En la reciente elección, se difundió un panfletillo en donde se decía que el 86% de los candidatos de Morena procedían del Partido Revolucionario Institucional. Es falso el dato pero se aproxima a la realidad. Morena y su aliado, el Partido del Trabajo fueron los partidos que más priistas postularon.
Sin ninguna duda, es con Morena donde más se identifican los priista. Ya muchos de ellos recorrieron esa ruta y otros están en proceso de analizar la invitación. En Jalisco se advierte un proceso de aceleración del fenómeno de chapulineo por una razón simple: Carlos Lomelí ya está trabajando en repetir su candidatura a gobernador. Solo repite la estrategia de Andrés Manuel López Obrador, de sumar y sumar adeptos y sin son priistas, bienvenidos.
A finales de julio, la diputada local del PRI en ese momento, Victoria Anahí Olguín Rojas anunció su incorporación a Morena. Antes de ser diputada, fue regidora en Guadalajara (2012-2015) y antes jefa de departamento en Desarrollo Social. Dijo lo de siempre, haber descubierto que se identificaba con el proyecto de Andrés Manuel López Obrador, de Morena, en lo suyo, en su lucha por los derechos humano y contra la desigualdad. En fin, rollo y más rollo.
En esa anterior legislatura local hubo cuatro diputados de Morena. Y todos, todos, fueron cuadros hechos en el PRI. La doctora Martha Villanueva Núñez brincó del Movimiento Ciudadano a Morena pero sus antecedentes políticos destacan su trabajo en el Sector Popular del PRI desde la década de los 80. Claudia Delgadillo aspiraba por el PRI a ser candidata a alcalde en Guadalajara, le negaron la candidatura y saltó a Morena.
Hugo Rodríguez Díaz, también es médico y es dos cuadros más notables “”pirateados” al PRI por los morenos. Fue presidente municipal de Ixtlahuacán, diputado pos primera vez del 2001 al 2013 y de ahí salto a la diputación federal para volver a regresar al Congreso local. En Zapopan fue regidor y regresó a diputado local hasta concluir hace dos semanas.
A Hugo Rodríguez se le atribuye haber sido el conducto de las negociaciones de Ramón “el mochilas” Guerrero Martínez con operadores morenos. Las pláticas se rompieron debido a que “el mochilas” quería designar a todos los candidatos a alcaldes del distrito 05 y Carlos Lomelí se opuso.
Las crónicas periodísticas dieron cuenta de un comentario de Hugo Rodríguez: habrás nuevas incorporaciones en los próximos meses de priistas a Morena. Dijo que en ese éxodo había varios diputados electos.
Para mayor coraje de nuestros amigos morenos, los priistas jaliscienses se preparan para una lenta pero prolongada invasión a Morena. Se sienten cómodos ahí. Carlos Lomelí los ha invitado y no necesita pedirle permiso a nadie. Él está en lo suyo y tratará de emular a su gurú, Andrés Manuel López Obrador, exonerando a los malvados y corruptos priistas que saquearon a Jalisco.
Los priistas reclutados del paquete de cuatro anunciado el lunes no son cualquier cosa. Va ahí Nicolás Briceño López quien hasta hace un mes y una semana se desempeñó como alcalde de Mascota. La suerte de éste hombre estaba echada desde su berrinche para ser candidato a reelegirse.
En principio, el PRI se decidió por la Síndico, Grissel Nallely Ortiz Ortega, una abogada y familiar del cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega. El Instituto Electoral y de Participación del Estado hizo público su registro de única precandidata. Nico Briseño se opuso y reclamó para él la candidatura. Obligó a su partido dar marcha atrás pero en ese proceso se confrontó con todo el priismo. También la iglesia la retiró el respaldo. El ex alcalde Alvaro López advirtió a su partido con un “si va Nico, conmigo no cuenten… buen, cuenten conmigo pero en contra”. Con Nico Briseño, el PRI perdió la elección.
El ex diputado federal, David Hernández Pérez es el pez gordo de los cuatro priistas que saltaron al carril moreno. Es hechura del último dinosaurio y cacique priista, Alfredo “el güero” Barba, que en Tlaquepaque tiene su feudo. Quiso ser alcalde pero los Barba nunca se lo permitieron y ahora prefiere irse a Morena y por ese color apunta a esa candidatura.
Su trayectoria política lo describe como un priista de convicciones, formador de cuadros priistas. Fue presidente del ICADEP, el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político del tricolor. Coordinó cursos especiales en la llamada Escuela Nacional de Cuadros. La primera vez que fue legislador federal coincidió con Javier Bravo Carbajal ene ya lejano 2003-2005. Había sido jefe de Seguridad en el Trabajo y Clasificación de Empresas entre 1995 y 1997 y con esa carta de presentación hizo trámites para ser delegado del IMSS en Jalisco. Le cerraron la puerta y analizó posibilidades más allá del PRI. Con Carlos Lomelí cerró el trato y “aportarán su experiencia”.
El ex priista y ahora neomoreno no precisó qué trata de decir con ir a Morena a “aportar su experiencia” al proyecto de López Obrador. Pareciera ya confesar que aportarán esa experiencia en el gobierno federal, quizá en la delegación Jalisco del IMSS.
