Integrantes de la Asociación de Embarcaciones Menores de Puerto Vallarta explican que ahora hacen pública la situación, “porque recurrimos a autoridades diferentes involucradas en la solución de este grave problema de salud pública, así como a los principales medios de difusión en la región, y nadie nos brindó apoyo por la enorme influencia económica y política del también dueño de la cadena Bay View Grand”.
Precisan que en mayo pasado, inmediatamente después de hacerse pública la operación financiera que le permite al poderoso empresario inmobiliario Elías Sacal, ejercer la concesión de los “slips” o muelles flotantes, durante 20 años, Cristian Mancebo, quien dijo ser el nuevo gerente de la empresa Impulsora Turística de Vallarta (ITV), responsable de administrar la venta, renta y servicios de la marina, se presentó para sin ningún aviso previo, ordenar el corte al suministro de agua y energía eléctrica, a todas las embarcaciones.
Se presentó entonces con total prepotencia y advirtió –aseguran- que quienes quisieran tener de nueva cuenta los servicios, tendríamos que renovar contrato, pagando mil 200 dólares por ello; 2 mil dólares “por servicios”, y de 950 a mil 250 dólares de renta, por mes.
CUAL ENORME FOSA SÉPTICA
Eso en cuanto a nuestros barquitos –aclaran- porque a los extranjeros, la mayoría estadounidenses, “les fue peor, pues la cuota para ellos es de 125 mil a 150 mil dólares, naves arriba de 110 pies, además de 40 dólares mensuales para tener luz y agua”.
El resultado es que más de la mitad de las embarcaciones, con sus propietarios, se fueron a otras marinas, en Bahía de Banderas, y que las aproximadamente 150 naves que se quedaron, “sus dueños no tienen o no quieren cubrir las nuevas e irracionales exigencias, y por tanto, no tenemos servicios desde hace seis meses”, concluyen.
Señalan que los baños, cocinas y equipos de las naves, particularmente unos 60 grandes yates de lujo, casi todos “propiedad de extranjeros que se sienten robados por ITV y Elías Sacal”, funcionan con el suministro de agua que les provee la marina a través de las tomas en “slips”, de igual manera que la electricidad.
Sin agua y sin electricidad, los yates son letrinas que a su vez transforman la dársena de Marina Vallarta en una inmensa cloaca infecciosa, subrayan, al revelar que las tripulaciones son quienes viven y pernoctan en esos barcos, y por la noche utilizan el agua del mar para lavar baños, las cocinas y hasta para “descargar sus necesidades urgentes”.
El impacto ambiental y sanitario es negativo e importante, denuncian.
NO ACEPTAN NUEVAS CONDICIONES DE ITV
Además de estadounidenses, canadienses y europeos, muchos de los cuales no pagan lo que ITV exige a los propietarios de embarcaciones, “no por falta de capacidad financiera, sino porque se sienten robados y es gente que no permite abusos”, también se vieron afectados por el corte de energía y agua algunos conocidos empresarios nacionales, como el clasificado número 33, por la revista “Expansión”, Fernando Senderos Mestre, presidente del consejo de Grupo Kuo y socio de Dine; el presidente de Laboratorios Rimsa, Leopoldo Espinosa Abdala.
Los barcos de éstos, y los de algunos “magnates” locales, como Enrique Alderete, de Los Veneros; Fernando García Corona, de Villa del Mar, Villa del Palmar; Gabriel Igartúa, Hotel Las Palmas, y Miguel Flores, de Flosol, entre otros muchos negocios, sufrieron corte de servicios; “así las gasta el poderoso Elías Sacal”, dicen.
Incluso, destacan, se presentaron por esta situación 50 quejas ante la Profeco, en contra de Impulsora Turística de Vallarta, con fallo previo a favor de los quejosos, pero ITV se negó y se niega a restablecer los servicios cortados arbitrariamente, creando un serio problema de salud pública.
Al acudir a Cristian Mancebo, presunto nuevo administrador de la Marina Vallarta (afirman los denunciantes que ningún documento les ha sido entregado para confirmarlo), el personaje apenas se enteró que su opinión era solicitada para corroborar o desmentir la versión del corte de servicios y presuntos abusos de ITV, dijo tajante: “No tengo tiempo para eso”… y dio la espalda al reportero para caminar hacia su escritorio.