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Domingo, 27 Abril 2014 18:43

Adrián Guerra, el candidato del MC

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Por Gerardo Sandoval Ortiz

En los tiempos que el panismo vivía sus mejores días en Puerto Vallarta, Adrián Guerra Padilla ocasionaría  la primera gran decepción, la derrota electoral en los comicios de 1996 en Bahía de Banderas. Los vallartenses se habían volcado a fin de extender sus dominios en los dos municipios con frente a la Bahía de Banderas. Las caravanas de vehículos regreso a Jalisco dejaron escapar expresiones de todo tipo; Adrián Guerra no hizo nada para ganar, dijo un panista con una frase que no se olvida: “parece trabajó para hacer perder al partido”.


 

En 1996, por segunda vez Adrián Guerra seria el candidato. Y por segunda vez perdió la elección. A diferencia de la primera vez, el panismo vallartense se midió a la hora de “asesorar” a candidato en Bahía de Banderas

Quince años después Adrián Guerra volvió por sus fueros y exigió al PAN la candidatura. Como desde siempre, tenía el respaldo de la familia Echevarría García y la red de amigos, compadres y recursos. La esa estaba puesta. La coalición no pudo ser posible pero vino luego el acuerdo de ir con el Partido de la Revolución Democrática y su  “alianza de facto”.

Casi nadie acaba por entender que ocurrió. Guerra Padilla anunció que se iba del PAN y que aceptaba competir por la alcaldía representando los colores del Movimiento Ciudadano. Hasta donde nos han dicho, el PRD estaba en el entendido de que con un cuadro perredista se dificultaba ganar y que el mejor candidato era Adrián Guerra. Le dijo al ganadero que lo hacía suyo y lo registraba. Negociaron prospectos para competir por las regidurías en cada demarcación. Adrián se quejó de que el PRD quiso imponerle candidatos. Por separado nos confirman que en efecto, hubo propuestas del PRD, siempre sujetos a discusión interna per que a todos rechazó Adrián. El  señor vetó a todos y sostuvo una posición en donde solo sus amigos podían ser candidatos. En esas se quedó todo porque al siguiente día Adrián Guerra se encerró con antiguos panistas, todos procedentes de Puerto Vallarta y pactaron el cambio de camiseta.

Los amigos de Guerra Padilla nos dicen que no es una mala persona el empresario de la cal y el cemento. Tiene amigos de todos los partidos y gusta pasar charola para financiar proyectos partidistas. Cuando la elección de 1999, la presidente estatal del DIF en esos años, Martha Elena García de Echevarría cargo con el financiamiento para una precampaña de tres años. No fue dinero de la Coca Cola, del Grupo Alica, si no recursos en especies que se le enviaba desde la capital del estado para repartir en paquetes de despensa y otros programas.

Si usted pregunta por los amigos de Adrián Guerra en Bahía de Banderas y sus poblados quizá escuche de los Lepe, de los Godínez, de los Cervantes, de los Palomera, de los Arreola, los Rivera. Es con ellos con los que ha hecho dinero y es con ellos con los que se ha “asociado” para acrecentar su patrimonio en todo el valle y mas adentro de la zona serrana. Nos contaba en vida don Benito Macedo los problemas que les ocasionó Adrián, Sebastián Arreola, Luis Godinez, hijos de tofos ellos cuando los ires y venires a los tribunales intentando crear el nuevo centro poblacional Rancho los Llanitos. El ahora candidato del MC les hizo la vida imposible. Con los veredictos de la autoridad agraria promovió y hasta armaron gavillas que fueron a quemarles sus humildes chozas. Don Benito ya murió en Tapachula pero sus hijos no se olvidan de todo lo malo que les hizo Guerra Padilla. Fue el principal opositor a la creación de todo un pueblo y ahora quiere gobernarlos.

