El actor principal de esta conspiración, tiene nombre y apellido: se trata del corruptazo ex tesorero de Bahía de Banderas, Juan Jaime Llamas Rivera, quien profundamente dolido porque la presidenta se fajó los pantalones y lo despidió del Ayuntamiento –entre otras cosas porque arrastra una investigación que todavía lleva a cabo la Auditoría Superior del Estado de Nayarit (ASEN)--, lleva a cabo toda una campaña para desestabilizar el gobierno de una mujer que, solo quiere hacer las cosas diferentes en esa demarcación vecina de Puerto Vallarta.
La arremetida contra Mirtha Villalvazo incluye un puñado de regidores traidores, varios medios de comunicación --a cuyos propietarios el ahora defenestrado tesorero les prometió jugosas igualas económicas y que fueron sepultadas por la actual alcaldesa—y también al contralor municipal, Martín García, quien ayer se comportó de una manera ruin y cobarde al acudir a una dependencia --a la que por lo regular acuden mujeres violentadas o a las que no se les respetan sus derechos--, al Centro se Justicia para la mujer, para denunciar a la presidenta municipal, dizque por “amenazarlo a él y a su familia”, por lo que el pobrecito hombre, mejor presentó su renuncia.
LA TRETA DEL CONTRALOR
La treta del ahora ex contralor, también forma parte de un plan cuyo objetivo es darle un “cabildazo” a Mirtha Villavazo; pues incluso han intentado persuadir al gobernador, Miguel Ángel Navarro Quintero, para que “quite” a la presidenta municipal.
Sin embargo, se han topado con pared, pues la primera edil no se ha dejado intimidar, ha actuado con mano firme –cual dama de hierro—y ha sorteado (con dificultades y todo) la conspiración que está bien orquestada por el ex tesorero municipal, quien, por cierto, ya no halla la puerta de tantos compromisos económicos que habría hecho a nombre del Ayuntamiento de Bahía de Banderas.
Tan solo hay que recordar que este sujeto, Jaime Llamas, contador público de profesión, fue tesorero del Ayuntamiento del municipio de Ahuacatlán, pero fue destituido al descubrirse que las cuentas de este señor no cuadraban, que faltaban alrededor de cuatro millones de pesos que presuntamente se habían esfumado de las arcas municipales y por cuyos hechos, todavía es investigado por la ASEN.
En el fondo, todo se trata de dinero, de recursos que la alcaldesa no está ni estaba dispuesta a derrochar ni a entregarles a manos llenas, y por eso se unieron los corruptos, para intentar inhabilitar a Mirtha Villalvazo; toda que es muy conocido en Bahía de Banderas que Jaime Llamas, cuando fungía como tesorero, se habría apersonado con proveedores y contratistas para llegar a buenos acuerdos y sacar tajada de su cargo.
No solo eso, sino que también colocó amigos y personas de todas sus confianzas en el Departamento de Compras, así como en el almacén.
LAS UÑAS DEL EX TESORERO
No obstante, Mirtha Villalvazo se dio cuenta del tamaño de las uñas y la ambición de Jaime Llamas, y puso un funcionario ajeno a sus gentes de confianza en el área de licitaciones; y ahí sí, el ahora ex tesorero tronó, ya no pudo hacer sus transas y comenzó a golpear por todos lados a la presidenta municipal (con violencia de género y toda la cosa) hasta armar todo un equipo de conspiradores.
Así las cosas, Jaime Llamas se alió con el síndico, Julio Robles y los regidores –eso se dice en Bahía--, José Antonio Placito, Lourdes Chiquete, Estefanía Lara, Lourdes Nieves, Irma Peña y Carmen León, para desestabilizar a Mirtha Villalvazo y tratar de inhabilitar de sus funciones a la presidente Municipal de Bahía de Banderas.
Una de las cosas que prometió Jaime Llamas al grupo de revoltosos, fue una jugosa compensación, un vehículo y acceso a gasolina gratis como la tenían sus antecesores, es decir, un mar de privilegios.
Aterrado, pero belicoso, Jaime Llamas arreció la embestida contra la mujer que gobierna el municipio de Bahía de Banderas, sobre todo por una nueva auditoría que comenzó en su contra la ASEN, pues todavía hace unas semanas, el señor Llamas tenía en su poder el control de las cuentas del municipio –con dispositivos para hacer transferencias bancarias y toda clase de movimientos financieros--, pero ya le amarraron las manos.
Las cosas están que arden en Bahía, porque, insistimos, la alcaldesa no se ha dejado intimidar por nadie, ni por medios pagados, aunque peguen de gritos en el cielo, pues ahora resulta que hasta periodistas se sienten “amenazados” y “hostigados” por la presidenta surgida de Morena.