Construido a principios de la década pasada con la mejor tecnología extranjera, el Pozo Radial de Las Juntas, es una de las más importantes obras de ingeniería hidráulica con que cuenta Seapal, para abastecer de agua potable a casi la mitad de la población vallartense.
Se localiza entre las confluencias de los ríos Ameca y Mascota, y actualmente es considerado uno de los tres mejores pozos radiales en su tipo edificados a nivel nacional, para el suministro de agua potable.
Llevó dos años y medio construirlo, con una obra que inició en 1999, en la que participaron empresas de origen canadiense y europeo, que en su momento emplearon la maquinaria y tecnología más avanzada para este tipo de proyectos.
La Oceanóloga Carla Alvarado Peña, titular de la sección de Geohidrología de Seapal, que en aquel tiempo se desempeñaba como responsable de la oficina local de la Comisión Nacional del Agua –Conagua- recuerda que la obra contó con el apoyo y respaldo de personal del organismo, bajo la supervisión de la Secretaría del Medio Ambiente y de la propia Conagua, que a su vez se encarga de otorgar los permisos correspondientes.
Comenta que debido a su complejidad, y a que solo existía un precedente de este tipo a nivel nacional, con el pozo del río Papagayo en Acapulco, Guerrero, se tuvo que recurrir a tecnología y empresas provenientes de Canadá y Alemania para su construcción.
“Fue muy interesante ver el proyecto de obra, la maquinaria que utilizaron y la gente que vino desde Europa para llevar a cabo este proyecto, con tecnología innovadora a nivel nacional”, refiere.
El pozo radial –explica- es un cilindro vertical, al fondo del cual se instalan tubos horizontales perforados que colectan agua subterránea, derivada principalmente de la filtración de agua superficial de los ríos.
La idea de construir el pozo en ese punto particular, obedece a que el área donde confluyen los ríos Ameca y Mascota, reunía las características y condiciones favorables, geológicas e hidrológicas, para poder llevar a cabo este tipo de obras.
“Estos pozos no se pueden construir sobre cualquier río, debido a que deben tener buenas condiciones permeables de la roca, del tipo de suelo y sobre todo del aporte del agua, que puedan permitir una correcta permeabilidad hacía los mismos drenes”, precisa Carla Alvarado.
Agrega que tiene importantes ventajas sobre los utilizados tradicionalmente en el país, entre las que destacan, la obtención de agua perfectamente clara y bien filtrada, minimizando el costo de su tratamiento y la protección del agua de toda contaminación exterior.
En ese contexto, comenta que este proyecto vino a paliar una problemática en la captación agua que se presentó a finales de la década de los noventas, cuando hubo la necesidad de clausurar la micro-cuenca del río Pitillal por intrusión salina, siendo éste de donde se sustraía el mayor aporte del vital recurso a la población.
Hoy en día, el pozo radial abastece a cerca de la mitad de la población de Puerto Vallarta, aportando alrededor de 200 litros de agua por segundo, el equivalente a diez garrafones, para suministrar del vital líquido a prácticamente toda la zona norte de la ciudad, desde la delegación de Las Juntas, Mojoneras, Marina Vallarta, un amplio sector de El Pitillal, Fluvial Vallarta y muchas otras zonas y colonias.