En la montaña, junto al asentamiento que ahora es la colonia “Las Peñas” ubicada frente al Caloso, arriba del libramiento, se ha conformado un nuevo asentamiento humano irregular.
380 Personas se posesionaron de un pedazo de tierra propiedad privada de lo que, en planos y proyectos se conoce como la colonia El Mirador del Sol, y que abarca 7.17 hectáreas de cerro panorámico, propiedad del ejido Vallarta y que a finales de los ochentas, principios de los noventas, el Ejido cedió al Fideicomiso Vallarta, que a su vez vendió a un particular extranjero.
Por Julia Baumgarten
Como la humedad fueron llegando pobres de todos lados buscando un lugar para vivir y gracias a otro invasor que los invitó fue como dieron con ese cerro verde hermoso, panorámico, aparentemente solo y se fueron quedando; primero una familia armó un cuarto con palos y plásticos, luego llegó la otra, que trajo láminas de cartón, pero sus paredes siguen siendo de nada, hasta conformar una colonia de 380 personas.
UN PANAL
Vallarta atrae a incautos que piensan que por ser mar hay más trabajo, mejores oportunidades para vivir y desarrollarse, pero se topan con una vida cara, imposible de sostener, la renta es el principal obstáculo para las familias; los salarios de miseria, la falta de oportunidades y el número de integrantes de los núcleos, son los principales ingredientes para generar cinturones de miseria en lo que debieran ser zonas verdes puras y protegidas para el bienestar de todos los vallartenses.
Los gobiernos ineptos, corruptos y omisos por un lado y los ejidatarios voraces por el otro, provocan que los problemas de la ciudad se agranden y lleguen a estados imposibles de resolver, tal es el caso que nos ocupa.
Estas tierras altas abandonadas por años, pero con legítimos dueños, tienen su negra historia fincada en el Ejido Vallarta.
LORREINE CELESTE
A principio del año 2000, Lorreine Celeste llegó a Vallartay se enamoró, tenía unos ahorros y muchos sueños. Con el tiempo conoció a gente local con quien compartió sus sueños y el deseo de realizar uno de ellos, invertir. Quería comprar un pedazo de tierra y construir unos departamentos para vivir en paz la vejez. Sus amigos la aconsejaron, le sugirieron, le enseñaron el pueblo, ella miraba y calculaba, un día el ejido le ofreció un pedazo de cerro a buen precio.
Lorreine se enamoró del cerro selvático y su aire fresco de montaña.
El sueño creció hasta llegar a convertirse en un desarrollo condominal al que bautizaron como “Mirador del Sol”.
Lorreine Celeste encuentra un socio capitalista y junto con su dinero arman la empresa “Vallarta Home´s” y negocian con el ejido Vallarta la compra de 20 mil metros cuadrados dos hectáreas en efectivo.
El ejido acepta el trato y se inicia la compra venta, pero en el camino la mesa directiva del ejido le ofrece siete hectáreas por “casi” el mismo precio, Lorreine y su socio al principio no quieren, pero los ejidatarios insisten, la nueva empresa hace cuentas y crece su idea de proyecto al ver que es factible según la información que el Ejido les vende, entonces aceptan pagar 10,788,850 pesos ( diez millones setecientos ochenta y ocho mil 850 pesos M/N) millones de aquellos tiempos.
Lorreine Celeste y su socio pagan al ejido en efectivo 150 mil dólares y con su venia comienzan su proyecto, contratan al Ingeniero Gustavo Herrera Galván para hacer los planos topográficos y el plan de urbanización, calles retornos, áreas verdes y lotificación.
EJIDO SE EMBOLSA 150 MIL DOLARES
Pasa el tiempo y el ejido no les da factura por los 150 mil dólares ni papelito por la tierra, pero los presionan para el pago del resto del dinero y al mismo tiempo le hacen la vida imposible a la empresa; la situación se complica. Tanta es la tensión y hay tanto en juego que Lorreine Celeste Puzatini Vda. De Sosa, junto con su socio capitalista entran en conflicto con esa mesa directiva del ejido Vallarta, no obstante de haberle entregado su cesión de derechos y que el fideicomiso Puerto Vallarta levanta y protocoliza el acta de compra venta de 7.17 hectáreas entre la empresa “Vallarta Home´s” y el ejido Vallarta y le ordena al ejido escriturar la propiedad a la empresa, representada por la señora Lorreine Celeste Puzatini Vda. de Sosa, en virtud de la legalidad del acto, con metros y colindancias y le ponen fecha a la escrituración en el trienio del presidente municipal Fernando González Corona, dando fe de la legalidad el abogado y director jurídico del ayuntamiento licenciado Enrique Molina Bauza.
El asunto se pone feo, cuando “Vallarta Home´s” se da cuenta de lo que ha gastado en papeles, abogados y trámites que no pueden lograr por la falta de certidumbre en la tenencia de la tierra, pero además, la composición del suelo, no era como dijo el ejido, sino que la tierra se compone de material rocoso que encarece los trabajos de construcción y por lo tanto no pueden hacer negocios en Preventa. Todo un plan que no sale.
