El punto de partida fue una percepción casi general sobre lo intrascendente que puede ser como falta el acoso sexual. Como sí se tratara de un asunto menor.
Comentaristas y reporteros de deportes, aficionados al futbol y más de algún macho en potencia, satanizaron a una joven a quien, hasta el momento, no se le ha dado el trato de posible víctima.
El acoso sexual en las relaciones laborales es más común de lo que estamos dispuestos a reconocer. Su base es la superioridad jerárquica que, en un país en donde los cargos directivos son ocupados principalmente por hombres, afecta mayoritariamente al sexo femenino. Lo que está en juego para las víctimas, es el trabajo, el sustento y las posibilidades de desarrollo personal y profesional.
Cuando la directiva de Chivas anuncia la salida del entrenador, las razones sorprendieron. Pero mucho más, los prejuicios y posturas de los medios de comunicación especializados en deportes.
En el anuncio de Jorge Vergara, se dio a conocer que el argentino había tenido una conducta "impropia". No hubo detalles de la joven afectada. Pero apenas unos minutos después, la prensa, que en aras de la nota exclusiva ignora todos los protocolos y la ética para la protección de las víctimas de un delito, ya daba a conocer que se trataba de la podóloga y hasta mostraba una fotografía.
A partir de ahí, ya lo que menos importó fue el daño que se pudiera causar a quien presuntamente se busca proteger. Hasta la misma directiva que encabeza Jorge Vergara aprovechó mediáticamente el caso; los medios de comunicación ignoraron su obligación de cuidar la identidad (en estos casos lo máximo tendría que ser el uso exclusivo del nombre de pila, sin apellidos), y la Fiscalía General filtró un expediente que, según la ley, es información reservada.
La revisión fría de este caso, aporta elementos para creer que realmente hubo un caso de acoso sexual y la certeza de un terrible manejo de todos los actores que han tomado parte, revictimizando a la joven podóloga.
Por lo demás, si se confirma, estaríamos ante un extraño caso en que un empresario hace a un lado la jerarquía del organigrama de su empresa para defender el derecho irrenunciable de una mujer para decidir sobre su cuerpo, algo que tendría que ser una regla y no, lamentablemente, una rara excepción. (www.elrespetable.com)