En otras circunstancias, cualquier chairo estaría indignado con el arribo de priistas que llevan su experiencia en apoyo a la Cuarta Transformación. “Experiencia de robar” dirían indignadísimo.
Pero no. No hay capacidad ni valentía de los morenos de la tierra del mariachi, tampoco de los vallartenses, para reclamar airadamente, repudiar o contrariar a su mesías Lomelí. Como en el plano nacional nadie contradice a don Amlo, acá no se animen a gritarle a Lomelí que ya cierre las puertas a esos oportunistas del PRI que llegan por racimos y en su momento se les premiará.
No sabemos si al franquisitario de Morena en Jalisco le dará resultado abrir puertas de par en par a los priistas. A bajo, las bases morenas nos presumen haber echado a la calle y desplazar del gobierno a una bola de banditos priistas y panistas. Esos del “Prian son saqueadores y corruptos” enjuician. Eso les vendió en campaña López Obrador. Eso replicó en su campaña Carlos Lomelí. Los seguidores les aplaudieron a rabiar.
¿Morena es distinto al PRI y a los demás partidos políticos? Probablemente existan serias diferencias del partido de AMLO. Pero diferencias de fondo no se observan. No las puede haber cuando Morena es un partido fundado y poblado por una clase de viejos políticos que han dado el salto al agotar sus oportunidades en el PRI. ¿O acaso Claudia Delgadillo se fue del PRI cuando supo que no sería candidata a presidente de Guadalajara. Es igual con David Hernández que en el Tlaquepaque del “Güero” Barba jamás sería candidato por el tricolor.
En el PRI más que en ningún partido se exige disciplina institucional. En la costa vida Morena, desde su fundación hay un adoctrinamiento. Cada decisión de su líder, cada candidatura, se acepta a ciegas. El que no, tiene las puertas abiertas. Se puede ir y otros llegarán.
¿Los priistas, en serio no llegan a Morena por un hueso? Se les puede o no creer. Lo cierto que traen una formación en un partido, sí se disciplina institucional, pero en el que cada tres años hay un intenso revoloteo por las candidaturas. Es el PRI de los sectores y organismos adherentes. Todos quieren su taja. Son pacientes una y otra vez. Pero en un PRI sin futuro inmediato escasean las oportunidades y la paciencia atrapa a su militancia. Si le añadimos que muchas de esas candidaturas se dan a los juniors el agravio es grosero y se van a buscar nuevos horizontes. De ellos se robustece Morena.
Revolcadero
Nos llama la atención que una de las fugas del PRI es la del charro Humberto Rivera Castañeda. Fue dirigente de la CNC, el llamado Sector Campesino del PRI en Zapopan. Fue secretario general de la CNC en el estado. También fue regidor en Tlajomulco de Zúñiga, naturalmente, por el PRI. Es hombre de campo. Tiene aspiraciones políticas ahora en Zapopan y decidió irse del tricolor porque ya no vio futuro y está seguro que Morena hay futuro. Viene de familia charra. Su hermano, el médico Jorge Octavio Rivera fue alguna vez presidente de la Unión de Charros de Jalisco, hace algunos años. El cuarto de los cuatro que el lunes dijeron adiós al PRI es Esteban González Mora. Él trabajó en el Sector Popular. En Zapopan era dirigente de este membrete.******El secretario general del Ayuntamiento, Víctor Manuel Bernal Vargas estampó su firma para darle forma legal con el gobierno del estadio al Convenio para Evitar la Violencia y Revictimización Contra la Mujer. Dicho convenio obliga a implementar esfuerzos de colaboración institucional entre las dos entidades públicas en beneficio de la mujer. La atención especializada a las víctimas será a través del centro de Justicia para las Mujeres, que en breve estará funcionando en Puerto Vallarta. Víctor Bernal informó que el convenio deriva de las reformas a la Ley de Acceso de las Mujeres a y una Vida Libre de Violencia en el Estado. Destacó que se dignificará a las mujeres que sufren de violencia familiar, sexual o por razones de género. El funcionario subrayó que se fortalecerá la capacidad de denuncia, se promoverá el acceso a la justicia y se brindará atención integral a las mujeres. En esta tarea de dar seguimiento a cada caso, se involucrarán diversas dependencias, como el Instituto Municipal de la Mujer, Servicios Médicos, la Policía Municipal, jueces municipales y el Sistema DIF. ***** Por cierto, en su edición del miércoles el diario de circulación estatal, Mural publicó un comentario en el cual se sugiere que el ex diputado local del Revolucionario Institucional, Hugo Contreras Zepeda de Ciudad Guzmán está en vías de anunciar su adiós al PRI. Y todos acertaron, enseguida hará pública su decisión inmediata incorporación al Morena. Se añade que “el próximo coordinador de Morena, Carlos Lomelí” lo invitó a Morena. Hugo Contreras tampoco es cualquier priista. Hasta hace unos días fue el presidente de la mesa directiva del Congreso del estado. También fue líder coordinador de los de la fracción de diputados del PRI. Ha, también fue presidente del Coité Directivo Estatal del PRI. Ni modos que se vayan a ser de adorno y creerles que no se acomoden en alguna chambita. ¿O de veras sí, se irán de a gratis al Morena?