El Casino Vallarta le “regala” a sus clientes un boleto por cada cantidad de dinero que la persona gasta en las máquinas de juego para que concursen en una rifa cada semana, pero resulta que en ocasiones no se respeta el concurso y no se paga el premio al jugador que gana el sorteo, como le sucedió a una señora que fue la beneficiada con una rifa de 50 mil pesos y se negaron a pagarle al tenedor del boleto.
Antes, esta misma señora se ganó dos o tres veces las rifas menores, las de dos mil 500 pesos y el Casino Vallarta le pagó el dinero sin ningún problema al tenedor del boleto, que era pareja de la mujer. Sin embargo, cuando el premio fue el de 50 mil pesos y esta misma persona resultó ganadora, ya no le quisieron pagar, argumentando que no lo podía cobrar el tenedor, que tenía que ir ella misma a cobrarlo.
Por este caso, los afectados iniciaron un proceso jurídico contra Casino Vallarta, lo cual llamó la atención de la Secretaría de Gobernación, ya que los sorteos o rifas de los boletos semanales no cuentan con permiso especial de la Dirección de Juegos y Sorteos. De hecho, no hay un interventor de Gobernación al momento de que se realiza la rifa, lo cual es a todas luces ilegal, comentan algunos quejosos.
Y en efecto, de acuerdo con copias de los boletos de dichas rifas en poder del columnista, no se especifica el permiso de Gobernación, ni tampoco el Casino Vallarta, a través de su gerente al que sólo se le conoce con el nombre de Freddy, pudo explicar el por qué no asiste un interventor a las rifas, pese a que se le pidió información al respecto.
En este contexto, se sabe que la Secretaría de Gobernación realizará una investigación y una intervención directa al Casino Vallarta por esta y otras irregularidades, como la de estar implicado en juegos de apuestas de baraja conocidos como Black Jack y pokar–lo cal está prohibido o no tienen el permiso para ello--, pues muchas de las veces se llevan a los clientes a una sala de un conocido condominio de la calle Ignacio L. Vallarta, allá en la zona romántica de la colonia Emiliano Zapata, para que participen en apuestas clandestinas que duran toda la noche y parte del día.
Incluso, hace unos días, Gobernación clausuró las mesas de Pokar del casino Emotion de Galerías Vallarta, ya que realizaba un sorteo especial para lo cual se utilizaron mesas y máquinas que no contaban con los permisos necesarios. El Emotion de Pachuca fue el primero en donde se sorprendieron estos sorteos, y de ahí se hizo viral en los demás casinos de esta marca.
Pero lo más interesante de todo esto, es que algunas personas que acuden a estos sitios de juegos, han revelado a VALLARTA UNO una lista de los principales ludópatas de Puerto Vallarta.
En el caso del Casino Vallarta, la lista supera las 15 personas, todas ellas muy conocidas en la “hight society” de Puerto Vallarta, que gastan una fortuna cada semana con sólo sentarse en las máquinas tragamonedas y de apuestas remotas, como una familia de apellido Betancourt que desembolsa y pierde hasta 100 mil pesos en un fin de semana.