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Sábado, 05 Abril 2014 00:05

La feria de las traiciones según Paco el Opaco Destacado

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

En la asamblea del PAN de agosto de 2010 Ramón Guerrero Martínez destapó a Francisco Ramírez Acuña como candidato a la dirigencia nacional del PAN. Este mismo hombre, se presentó esta semana en la asamblea mensual de los panistas dejando el exhorto de acabar con “la feria de las traiciones”.

 

El Partido Acción Nacional vive una de sus peores crisis en Puerto Vallarta. El ex gobernador, varias veces diputado, ex secretario de gobernación al principio del sexenio de Felipe Calderón se dio cuente en la misma asamblea de haber hablado con sordos. Se regresó a Guadalajara con la clara idea de que los panistas vallartenses no tienen remedio. Como en Guadalajara. También como los panistas “del centro”, que en la capital del país chocan un día si y otro también.

El motejado como “el chino” vino a promover a Ernesto Cordero, el más calderonista de quienes compiten por la presidencia nacional de Acción Nacional. Paco Ramírez Acuña no se siente agraviado por los calderonistas con los que no pudo acomodarse en el equipo y pronto fue echado de la Segob. Aun más, da la sensación de pretender reivindicarse con el grupo, como queriendo repetir la hazaña del rancho de Abraham González Uyeda, cuando destapó a Felipe Calderón a finales de mayo del 2004. Vicente Fox apoyaba a Santiago Creel y a los días cesó a Calderón Hinojosa de la Secretaría de Energía. Fue cuando Ramírez declaro que “a mi, solo me regañan los jaliscienses”.

Pero en política todo cambia y en unos cuantos años. Ramírez Acuña está solo y abandonado por su grupo en el PAN. En menos de seis años se le acabó el poder político y regresa por donde empezó hace 40 años, rancheando para granjearse otra vez a la membresía. El alcalde Ramón Guerrero, quien lo presentó con los panistas en aquella asamblea mensual de agosto del 2010, se fue al Movimiento Ciudadano, una senda recorrida por cientos de panistas y que muchos otros se alistan para dar los mismos pasos.

En menos de dos décadas, el PAN cayó en desgracia y en efecto, por “la feria de traiciones” que aludió Ramírez Acuña, pero también por otra suma de “enfermedades”. El virus que ataca a los políticos tiene diversas causas y orígenes y múltiples explicaciones. Aquí en Puerto Vallarta, bastaron solo nueve años para que las traiciones afloraran entre los panistas.

Ramírez Acuña sabe de lo que habla. Él mismo traicionó al panismo vallartense cuando desde el gobierno del estado ordenó una agresiva compaña contra morosos. Personal de la entonces Secretaría de Vialidad y Transporte la emprendieron contra todo automovilista con deudas en el pago de tenencia, refrendos y otros. Cualquier contribuyente del estado que no estaba al corriente en pagos de impuestos estatales fue perseguido por la Secretaría de Finanzas. Todo cuando la campaña electoral por la presidencia municipal estaba en curso. Los panistas reclamaron a Ramírez Acuña pero no detuvo la campaña contra los contribuyentes. Eva Contreras Sandoval, la esposa del empresario Fernando González Corona, era la abanderada del PAN. El también dueño del periódico Tribuna de la Bahía había sido un formidable competidor en la campaña interna del PAN y Ramírez Acuña nunca se lo perdonó. Un día, en un poblado de la ribera de Chapala, Cornelio Ramírez se abalanzó con intenciones de agredir al aspirante llegado de Puerto Vallarta. El despliegue de recursos, económicos y humanos, del hotelero vallartense lo obligó inclusive a disponer de dinero de oscuro origen (un colaborador de campaña, confió al autor que tomó dinero público) para la compra de una flotilla de 60 camionetas Nissan, tipo estaquitas, para las precampañas de los Ramírez Acuña. Desde la presidencia municipal de Zapopan, José Cornelio, el hermano mayor del chino Ramírez, también hizo campaña y juntos cerraron la pinza para detener a González Corona. La campaña de Eva Contreras de González Corona se dará casi cuatro años después y desde el gobierno del estado, el mandatario se propuso hacer perder al PAN para quitarle el poder a González Corona, del que se refirió como un “mercader” por los locales de tiempo compartido dentro del aeropuerto.

