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La Redacción

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REYNOSA, 17 de agosto.- Medios estadunidenses informaron la mañana de este sábado sobre la captura del líder del Cártel del Golfo, Mario Ramírez Treviño, alias "El Pelón", también conocido como el "X20".

Sábado, 17 Agosto 2013 05:19

La huella de Caro Quintero en Chihuahua

En la papelería de la familia Carrejo, en el centro de la ciudad de Jiménez, Chihuahua, aún recuerdan los tiempos en que Caro Quintero era el ‘narco de narcos’. Lo recuerdan porque la calle que cruza frente al local estaba recién pavimentada, la tienda de ropa ‘La Sensación’ daba empleo a unas veinte personas, y la Papelería Carrejo nunca estuvo como hoy, habitada solo por la propietaria y un par de moscas.

Lo mismo recuerda Jorge, el dueño de la Barbacoa González. Y Ernesto, el de la carnicería dos locales más adelante.

Fue esta ciudad de 38 mil habitantes la que dio de comer y de vestir a los 7 mil obreros de Rafael Caro Quintero forzados a trabajar en un rancho que como mínimo medía mil hectáreas.

Erróneamente llamado Rancho Búfalo, este extenso terreno donde ahora se siembra chile jalapeño, cebolla y nuez, jamás tuvo nombre. El Búfalo es el nombre del pequeño poblado sin pavimentar, de apenas unas 80 casas viejas, que está unos 20 kilómetros antes de encontrarse con la gigantesca planicie.

Este pueblo, de unos 300 habitantes, está a unas cuatro horas al sur de la ciudad capital de Chihuahua, entre las ciudades de Camargo y Jiménez. Para llegar aquí hay que recorrer una carretera paradisiaca bordeada por álamos y nogales, protegida por un cielo abierto, y tras unos quince minutos de camino, la carretera termina en el muro del Bar Búfalo Bill, una antigua cantina al estilo del Viejo Oeste, señal de que se ha llegado a Búfalo, Chihuahua.

Tras las últimas casas de adobe del poblado, se extiende el campo entre los senderos de terracería. Hay que recorrer unos veinte minutos cruzando un ancho río y dando izquierdas y derechas que solo un local puede adivinar, para llegar a uno de los dos ranchos que fueron propiedad del ‘narco de narcos’ Rafael Caro Quintero.

La entrada, antes usada a manera de fachada, es una serie de pequeñas construcciones, ahora habitadas por una familia de ejidatarios de Búfalo. En otros tiempos eran utilizadas por los más de 7 mil empleados del narcotraficante dedicados a sembrar, cortar y empaquetar las miles de toneladas que se producían en su otro rancho, El Álamo, perdido unos kilómetros más al norte.

Si uno sube a la punta de la vieja cisterna de agua que provee del servicio a estas construcciones, se da cuenta que mil hectáreas, más que un número con muchos ceros, son unas montañas al fondo, difuminadas por su lejanía. Allá termina “el famoso rancho”. El rancho empaquetador de Caro Quintero.

EL RANCHO DE MANZANAS

Cuentan los jimenenses que todos los días bajaban camiones desde esas montañas para abastecerse de carne, tortillas y ropa para los trabajadores que “colectaban manzanas”.

Jorge González es un hombre de algunos 45 años, de cuerpo grande y dueño del local de barbacoa que lleva su apellido, establecido por su padre en 1951. Lo que más recuerda de aquel entonces es la cantidad de carne que pedía la gente de Caro Quintero: “Todos los días bajaban, cargaban de aquí unas cinco cajas de carne, y de otras dos o tres tiendas más, lo mismo. Cerrábamos temprano porque sacábamos lo del día en unas horas”.

El local que heredó Jorge es de apenas unos cuatro metros cuadrados más una pequeña cocina. Aún conserva la fachada histórica afrancesada. Pero a pesar de su pequeñez, es la barbacoa más consumida en Jiménez.

“Llegaban a las tortillerías y compraban todo lo que tenían. En los abarrotes también arrasaban con todo, igual en las tiendas de botas y cintos. Los vaciaban, les compraban todo. Entonces los vendedores tenían que resurtir otra vez”, dice emocionado, como viendo el tiempo regresar.

“Era mucho el dinero que dejaron en Jiménez”, se repite mientras corta la barbacoa en automático, sin mirarla.

LOS COMPADRES

Hace 28 años, en estas mil hectáreas vendidas a Caro Quintero por hombres de apellido Muriel y Monarrez, comenzó el final de la vida de un hombre y de la carrera de otro.

El primero era Enrique ‘Kiki’ Camarena, un agente estadounidense de la Agencia Antidrogas (DEA) que, a la vez que descubrió este rancho, encontró su muerte. El segundo era Rafael Caro Quintero, dueño de estas tierras que hasta el frío noviembre de 1984 olían a la fresca mata de la marihuana, y acabó su carrera cuando mandó matar al primero.

Cuando se está en estas tierras, bajo el amplio cielo, entre el olor del pasto húmedo y un silencio que suena verde, es difícil creer que sea este el epicentro de 10 mil toneladas de marihuana, 7 mil trabajadores esclavizados y el asesinato de un padre estadounidense. Pero para la gente de Caro Quintero es muy sencillo: fue una traición.

