giweather joomla module
Martes, 06 Mayo 2014 00:24

Los promotores de José

Escrito por
Valora este artículo
(0 votos)

Por Jorge Olmos Contreras

Afligido y nervioso porque las encuestas no lo favorecen en nada y porque la desbandada de priistas está en grande en Bahía de Banderas, José Gómez comienza a cavar su propia tumba política y reacciona virulentamente contra todos aquellos que se atreven a criticarlo, ya sea en los medios de comunicación o en las redes sociales.


 

Rodeado por auténticas rémoras, José Gómez se hizo de un equipo de prensa que está peleado con todos los medios y desde ahora manda señales del autoritarismo que saldrá a relucir si llega a ser presidente municipal, aunque a lo que se observa, se encamina a una dolorosa derrota que seguramente provocará la ira del fiscal Edgar Veytia, su principal promotor.

Una de las compañeras de prensa que ya fue duramente atacada por un periódico –cuyo dueño es compadre de José Gómez—por atreverse a criticar a un cuñado de José Gómez, fue Carolina Gómez Aguiñaga, quien la tarde del miércoles en el noticiero de La Patrona que ella conduce, fijó muy clara su postura con respecto a políticos que son muy sensibles de piel, como las serpientes, y se erizan a la primera critica.

SUS PROMOTORES

El caso de José Gómez es emblemático en Bahía de Banderas, fueron los empresarios más voraces de Nuevo Vallarta los que presionaron al gobernador Roberto Sandoval –junto con el fiscal Veytia—para que se impusiera por “dedazo” al muchacho organizador de bailes masivos como pre-candidato oficial del PRI, que está a unas horas de hacerlo su abanderado oficial para las elecciones de julio próximo.

Personajes con un largo historial de pillaje y depredación como Daniel Chávez Morán, dueño del Grupo Vidanta que maneja los hoteles Mayan Palace y que se apropió de calles públicas; Fernando González Corona, quien nunca explicó la muerte de su socio Mark Puerner y que incluso originó una investigación de parte de autoridades estadounidenses por tratarse de un ciudadano norteamericano; Graziano Sovernigo, otro pillo de calles públicas y la cereza del pastel, Alfonso Rizzuto, dueño del hotel Marival y La Marina del mismo nombre, ligado a la mafia de Montreal a través de su pariente Vito Rizzuto.

Estos son los principales promotores de la candidatura de José Gómez, quieren seguir depredando y apoderándose de grandes extensiones de áreas públicas mediante el chantaje de la creación de empleos y la inversión turística.

Por cierto, la Comisión Charbonneau de Canadá investiga todas las inversiones del clan Rizzuto, luego de que un contratista, Lino Zambito, declarara ante la policía que la mafia de Montreal encabezada por el viejo Rizzuto, controlaba todos los contratos de obra pública del Ayuntamiento de esa ciudad y tenía dinero sucio en las obras de aguas subterráneas.

LA MAFIA DEL MARIVAL

Las investigaciones de la Comisión Charbonneau podrían llegar hasta Nuevo Vallarta, para esclarecer hasta donde hubo dinero de la mafia en las inversiones de Alfonso Rizutto, hoy promotor de la candidatura de José Gómez.

De hecho, Lino Zambito habría financiado un viaje de golf a México, según un informe de CBC Domingo, mientras Radio Canadá obtuvo fotos de esta visita al hotel Marival, que es propiedad, entre otros --dice un reporte de prensa—del padre de Lino Zambito, ligado a la mafia.

En Península Nuevo Vallarta –propiedad de Felipe Tomé, otro cuestionado empresario que estaría feliz si gana José Gómez— al parecer posee un lujoso condominio la primer ministro de Quebec, Pauline Marois, quien  habría comprado el inmueble en julio del 2013 y presuntamente tiene como vecino a Paolo Catania, un constructor de viviendas, hijo de Frank Catania, otro personaje que se encuentra bajo investigación de la Comisión Charbonneau, y quien fue detenido por una Unidad Especial de lucha contra la Corrupción.

Como verán ustedes, los promotores de José Gómez no tienen buena reputación, pero sí el suficiente poder como para doblegar la voluntad del gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval, quien no quería, ni quiere a José Gómez de candidato, pero que va a aceptar semejante imposición por alguna poderosa razón.

