Por VLADIMIR ROTHSCHUH

Luis Villoro tuvo un último deseo, heredarle a su hijo Juan, su “escaño” en el Colegio Nacional. No hay cargos nobiliarios en esa institución, sino méritos propios acompañada con la senaduría que respalda una obra y un estilo. Luis Villoro convenció a las autoridades del Colegio Nacional, antes de morirse quería ver a su hijo ahí. Y se rindieron ante su demanda “pre mortem”, calzaron a Juan en el organismo, unos días antes que su papá falleciera. Los adversarios de la CNTE, suelen reprocharle que sus puestos los hereden a sus hijos y nietos, como si se tratara de  bienes consanguíneos siendo puestos del servicio público. La reforma peñista en la educación acabó con la propiedad de la cátedra en las aulas de la SEP, ni se heredan las plazas, ni se ganan de automático como normalista, ahora se concursan. Los Villoro, en cambio, hicieron lo inimaginable: que en la recta final de Luis, Juan heredara su curul en el Colegio Nacional. El mecanismo no fue así, le abrieron lugar a Juan con la esperanza de que ahora sí, Luis cumpliera sus sentencias de décadas perdidas. Como filósofo pudo escribir un tratado de varios tomos sobre la enfermedad cual  ariete metafísico y materialista. Desde que lo conocí en los años ochenta estaba enfermo y prosiguió con sus males. Era curioso cómo el decaimiento era un poderoso ariete que abría puertas maestras, no había que llevarle la contraria porque cada sentencia o petición suya era un último deseo, pasó décadas adelantando crónicas de su muerte y consiguiendo lo que deseaba. Era obvio que no podía Villoro,  publicar un tratado y menos un opúsculo  de sus experiencias personales entre filosofía y enfermedad. Ojalá sus obras póstumas recojan los ensayos privados que podrían revolucionar lo que más apreciaba: la filosofía como arte de la vida.

Reiteró que el estar en constante comunicación con las familias y los Presidentes municipales, ha sido clave para construir una agenda común para encontrarle solución a los problemas.

El miércoles pasado, día 05 cinco de Marzo del año 2014, ambas ofendidas (menores de 14 y 15 años de edad respectivamente), se dirigían hacia la secundaria técnica número 149, que se ubica en la colonia Ramblases, por lo que abordaron un camión del trasporte público, de la tuta 03, y al subir al camión se sentaron en la parte posterior del camión, en lo asientos que quedan cercanos a la puerta de descenso.

Están implicados en el hurto a una casa habitación

Tres hombres que presuntamente se dedicaban a hurtar autos y que operaban en el municipio de Tepatitlán de Morelos fueron consignados por el delito de robo calificado y robo calificado en grado de tentativa, pues también participaron en el robo a una casa.

La impartición de la justicia es un compromiso del Presidente de la República Enrique Peña Nieto, y de los legisladores de la fracción parlamentaria del PRI, indicó el legislador vallartense.

En complicidad de otros sujetos cometió robos con violencia en colonias como Jardines Vallarta, La Estancia y Jardines de la Patria