Un hombre que prefiere que en el texto se le llame solo con su inicial, D, trabajó estas tierras para ‘el narco de narcos’. Confiesa que nunca lo vio en persona, pero que lo admiraba como se admira a un cantante de pop o a un escritor.

“La traición se paga, y fue por el rancho y no por nada más que mataron a Kiki”, afirma con un tono severo, renegando de la pregunta de por qué decidió Caro Quintero asesinar al agente.

“Se llevaban de compadres. Le dio su confianza, igual que (Miguel) Félix Gallardo y (Ernesto) El Neto (Fonseca)”. Lo vuelve a decir: “la traición se paga caro”.

Enrique Camarena, era un mexicoamericano nacido en Baja California, naturalizado estadounidense y miembro de la Marina norteamericana. En 1981 la DEA lo asignó a Guadalajara, Jalisco, con la tarea de infiltrar las redes del narco. Tres años más tarde, el mismo Caro Quintero le llamaba ‘compadre’. Camarena le había prometido impunidad desde el sur hasta el centro del país y se lo cumplió en suficientes ocasiones para ganarse también a los socios de Quintero, Miguel Félix Gallardo y Ernesto Fonseca.

Pronto le contaron de los dos ranchos, del avanzado sistema de riego, del proceso de empaquetado, de los 12 camiones diarios y de los 8 millones de dólares que se ganaba en cada viaje a los Estados Unidos. Camarena avisó a sus jefes, Phil Jordan uno de ellos, director del Centro de Inteligencia de El Paso, en Texas (EPIC). “Kiki Camarena sabía que los narcos seguían sus pasos mediante la DFS (Dirección Federal de Seguridad). Yo supervisé sus investigaciones en México y nos vimos nueve meses antes de que lo mataran, y me dijo: no pasa nada, son agentes de la DFS que quieren ver qué andamos haciendo”, relata Jordan. Pero no era tan sencillo. Quintero ya sospechaba de algo.

Camarena sobrevoló el rancho junto al piloto Alfredo Zavala. La DEA dio aviso al Ejército Mexicano y para noviembre de 1984 el negocio entero estaba en llamas. Se quemaron más de 10 mil toneladas de droga en los predios de El Búfalo, y se destruyó el costoso equipo de riego instalado en el Rancho El Álamo.

Quintero estaba en su natal Badiraguato cuando se enteró de la pérdida. El primero que vino a su mente fue Kiki, “el compadre”. Mandó llamar a Juan Ramón Matta Ballesteros, un hondureño que servía como contacto en Colombia para el tráfico de cocaína.

“Caro Quintero le dijo que investigara por qué el Ejército sabía tanto de ese rancho y de todo el dinero que se movía”, relata Jordan.

Y luego la confirmación: es él, es un espía de la DEA. Caro Quintero pidió que fuera secuestrado, torturado y asesinado. Y así fue. Alrededor de las tres de la tarde del 7 de febrero de 1985 una camioneta bloqueó el paso a Camarena y a Zavaleta, que caminaban frente al Consulado de su país en Guadalajara. Les dijeron que el Comandante los quería ver. “Kiki se imaginó que algún comandante de la DFS, con quienes se veía seguido para acordar movimientos. Pero era el Comandante Quintero”, explica Phil Jordan. El 5 de marzo del mismo año fueron encontrados los cuerpos de Camarena y Zavaleta en un pequeño pueblo con el nombre de La Angostura, en Michoacán.

Dicen que Caro Quintero no quería matarlo. Que solo quería darle “una calentadita” para que dijera a quién había entregado información y qué tipo de información. Pero a su gente se le pasó la mano. Dicen que cuando se enteró, Quintero comenzó a lagrimear. Sabía que era el fin de aquel título que le había costado, el de ‘narco de narcos’. Huyó a Costa Rica. Según documentos de la época, partió del Aeropuerto Internacional de Guadalajara el 17 de marzo de 1985, 40 días después de la muerte de Camarena. Para la tarde del 4 de abril, las manos de Caro Quintero ya estaban atadas y salía en avión de regreso a México donde recibiría 40 años de prisión.

Sin embargo Caro Quintero fue un hombre bendecido por las leyes mexicanas: a Quintero le tocaban 199 años de prisión, pero la legislación mexicana de 1985 impedía sanciones mayores a 40 años. Se buscó inútilmente su extradición por que la Suprema Corte de Justicia Mexicana solo avalaba entregas temporales. Con 10 años de condena por delante, Quintero recibió su última bendición la madrugada del pasado viernes 9 de agosto: debido a que fue juzgado bajo el fuero Federal, y su víctima no tenía calidad diplomática o consular, finalmente quedó libre. (Blog del narco)

El Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje  y Alcantarillado de Puerto Vallarta (SEAPAL), continúa atendiendo las diversas demandas que exige la población, “nuestra área operativa tiene muy claro el compromiso de garantizar la atención de los imprevistos que puedan surgir sin importar la hora, evitando la afectación del servicio en el menor tiempo posible y optimizando recursos materiales  y de  mano de obra”, comentó César Abarca Gutiérrez, director del SEAPAL.