Han desembolsado $ 150 mil dólares, más planos, asistencia técnica, proyectos etc. Tienen el acta de compra venta protocolizada por el fideicomiso avalada por el municipio, aceptada por el ejido y por el empresario; pero el ejido paró la escrituración alegando falta del último pago. Al socio de da un infarto de tanto coraje y muere.
Según información obtenida en el fideicomiso, efectivamente todo el proceso está parado desde hace más de 10 años por la falta del pago total del predio, no obstante, sí reconocen a Lorreine Celeste como la dueña de ese predio y el abono de los 150 mil dólares.
(Lorreine Celeste), además de pagarle al Ejido en efectivo 150 mil dólares, entregó un lote de joyas y un auto de lujo por el pagó total de las 7.17 hectáreas. No obstante, el Ejido incumplió al no autorizar registrar la escritura en el Registro Público de la Propiedad, sin embargo, el predio está vendido y comprado; pero el asunto duerme en un Limbo jurídico que ha permitido se desarrollen varias situaciones; la llegada de invasores de “buena fe” varios con más de 10 años de permanencia.
LA PECHUGA
Además se ha despertado la codicia de varios empresarios, ya que este predio colinda con un pedazo de otro suculento predio de 50 hectáreas, conocido como “La Pechuga” en donde tienen metidas las manos toda la familia González Pimienta, gracias a la información privilegiada y a lagunas jurídicas.
Dentro de La Pechuga andan bailando las 10 hectáreas de amortiguamiento que por ley, el fideicomiso debió dejarle a la ciudad y que la ciudad está a punto de perder, por causa de que el fideicomiso jamás le pagó al ejido el costo de esta tierra que debe ser de la ciudad y un pulmón que asegure la buena calidad de aire de todos los vallartenses.
Ambas partes de esta asunto de tierras en disputa e invadidas, tanto el Ejido Vallarta como la empresa “Vallarta Home´s”, incumplieron en sus obligaciones, Al parecer, la empresa no pagó el total de los 10 millones 788 mil 850 pesos, de aquellos años ,versión del ejido, pero alega haber pagado un enganche en efectivo de 150 mil dólares, más un lote de joyas y un auto de lujo que el ejido le embargó para asegurar el pago del predio denominado “Mirador del Sol”, pero no les facilitó las cosas, más bien se las complicó para que la empresa no avanzara.
Y así pasaron más de 10 años y al parecer, hace unos años hubo un acuerdo entre el ejido y la empresa, de que el ejido recogía el predio y la empresa lo entregaba pacíficamente, siempre y cuando, el ejido regresara el dinero, las joyas y el auto íntegramente tal y como las recibió.
Como el ejido no cumplió, el predio Mirador del Sol, es propiedad de le Empresa “Vallarta Home´s” hasta que la ley diga lo contrario…Este cerro llamado Mirador del Sol con vista panorámica pero rodeado de barrios contaminados, invadido por gente desplazada, de varios estados violentados de la República y el Ejido Vallarta, darán más, mucho más de que escribir…
LA INVASIÓN
Con una cuota de 255 pesos por persona, Roberto Valencia Torres o José Roberto Barajas Valencia, como se hace llamar este personaje, quien fue invitado por Petronilo Bañuelos, que se ostenta como el legítimo dueño del predio Mirador del Sol y posesionario del predio donde se ubica su restaurante conocido como “Las Carmelitas”, pero que ya quedó demostrado que es otro invasor del predio conocido como LA PECHUGA.
A su vez invitó a 380 personas a invadir el predio Mirador del Sol, para disque formar una Asociación Civil, para conseguir legalizar sus viviendas con la ayuda de Petronilo Bañuelos.
El mentado Roberto Valencia Inició el trámite en la Notaría N.- 2 con el notario Rodolfo Gómez de la Paz, solo qué en dicho trámite, que nunca fue concluido, no aparecen las 380 personas, los únicos que figuran son cinco nombres que conforman su mesa directiva.
EL FRAUDE
La gente se da cuenta del fraude, lo denuncian ante Fiscalía, la procuraduría emite una orden de presentación y lo sacan de la jugada y conforman un Comité Vecinal, cuyo presidente es Miguel Cazales Vargas; el secretario es Joel Benavides Guzmán y el tesorero, Ignacio Torres Cibrián y cuatro vocales.
Dicho comité, representa verdaderamente a las 55 familias que viven en el predio, algunas tienen más de 14 años de residencia en el lugar y el que menos tiene es un año de posesionario de un pedazo del predio en cuestión.
Este Comité Vecinal logró entrevistarse con Lorreine Celeste Puzatini vda. De Sosa, socia mayoritaria de la empresa “Vallarta Home´s”, le expusieron su caso y su deseo de comprarle un pedazo de su predio para legalizar sus viviendas y al parecer la dueña de las 7.17 hectáreas respondió positivamente a la problemática de este grupo, de personas sin vivienda y prefiere cederles sus derechos agrarios a este grupo, antes de que el Ejido se salga con la suya de desearle la muerte para recuperar el predio del cual el Ejido Vallarta ya tiene nuevos planes de lotificación a un costo de millones de pesos, esa es la verdadera razón de la controversia.
