Trabajadores como Mario Emilio Obeso García, Brenda Tatiana Rodríguez, Andrés Humberto García, Alonso Ramos, Erick Martín de Jesús, entre otros, son los empleados afectados por el presunto abogado Jerry Coats, quien el año pasado también corrió sin justificación alguna y de forma grosera y prepotente y en estado de ebriedad, a la persona que fungía como gerente, Josué Benjamín Berges Zavala, que a su vez lo demandó ante la Junta de Conciliación y Arbitraje.
Pero como Jerry Coats se sentía muy poderoso y protegido hasta hace poco por el diputado federal del Movimiento Ciudadano, Luis Ernesto Munguía –de quien presume ser su operador político—no le importó dejar sin aguinaldo a los meseros y cocineros del “Spankys”, a quienes no les dio la cara, sólo cerró las puertas del antro y se fue sin avisar. Por teléfono les prometió que pronto les pagaría, cosa que no ha sucedido hasta el momento.
Los trabajadores están muy molestos porque Jerry Coats no les dio ningún adelanto de sus quincenas pendientes ni tampoco un peso de aguinaldo con la venta que hizo de todo el mobiliario del negocio, pues remató desde sillas –algunas se las vendió al bar Pekado--, ventiladores, lavabos y equipo costoso de cocina, aires acondicionados y sonido.
LAS VACACIONES DE LA BURLA
La molestia de los empleados fue mayúscula, al enterarse de que Jerry Coats se fue de vacaciones a Las Vegas a principios de enero, justo cuando quitaron los letreros del “Spankys” del edificio que está en la calle Prisciliano Sánchez 605 interior 08 de la colonia Albatros; y todavía se dio el lujo de subir fotografías a su muro de Facebook sobre sus dorados días de asueto en el extranjero, como si se estuviera burlando de los trabajadores, quienes no tuvieron una feliz navidad por falta de pagos.
Todavía más indignación ha causado a los trabajadores, el hecho de que Jerry Coats presuma su vida de lujos en las redes sociales, donde es muy dado a publicar fotografías donde se va de pesca en yates, mientras que los afectados lo buscan todos los días para que les pague, pero no les contesta el teléfono o los deja en visto en los mensajes de WhatsApp.
Ha sido tan nefasto el comportamiento de Jerry Coats con los empleados, que no permitió que algunos de ellos sacaran sus cosas personales del establecimiento, sólo cerró y le dijo a la contadora que le había entregado las llaves al dueño del edificio.
Antes, los traía mareados con el cuento de que estaba a punto de hacer un súper negocio al traspasar el bar a un importante empresario, y que de ahí a todos les iría muy bien, cosa que nunca sucedió.
A SALTO DE MATA
Jerry se esconde cada que puede, no enfrenta el problema y lo requieren para que pague unos 70 mil pesos de sueldos y aguinaldos, que junto con las liquidaciones suma una cifra de alrededor de 224 mil pesos, pero él anda a salto de mata con los empleados, no se deja ver ni responde lasa llamadas, por lo que decidieron pedir la intervención del sindicato que tiene el contrato colectivo de los trabajadores, el denominado “Sindicato de Oficios Varios” de la CTM que preside el ex regidor Fernando Flores Sosa.
Consultado al respecto, Fernando Flores dijo que están buscando una reunión con Jerry Coats para que pague todo lo que se les debe a los empleados, esa es la intención.
Por lo pronto, se sabe que este viernes Jerry Coats prometió acudir a la CTM para ver este asunto, pero se teme que no cumpla y no asista a la cita, por la falta de palabra que le caracteriza.
Jerry Coats se ha visto envuelto en muchos problemas desde que se asoció con el norteamericano Paul Spanko y comenzó a operar el bar “Spankys” a mediados del año 2016, ya que también le debe mucho dinero a Fernando Gómez –quien ahora trabaja en el nuevo antro Pepe El Toro de Península--, a quien le quedó a deber varias quincenas, aguinaldo y su liquidación, de un salario que oscilaba en 15 mil pesos mensuales, pues fue quien fungió como gerente en la última etapa del bar.
EL NAUFRAGIO
La mala administración, la firma de pagarés que no se liquidaron y el aumento del precio en las bebidas –cervezas que de 20 pesos las subieron a 32— y el cobro de las mesas de billar (que antes no se hacía) orillaron a los clientes a ya no acudir al bar; y de ahí comenzó el declive de este negocio que prometía mucho, pues era muy visitado por jóvenes de todas las edades, pero finalmente tronó y dejó sin empleo a varias personas y sin sustento a muchas familias.
Por si esto fuera poco, Jerry Coats fue señalado por el esposo de una clienta del Spankys de haberla presuntamente hostigado y “drogado” con bebidas que le invitó a su mujer y a sus amigas, según se puede leer en una queja que todavía está en la página de Internet de Spankys.
El quejoso, Bernardo Román Cosme Villaseñor, posteó lo siguiente en la sección de comentarios:
“Pues tengan cuidado, el supuesto Gerente un Tal "JERRY", intento drogar poniéndole algo en la ronda de cervezas que él mismo les invitó de su bolsa, a un par de amigas y mi esposa, que, a pesar de decir estar casado, de morboso, maniaco y acosador no lo bajaron. Fue tanta su incomodidad que tuvieron que retirarse del lugar. Se realizaron una prueba de sangre todas para identificar cuál fue la sustancia que el tipo utilizó y poder levantar la demanda correspondiente en la procuraduría”.
