Con temor fundado porque ya se han registrado asesinatos en contra de ejidatarios de Valle de Banderas, los integrantes del núcleo ejidal opositor a las corruptelas de Víctor Rodríguez Cuevas y Primitivo García solicitan la intervención de la Fiscalía General de Nayarit que preside Petronilo Ponce Díaz Medrano, ya que temen por su integridad física por no estar de acuerdo en que se perjudique el patrimonio del ejido.
Señalan como responsables –si les pasa algo—al presidente del ejido Valle, Víctor Francisco Rodríguez Cuevas y al secretario Gerardo Primitivo García Reynaga, en virtud de que ellos son los autores intelectuales del robo que se pretende cometer en contra de todos los ejidatarios, al aprobar un pago de 17 millones de pesos a un gestor de un juicio que ya estaba ganado.
En este sentido, los inconformes –y ahora amenazados—piden el apoyo del gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero, del fiscal y del sub fiscal para que investiguen estas acciones fraudulentas por parte de estos personajes de la mesa directiva en agravio del patrimonio del núcleo ejidal.
Los ejidatarios pidieron no revelar sus nombres por temor a represalias, ya que ellos son los únicos que alzan la voz y hoy temen por su integridad por las presuntas amenazas de muerte, por ello solicitan medidas de protección a la fiscalía de Nayarit.
Y es que la mesa directiva del irregular ejido ha emprendido acciones en contra de aquellos miembros que cuestionan las prácticas lesivas que solo han dañado el patrimonio ejidal.
De hecho, se sabe que hay un pequeño grupo de ejidatarios a quienes les tienen retenido ilegalmente –desde hace aproximadamente tres años—sus participaciones, sin saber siquiera quién o quiénes los han denunciado como para retenerles arbitrariamente lo que les pertenece.
La inconformidad crece en Valle de Banderas y se estima que entre 65 o el 80 por ciento de los ejidatarios están de acuerdo en sumarse a la protesta generalizada por el pago que pretenden hacer Rodríguez Cuevas y García Reynaga, pues son 17 millones que no se deben entregar a ningún gestor, mucho menos a uno que nadie conoce y que más bien es un garlito de la mesa directiva.
En el pasado, varios miembros del ejido Valle han sido asesinados, el crimen más recordado es el de Guadalupe Flores y otros tres homicidios en la plaza del pueblo.
