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Martes, 21 Enero 2014 12:58

Mientras priistas buscan al mejor candidato a la alcaldía entre deslealtades y traiciones, los Adriancistas del PAN-PRD les comen el mandado en BB

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Por Jorge Olmos Contreras

Con un desastre político que sólo se asemeja a un tsunami por la mediocre, gris y corruptísima administración de Rafael Cervantes Padilla en el Ayuntamiento de Bahía de Banderas, los priistas ya no saben qué hacer para lograr los consensos necesarios y sacar un verdadero candidato de unidad en vísperas de las elecciones constitucionales del presente año, ya que son varios los actores políticos de primer nivel quienes están metiendo las manos (no siempre limpias) para imponer a su hombre fuerte y así tomar el poder del ambicioso pastel que significa el municipio más rico de Nayarit.

 

LA LINEA

Por un lado, el gobernador Roberto Sandoval ya dio línea para que su cuñado, el actual diputado Omar Reynoso Gallegos sea el candidato del PRI a la presidencia municipal, esa es su bendición y espera que la orden sea cumplida al pie de la letra.

Sin embargo, el mandatario estatal juega con los tiempos y ha permitido que muchos enanos le crezcan y se opongan al proyecto llamado Omar Reynoso, sobre todo por los antecedentes nada gratos del diputado en su paso por la Secretaría de Salud de Nayarit --trae una enorme cola por el desvío de recursos públicos que iban destinados a dos hospitales regionales--, pero todavía más, por los antecedentes de su esposa, una señora prepotente, arrogante, soberbia, digna de una lady atropellones, luego les contaremos por qué del título nobiliario.

Y es que si bien es cierto que las simpatías del gobernador están con Omar Reynoso, en Bahía de Banderas comienza a crecer un rechazo político cada vez más fuerte sobre el legislador estatal, en virtud de que lo ven como una imposición más y como la persona que no lograría los consensos de todos los priistas para que el tricolor repita en la presidencia municipal.

Y es que Omar Reynoso en la alcaldía sería más de lo mismo, un lobo con piel de cordero que mutaría a la primera de cambios, para tomar como un auténtico botín el Ayuntamiento y hacer negocios millonarios a la sombra de la silla presidencial.

Es joven, de buenos modales, pero muy ambicioso y con una tendencia a la corrupción que sólo los priistas llamados bebé saurios saben a la perfección. Omar es un engaña bobos, y así se ha presentado a todos los habitantes de Bahía de Banderas para obligarlos a que le den el voto, por eso ha tapizado con su imagen un municipio que él piensa está habitado por personas analfabetas, fáciles de engañar.

LA NARIZ DE NEY GONZÁLEZ

Por otro lado, está la nariz de Ney González Sánchez metida hasta la cocina de la sucesión presidencial, y para que la cuña apriete, le encargó a Héctor Paniagua Salazar que formalice, confeccione y teja la candidatura de Roberto Mejía Pérez, un médico que hace un buen de años ha querido ser alcalde de Bahía y que no ha podido, por lo que se ha ganado una imagen de político frustrado.

Para esto, Ney está obligando a Héctor Paniagua a que le juegue sucio al gobernador Roberto Sandoval, ya que éste lo rescató del olvido político al nombrarlo delegado del Registro Agrario Nacional (RAN) en la entidad nayarita, pero Paniagua –que en eso de traicionar es un experto—le está respondiendo con una ingratitud y una deslealtad de marca que sólo tendrá como resultado que se desmorone el proyecto llamado Roberto Mejía, quien ya fue secretario de salud y secretario general de gobierno en Nayarit durante la desastrosa administración de Nay González.

EL CANDIDATO DE LOS NARCOS

Una tercera vía la está jugando ni más ni menos que el hijo (putativo) desobediente de Roberto Sandoval, el actual fiscal Edgar Veytia, quien impulsa la candidatura del organizador de bailes y cuñado del alcalde Rafael Cervantes, José Gómez, quien se ha ganado una nada buena fama en todo Bahía de Banderas de ser el candidato de los narcotraficantes y del crimen organizado, por algo será.

Lo que llama poderosamente la atención es que a sabiendas de los nexos que presuntamente tiene José Gómez con grupos de muy mala reputación, sea el fiscal Veytia su principal promotor rumbo a la alcaldía de Bahía.