CUENTAS PENDIENTES

Y como señalamos en otro escrito, ni el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI, ni el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) de la Secretaría de Gobernación han reparado en las consecuencias político-electorales que traería al PRI y al mismo gobierno la imposición de José Gómez como candidato a la alcaldía que hoy dirige su corruptísimo cuñado, Rafael Cervantes Padilla.

La información delicada sobre el abanderado priista comienza a fluir a cuenta gotas, pero con suficiente rigor como para que en Bahía de Banderas se prendan focos rojos sobre este “dedazo”, que insistimos, le va a costar muy caro al PRI gobierno.

Tan sólo un ejemplo de lo que viene en materia informativa es la relación que José Gómez tuvo con el tristemente célebre narcotraficante Alejandro Núñez Rivas (a) “El Chilango”, el jefe de la plaza de Los Zetas cuando este cártel controlaba todo el corredor desde Bahía de Banderas hasta Tepic.

José Gómez era el promotor y organizador de los bailes masivos, pero el “El Chilango” era quien controlaba estos eventos, era una especie de socio de José, pues mientras el narcotraficante ya fallecido se encargaba de la logística y seguridad y además se llevaba una importante suma de dinero por cada baile, José atendía a los invitados especiales, difundía la publicidad en prensa y radio y al final se repartían las ganancias.

Cualquier persona que interfiriera en los bailes y que no fueran del grupo de Los Zetas o gente de José Gómez, eran literalmente masacrados, ejecutados o los desaparecían.

Durante el reinado del “Chilango” en Bahía de Banderas, muchas personas fueron desaparecidas, hubo muchos asesinatos que nunca se resolvieron y de todo ello estaba informado José Gómez, como un agente de tránsito al que prácticamente sacaron de su casa y jamás se volvió a ver… hasta la fecha sigue desaparecido.

Hasta dónde estaba metido José Gómez con Los Zetas y hasta dónde está hoy involucrado con personajes de delincuencia organizada, esa es la pregunta que debemos hacernos para evitar que Bahía de Banderas siga secuestrada por grupos de malosos por un lado, y por empresarios voraces y ventajosos por el otro.

Recuerden que Graziano Sovernigo nada hizo para denunciar el allanamiento de su propiedad, el desarrollo Bay Green en el campo de golf El Tigre por un comando de Los Zetas que entraron con armas largas para secuestrar al hijo del extinto capo Nacho Coronel y asesinar al conocido joven vallartense Luis Fernando Gurrola Coronado.

Como estas informaciones, van a seguir surgiendo otras más que nos van a dibujar a la perfección quién es José Gómez, un joven adulto contaminado por la ambición del poder y sus relaciones peligrosas, quien seguros estamos, seguirá enviando a sus lacayos a golpear a los periodistas de la prensa seria, tanto de Puerto Vallarta como de Nuevo Vallarta.

Y ya saben, cuando no tienen argumentos, recurren a lo más bajo, a la vileza, al descredito, a la descalificación, a la ofensa banal y simplista que lejos de provocar alguna reacción, sólo causa  risa, por tratarse de trabajos por encargo; por encargo del propio José Gómez quien ya pidió a su prensa ruin y chayotera que empiece a golpear en ciertas columnas y notas a todo aquél reportero o persona común que ose criticarlo.

Pero el efecto boomerang es lo único seguro que tiene José Gómez cuando recurre al golpeteo para tratar de acallar a sus críticos. El y nadie más que él es quien pierde en la arena pública, sus lacayos sólo le quitan dinero y lo dejan desprotegido, pues su fin es lucrativo, son mercaderes a quienes no les importa si gana o pierde el señor Gómez, ellos van por un montón de billetes mal habidos.

En lo político, vale la pena analizar en otro despacho el efecto Paniagua, el verdadero fiel de la balanza que será determinante en la derrota de José Gómez.

Y sino, al tiempo…

Visto 3563 veces
Inicia sesión para enviar comentarios

Vínculos importantes

Publicidad

Para anuncios en la versión impresa y en línea comunicarse a la Redacción al teléfono 322 294 8412