor rentabilidad electoral. Desde la óptica de los adversarios, González Farrera es el más débil de los precandidatos de Acción Nacional y anulando “el peri”, las estrategias del MC se enfocarán a combatir al PRI.
Entonces, nada de raro tendría que Pina Ibarría opere en contra del “peri”. Es de lo más normal que el profesor Carlos Murguía López, Agustín Ortiz y Dulce Palomera estén en el mismo juego. A ellos, se les ha unido Armando Rodríguez Pedroza quien desde los tiempos del PAN ha brindado apoyo a Ramón Guerrero. Panistas enmochilados, ya expulsados, como Guillermo Salcedo Contreras, Ricardo René Rodríguez Ramírez, Emilia Venegas, Santiago Centeno, Elisa Ramírez y Maggy Fregoso Ortiz se les ingeniaron para dejar en el PAN a hijos, hermanos o amigos. Esos son los hilos que se moverán este domingo en la convención panista.
Es el partido el único responsable, porque que bien puede ser indolencia institucional, al dar forma a situaciones curiosas como la de que la propia esposa e hijas de Arturo Dávalos Peña, el virtual candidato del MC a la alcaldía, estén en todo su derecho de reclamar su participación en el proceso interno del PAN. Carlos Murguía Cibrián hijo renuncio públicamente al PAN semanas atrás, pero nada, se da como un hecho que esté en posibilidad de poder acudir a votar. Si lo hace, su voto es seguro para Manuel González Farrera por una razón: su hermana Karina es parte de la planilla de Farrera.
Enemigos naturales por años declarados a Juan José Cuevas, como Ricardo Ponce Ibarría, Dulce Palmera, Jorge David Ibarría, Karina Murguía Cibrián tienen hilos familiares directos con operadores del MC. Los Canales, Toño y Daniel, intentaron acercarse al “peri” per algo no salió bien y rompieron acuerdos. Ahora, son piezas que se erigieron como la razón del discurso con se que se intenta anular a Cuevas. Al erigirse González Farrera y su planilla, como poseedores del sello de “nosotros sí tenemos palabra” es un mensaje directo a la fama de Cueva de ser un político que no sabe honrar su palabra.
La simbiosis bajo la cual intentan sobrevivir, el PAN y diversos de sus militantes es causa del interés que despierta la elección interna. Hasta divertido nos resulta observar que personajes que se sobreentiende no están cómodos en el PAN acudan a un evento de enorme relevancia para su vida interna. Y lo importante, capaz que la suma de su fuerza, de sus votos pues, inclinan en determinado momento el resultado de su proceso. Y el PAN, como partido, incapaz e impotente de establecer orden. Y respecto a los militantes, visto está que por iniciativa propia no darán el paso atrás. Lo sano es que --si ya no se están a gusto en un partido, y más aun cuando ya trabajas para otro partido--, te separes del primero. Ha y raras excepciones de políticos que se comportaron a la altura, acaso un Héctor Gallegos, Ignacio Guzmán, o la propia Candelaria Villanueva, la ex dirigente local, quienes se fueron por dignidad y no han regresado a hacer de las suyas.
REVOLCADERO
El presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Cesar Camacho Quiroz, designó a Antonio Lugo Morales como delegado especial del CEN en Puerto Vallarta, la misma figura bajo la cual condujo el proceso electoral en Bahía de Banderas el año pasado. La misión de Lugo Morales es conciliar, cohesionar al priismo vallartense pero sobre todo y ante todo, privilegiar la rentabilidad electoral de cada un de los candidatos a cargos de elección popular que el PRI postulará. Es decir, la experiencia que aportará Lugo Morales tendrá especial relevancia en el momento que el PRI revise y analice los perfiles de cada uno de los candidatos a regidor. Cada uno de los integrantes de la planilla que ya se sabe por anticipado encabezará Andrés González Palomera deberá cumplir como último y único requisito el garantizar rentabilidad electoral para así captar mas votos al partido. “Yo me sumo a los trabajos del priismo vallartense” comentó Lugo Morales al autor ayer martes por la mañana.***** El nombre de Gustavo González Villaseñor y una de sus obras que presume haber heredado, los estacionamientos subterráneos en los parques municipales, salieron a relucir en la memoria pública. Eso después de aprobar el pleno del Ayuntamiento dar en pago un paquete de terrenos municipales la deuda por un juicio perdido vinculado al estacionamiento en la plaza de El Pitillal. Se trata del estacionamiento concesionado al cantante Alejandro Fernández, hijo de Vicente Fernández quien reclamó diversos incumplimientos al gobierno municipal y como resultado, ganó un litigio por 120 millones de pesos. Gustavo González Villaseñor otorgó la concesión pero casi de inmediato, el siguiente alcalde, Javier Bravo Carbajal, también priista, se desentendió de caso y desconoció todo trato con el artista. Y ahora las consecuencias las paga el pueblo con la pérdida de varios terrenos desincorporados con los votos de los regidores emecistas y priistas que ahora sí se pusieron de acuerdo.***** Por cierto, el domingo 25 de enero saludamos por las calles de Ixtapa a Aarón Hernández y le preguntamos si era cierto que Gustavo González ya le había pagado los casi 100 mil esos que le debe por trabajos de pinta de bardas. Nos dijo que ni luces de su amigo Gustavo. Bueno, también votaron a favor los regidores del PVEM y del Partido del Trabajo, Agustín Álvarez Valdivia y Othoniel Barragán.***** El sábado, Valeria López anuncio sus sorpresiva dimisión a la precandidatura del PAN a la diputación local. El motivo que públicamente dijo la obligó a tomar esa decisión fue por su seguridad y la de su familia; “lamentablemente nuestro estado y nuestro país se encuentra en una triste situación” dijo al agradecer la confianza y apoyo.