Quizá en este escenario debemos reparar en los rumores cada vez más fuertes que se dicen en otros círculos políticos, no sólo de Nayarit, sino también del país, en el sentido de que el fiscal Edgar Veytia se maneja totalmente independiente y no le entrega cuentas al gobernador Roberto Sandoval.

Se dice incluso que Edgar Veytia es el poder tras el trono en Nayarit, que su poder es más fuerte incluso que el del propio Roberto Sandoval, y que en un determinado momento le valdría un comino que el gobernador dé línea por Omar Reynoso, que él, Veytia, está dispuesto a sacar adelante la candidatura de José Gómez, cueste lo que cueste, así sean cuotas políticas, enemistades e incluso lágrimas de sangre.

LA CHIQUILLADA

Del resto de los aspirantes no tiene caso ni hablar, porque están prácticamente en la lona, como Raúl De los Santos, el líder transportista que piensa que por ir al noticiero “La Patrona” a entrevistarse con Antonio Retes todos los lunes, ya puede ser el candidato del PRI.

Pobre iluso, sólo está perdiendo su tiempo, ya que sabe perfectamente que no podrá lograr siquiera una regiduría, en caso de que se le quite el gusanito de querer ser presidente de Bahía de Banderas.

Todo esto, mientras que en la casa de enfrente ya está por madurarse la alianza entre el PAN y el PRD, llevando como candidato al empresario de los materiales, Adrián Guerra.

LOS ADRIANCISTAS

El movimiento de los Adriancistas lleva la delantera política y en las preferencias electorales en Bahía de Banderas, al grado tal de que si en este momento fueran las elecciones, ganaría los comicios de calle Adrián Guerra, sobre todo porque la gente está harta del gobierno de Rafael Cervantes Padilla, ya lo quieren fuera del Ayuntamiento antes de que siga haciendo más daño al patrimonio municipal y continué saqueando las arcas.

La candidatura de Adrián Guerra todavía no es oficial, pero faltan algunos días para que se formalice y su movimiento está tan fuerte, que los líderes del PAN en Nayarit ya dieron el visto bueno para que sea él y nada más que él, el candidato, mientras que otros actores políticos de importancia que antes militaban en el PRI, como Arturo Larios y su hermano Julio –candidato fallido de Paniagua a la alcaldía en los comicios pasados--, ya se sumaron al proyecto de Adrián Guerra.

Los Larios rompieron toda relación con Héctor Paniagua, por la enorme traición que le endilgó el ex alcalde a Arturo Larios, quien fuera su tesorero en el Ayuntamiento, pues a él culpó de todos los malos manejos de dinero en su administración, cuando Arturo sólo obedeció órdenes del entonces presidente municipal.

Pero las traiciones tarde o temprano se pagan, y los Larios tienen una cantidad nada despreciable de seguidores, que sin duda se van a sumar al proyecto de Adrián Guerra, lo que va a dividir aún más al priismo de Bahía.

Por si esto fuera poco, empresarios jaliscienses de la talla de Abraham González Uyeda, ya entablaron diálogos con Adrián Guerra para fortalecer el movimiento Adriancista.

Así las cosas, el escenario político en Bahía comienza a tomar tintes interesantes, sobre todo porque un grupo de las características que hemos observado en los llamados Adriancistas, son de esos movimientos sociales que crecen y crecen hasta que sacan al mal gobierno del poder.

Adrián Guerra tiene un punto negativo, y esa es la transacción comercial de los terrenos que pertenecieron al narcotraficante Rafael Caro Quintero, aunque ya demostró, con documentos en la mano, que el ejido Valle de Banderas fue quien, en asamblea, aprobó el reconocimiento de tierras a un hijo del capo, todo al parecer en la más completa legalidad, eso dicen los ejidatarios.

Pero bueno, si a lo anterior le sumamos la marcada división que existe en el PRI, debido a deslealtades y traiciones, pues la mesa está puesta para que el tricolor pierda de manera contundente en Bahía de Banderas.

Desde luego, el escenario puede cambiar, pero el principal enemigo del PRI es Rafael Cervantes y las imposiciones que desde el poder pretenden manejar Roberto Sandoval, Edgar Veytia y el que no estaba muerto, que andaba de parranda, Ney González Sánchez.



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