En las últimas elecciones, ya sin ser candidato, Guerra Padilla ha sido una persona sin escrúpulos que le da igual pactar en lo oscurito acuerdos y votos, los suyos, los de su familia, los de sus trabajadores, para cualquier candidato. En público decía ser panista, como cuando le juró a Rodolfo Alvarez Tostado ayudarlo y a media campaña lo abandonó, acaso la segunda vez que el AN sintió que podía ganar Bahía de Banderas. Mas reciente, Adrián pacto en privado el apoyo  al médico Jaime Cuevas Tello, su vecino en San José del Valle. Antes y después, también apoyó en las dos ocasiones a Héctor Paniagua Salazar. En tanto rompe con el PAN con sus amigos priistas jamás ha roto relaciones. Con los priistas en el poder, Adrián ha consolidado su fortuna personal pues ha sido con ellos con quienes hecho jugosos negocios, siempre al amparo del membrete azul.

Debemos decirlo, no disponemos de ningún dato que nos permite siquiera presumir que Adrián Guerra ha pactado un negocio lucrativo con sus pares del MC. Solo establecimos hechos de la historia política reciente y parte de las movidas del personaje. Sin embargo nos indican que Adrián solo quiere hacer campaña pero que a él no le cuesta ni un peso. Los del PRD se le cantaron, “no hay dinero”, y le dijeron que el candidato se haría cargo del gasto. Creen que esa es la razón principal para hacerse a un lado. También creen que los del MC de Puerto Vallarta le prometieron toda la ayuda financiera y eso es del agrado de Guerra.

Si bien la relación no es de compadrazgo, Adrián no es enemigo ni del actual alcalde Rafael Cervantes Padilla ni del cuñado de este, José Gómez Pérez. Al primero es quizá al único panista (aunque ahora el charro de San José ya es otra vez priista). Alguna vez fue “socio” de los Padilla. Al lado del patriarca de a familia, don Gabriel Cervantes, combatió a los Macedo y a todos los solicitantes de tierra de Los Llanitos. Nunca quiso negociar los predios La Fortuna, El Conchal ni del Tecomate.

Hasta este momento solo hay alrededor de la figura del ganadero sospechas de que pudo haber negociado romper la alianza de facto para facilitar el triunfo electoral del PRI y sus amigos los Padilla-Gómez. Es con ellos con quienes ha hecho negocios en los últimos años. Le he ido bien con Rafa Cervantes. No se le ven ganas de ganar la alcaldía y todo indica que prefiere ayudar a que gane el PRI.

REVOLCADERO

Hay un dato adicional. El último “socio” en los negocios de tierra, es el neoterrateniente de Bahía de Banderas, Abraham González Uyeda. Ese es el hijo que acercó a Adrián Guerra con el alcalde vallartense, Ramón Guerrero Martínez. Es decir, no solo “administra” y fue representante de los intereses sino que hace mancuerna con el empresario panista de Tonalá, también con el suegro de éste, en la misión de amasar tierras para después hacer negocios.  ****** Y bien, José Gómez Pérez ya ve a la vuelta de la esquina su candidatura. Ya el siempre institucional, Omar Reynoso, le aplaudió. El médico Roberto Mejía Pérez y Héctor Santana se le arrodillaron. Ya también su cuñado Rafael Cervantes le hizo caso y no se para al lado en los eventos del partido. Sin embargo, la unidad revolucionario es simulada. Al último evento del priismo badebadense no se presentaron Héctor Paniagua Salazar, nadie de su grupo político. Tampoco acudió al llamado el médico y también ex alcalde, Jaime Cuevas Tello. Paniagua sigue al pendiente en el tramado panista y puja para consolidar un frente antiPRI, un bloque donde quepan priistas, panistas, perredistas, y todo aquel que no tenga tratos con los Padilla-Gómez.*****  Sin embargo, el PRI parece estar enviando mensajes de tibieza. No se anima el tricolor mandar el mensaje de que ya se decidió entregar la candidatura a José Gómez. Pero todos saben que el cuñado incómodo del alcalde Rafael Cervantes es el bendecido. El PRI ya no tiene margen de vuelta y los priistas lo saben. Imposición o no, que si lo es, ya es por demás esperar encuestas o sondeos. Ya es tiempo de que empiecen a trabajar en el siguiente plan, el de neutralizar costos de una campaña en la que sacarán a relucir toda el cochinero que en su corta vida tiene el virtual abanderado. En una de esas, capaz y se le aparece, El Coyote, a reclamar la deuda de aquella bailada que acabó a granadazos. El anfitrión aquella velada musical, el dueño del negocio, fue Pepe Gómez.

 

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