El ex gobernador no es ningún improvisado en la política. En su foja curricular presume haber sido el diputado local mas joven en Jalisco. Es nacido en Jamay y alguna vez compitió por la alcaldía de Zapopan, perdió y fue regidor. Durante dos años y medio, en el sexenio de Alberto Cárdenas Jiménez, fue director de Sistecozome y desde ahí saltó a la alcaldía de Guadalajara. Como todos, esa fue su plataforma para después buscar ser candidato y gobernador. Desde su campaña se rodeó de traidores y uno de ellos, el actual coordinador de la bancada panista, el colimense Jorge Luis Preciado. Preciado fue dirigente de los jóvenes priistas en Colima pero cayó a las tentaciones, traicionó al gobernador Fernando Moreno Peña y se afilió al PAN. Fernando Garza, fue alcalde de Guadalajara, hacia equipo con Ramírez Acuña, quiso repetir y acabó por irse al PRD, acusando ser víctima de esa “feria de traiciones” que envilecieron al PAN. Quienes lo traicionaron fueron los del equipo de Paco Ramírez.

Fernando Guzmán Pérez Peláez es otro que está por irse del PAN. Ha sido repetida su queja de haber sido otra víctima de las traiciones del panismo. Como Alberto Cárdenas perdió la elección por la alcaldía tapatía, Fernando Guzmán perdió los comicios para gobernador, y en ambos casos, aducen la misma razón: traiciones.

Dos grupos de panistas que dominaron al partido, y a la vida política de la entidad, arrastran con el mote de “traidores”. Uno se formó y creció de la mano de Francisco Ramírez Acuña. Muchos se fueron al MC y quienes aun permanecen en el PAN, guardan distancia con el ex gobernador. Parece curioso pero a Paco Ramírez sus amigos fueron los primeros en tacharlo de traidor. Cuando gobernador, su secretario particular, Jorge Salinas quiso ser presidente municipal de Guadalajara. Perdió la elección. Todo el grupo, amigos y la familia, dijeron que Ramírez Acuña los traicionó. Eduardo Rosales Castellanos, ex dirigente del partido, cuñado de Salinas Osorio, tiene un pie dentro del MC y otro en el PAN. Es el multicitado “asesor” voluntario del alcalde Ramón Guerrero.

Cuando Ramírez Acuña estaba en la cima del poder político, la mejor definición que de él ha existido es la de ser el “panista mas priista”. A sus amigos, quizá hoy se les puede definir como los “panistas ciudadanos”. Abraham González Uyeda, el dueño de la lechera Sello Rojo, es otro panista con un pie en el PAN y otro en el MC. El más simbólico de sus amigos vallartenses, Jaime Ruvalcaba trabaja en el gobierno municipal. El alcalde, Ramón Guerrero fue otro de su casi extinto grupo político, al igual que el secretario general del ayuntamiento Antonio Pinto Rodríguez. Tal vez en todos ellos, también en Lalo Rosales, en Jorge Salinas, en los hermanos Cortes Berúmen, piense cuando habla de “feria de traiciones”.

Las traiciones en el PAN, al menos buena parte de éstas, llegaron del grupo de Ramírez Acuña. A veces las alentó, y a veces él mismo las cometió y no en pocas veces contra sus propios colaboradores. Si se trataba de negocia con los priistas, le gustaba aplicar la máxima aquella que dice, “los de casa son los primeros en sacrificarse”.

REVOLCADERO

Francisco Ramírez Acuña coordina en la entidad la campaña de Ernesto Cordero. Ha decaído tanto el liderazgo del ex gobernador que si tiene una cuarta parte de los votos de la militancia, será mucho. No es tanto el rechazo al senador Cordero sino al viejo panista de Jamay, la razón por la que el panismo jalisciense dará el voto a Gustavo Madero el 18 de mayo. ***** Desde cuando le dio su regañada, Vicente Fox no es santo de su devoción pero le refriteó su famosa frase del “yo por qué” cuando le pidieron interceder par resolver el conflicto post elección de la dirigencia local. Cierto es que “Paco el opaco” no es autoridad tiene facultad alguna para dirimir conflictos internos del partido pero sin duda hizo gala de su experiencia cuando le plantearon el problema. No quiso salir mal con nadie y se limitó, primero a torear a unos, y luego a escuchar los enconos personales de cada quien. Fue cuando se dio cuenta que el PAN en Vallarta tocó fondo, que tardarán años en levantarse, vio su reloj y apresuró el fin de su charla.***** Vaya, nos reportan de Bahía de Banderas que en una de esa, o decide renunciar a las tareas que su partido le ha encomendado, o los mismos priistas lo corren hablamos de Antonio Lugo Morales, delegado especial del CEN para el proceso interno del Partido Revolucionario en el vecino municipio. El trabajo del amigo de Gustavo González Villaseñor no tiene a nadie contento y encima de ello, la amenaza de registrarse una renuncia masiva no ha desaparecido. En Tepic ya dan por hecho que el PRI se desmorona en el prospero municipio del sur del estado Cora.

 




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