Señaló que regularmente existen tiempos estimados de obra, aún cuando los imprevistos impiden asegurar hora de conclusión, sin embargo “la prioridad es informar a través de los diversos medios de comunicación avances o contratiempos en los trabajos para que la ciudadanía tome sus precauciones”.

Al respecto, la Subgerente de Operación, Merced Venegas Parra, informó que durante la semana, se atendieron distintas obras en diferentes puntos de la ciudad, destacando los trabajos de reposición de línea de agua potable en la Avenida Politécnico Nacional hasta el cruce con la Avenida México.

Destacó que dichas obras se prolongaron debido a complicaciones en los trabajos realizados, ocasionando faltas de agua de manera alterna durante el transcurso de los trabajos  en las colonias Villa del Mar, Jardines del Puerto, Arboledas, Villas del Puerto y Agua Zarca.

Al respecto mencionó que “son trabajos necesarios para el beneficio de la ciudad y de la población de Puerto Vallarta; ya que instalarán una línea de agua potable nueva en el lugar, debido a que la anterior se encontraba obsoleta, las molestias son temporales, pero los beneficios serán permanentes”, enfatizó.

Asimismo, informó que a pesar que la obra física la está realizando una empresa privada, SEAPAL Vallarta tiene como tarea, supervisar de manera permanente, todo movimiento de infraestructura hidráulica o sanitaria que se lleve a cabo en la ciudad, con la finalidad de verificar la calidad de los trabajos que se estén desarrollando.

Por otro lado, SEAPAL Vallarta continúa con los trabajos de mantenimiento en la red de drenaje sanitario en la zona centro de la ciudad, con la intención de prevenir contingencias.

Las cuadrillas del organismo trabajaron durante la semana en las calle Perú y Guatemala dónde la red de drenaje presenta un estado de deterioro avanzado debido a que cuenta con más de treinta años de funcionamiento, “se colocaron cuatro tramos nuevos de tubería, alrededor de veinticuatro metros,  el lugar es profundo y arenoso, esto genera un alto grado de dificultad en las maniobras”.

Detalló que el pasado viernes, el Departamento de Recolección de Aguas Residuales de la paraestatal, terminó con los trabajos de reposición de tubería en el lugar, así como relleno y compactación de la calle, por lo tanto solo resta esperar para el correcto fraguado del concreto y se espera que el próximo lunes, se de la reapertura a la circulación vial.

Asimismo, destacó el apoyo recibido por parte del Ayuntamiento de Puerto Vallarta a través del área de Tránsito Municipal que otorgó los permisos necesarios para el cierre a la circulación vial debido al tipo de reparaciones a realizar.

A un día de haber llegado a la región, Sandra Ávila Beltrán, mejor conocida como “La Reina del Pacífico”, será trasladada en las próximas horas a la Ciudad de México desde el aeropuerto de El Paso en medio de un operativo especial, de acuerdo con versiones extraoficiales.

Este jueves 15 de Agosto fueron localizados en el estado de Michoacán, la señora Analí Pompa Méndez de 23 años de edad y  sus hijos Diego Alín  Chávez Pompa de 6 y Katia Carolina Chávez Pompa de 4, quienes se encuentran sanos y salvos con sus familiares.

A nombre de la Comisaría de Policía Preventiva y Vialidad, así como del oficial de vialidad Ramiro Chávez Gallegos esposo y padre de los arriba mencionados, se agradece el apoyo a los medios de comunicación y a todas las personas que ayudaron en la difusión de la información para localizarlos. Mil gracias.

El Diputado Gustavo González Villaseñor acudió al municipio de San Sebastián del Oeste donde realizó el corte de listón inaugural de la Expo Venta Artesanal Soyatán 2013, con el fin de apoyar el arte y la cultura, así como respaldar el trabajo de los  grupos de artesanos en su desarrollo y la mejora de su economía.

"Para que nuestros niños y jóvenes sigan estudiando, impulsé la Reforma Educativa, con la que garantizamos mejores maestros, se eleva la calidad de la educación, se crea un organismo autónomo de evaluación docente y habrá escuelas de tiempo completo. La educación es la llave que abre la puerta a una mejor calidad de vida para nuestros hijos y con ello, el camino a la transformación de México", Rafa González, Diputado Federal

* Luis Alfredo Luna Martínez pretendía vender a jóvenes de Nayarit miles de dosis de cocaína, crak y cristal, en las calles de Tepic.

 Luego de que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses realizó análisis de ADN  a restos localizados en un predio ubicado en las afueras de Lagos de Moreno se determinó que corresponde el perfil genético a cuatro de los jóvenes que estaban denunciados como desaparecidos.

La Fiscalía General a través de su Visitaduría y Contraloría ha realizado una serie de acciones encaminadas a sancionar a servidores públicos que han sido señalados de haber cometidos diversas irregularidades, lo anterior con el objetivo de mejorar el servicio que se brinda a los ciudadanos en el estado de Jalisco.

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