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Viernes, 22 Enero 2016 04:14

Montaña de PV, los puntos sobre las íes Destacado

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Por Jorge Olmos Contreras

El viernes pasado, un pequeño grupo de activistas, ciudadanos y políticos que dicen “defender la montaña” intentaron a toda costa impedir que se publicara en la Gaceta Municipal el Plan Parcial de Desarrollo del Distrito 10, en donde están comprendidas alrededor de mil 300 hectáreas de la zona montañosa de Puerto Vallarta y cuya cota de eventual construcción, se disminuyó en este plan de 400 a sólo 150 metros sobre el nivel del mar, en una franja de poco más de 500 hectáreas, en virtud de que el resto están consideradas como Áreas Naturales Protegidas.

 

Se trata de un Plan Parcial de Desarrollo protector que busca el ordenamiento urbano y una paulatina regularización en aquellas áreas urbanizadas –es decir, en donde ya hay construcciones—y por supuesto en las zonas de reserva urbana, que, además son de largo plazo; también contiene una serie de candados para evitar dañar esta zona montañosa.

Y aunque tanto el alcalde como algunos de sus funcionarios han repetido una y otra vez que este Plan no es depredador, que es totalmente falso que se vaya a vender la montaña o que se vayan a autorizar grandes edificios como el hotel Garza Blanca del empresario Fernando González Corona, la polémica continúa y de la desconfianza natural de algunos ciudadanos (que con justa razón tienen sus dudas por lo que ya ha sucedido en años anteriores) se ha pasado a la agresividad verbal y a la manipulación de la información.

Es increíble cómo algunos personajes locales que se dicen ecologistas –porque hoy cualquiera es ecologista sin demostrarlo—se presten al juego de la confusión y permitan que un foro como el del jueves pasado (donde metieron tres temas distintos en un mismo costal, como el de Ameyalco, el Macro libramiento y el Plan Parcial del Distrito 10) en la biblioteca de “Los Mangos” se les saliera de control,  ya que al final no les tomaron parecer a todos los asistentes (dicen que unas 350 personas) para acudir en bola a la presidencia municipal el viernes por la mañana para que los regidores les explicaran el por qué votaron a favor de este Plan Parcial.

POLITIZAN EL TEMA

Algunos iban enfurecidos, otros calmados, y unos más llevaban la espada desenvainada, como el cuasi delincuente perredista Fidencio Hernández, presunto líder de El Barzón, que no ocultó sus intenciones políticas e incluso admitió que él sí perseguía un fin político. Es decir, una causa noble, una sana inquietud ciudadana ya se está politizando; y cuando entran intereses políticos en cualquier tema, las cosas se empiezan a descomponer.

El hecho de que no acudiera el viernes Juanita Delgado, la representante de la Asociación Civil “Consejo de Seguridad, Transparencia y Buen Gobierno”, ni el biólogo Jorge Téllez, ni otros actores representativos de este movimiento, dejó entrever que no todos comulgan con la misma causa, ni aprueban las formas de los seudo activistas que insisten en vender una falsedad, al repetir una y mil veces que la montaña de Vallarta ya está vendida, que se va a vender, o que la van a llenar de cemento.

Los que lograron colarse a la sala de cabildo del Ayuntamiento el día 15 de enero, un grupo de no más de 25 personas, se toparon con una regidora que les explicó, en tono conciliatorio, respetuoso y práctico, lo que realmente aprobaron el 28 de diciembre para sacar adelante el Plan Parcial de Desarrollo del Distrito 10.

La regidora, Susana Rodríguez Mejía del MC, no se dejó intimidar por este grupo que pretendía acorralar a los ediles presentes –a saber, Gilberto Lorenzo Rodríguez, Eduardo Martínez, Juan Solís, Gabriela Duarte y la propia Susana Rodríguez—y fue ella la que logró dar la cara por el gobierno de Arturo Dávalos, con tal empuje y decisión, que los inconformes ya no tuvieron argumentos para seguir protestando, tuvieron que dar la media vuelta e irse por donde vinieron, pues se les explicó que este Plan Parcial, como cualquier otro, puede enmendarse, corregirse, ampliarse, acotarse, etc., siempre y cuando haya los foros con los acuerdos necesarios.

DOBLE POSTURA

Hay que recordar que este PPDU 10 ya fue discutido en la administración pasada, que en su corrección participó incluso el ex regidor panista Humberto Muñoz Vargas y que estuvo a la vista de todo el público; incluso los ecologistas de la Universidad de Guadalajara tuvieron acceso al documento, pero no pusieron ninguna objeción, ni hicieron observación alguna como se les pidió, sino hasta ahora, en que al parecer persiguen otro tipo de intereses, y que pareciera no son precisamente los de la protección de la montaña.

Ese viernes, algunos de estos activistas fueron groseros incluso con la Jefa del Departamento de Instrumentos Urbanos del Ayuntamiento, la arquitecta Adriana Guzmán, a quien calificaron de ser “simple empleada” y que no podía saber más que las eminencias del CUC, Juan Luis Cifuentes y Jorge Téllez.

Por ello, cuando le tocó el turno a la edil del MC, Susana Rodríguez, ésta sí se fajó los pantalones y respondió todas las inquietudes del grupo emanado de la reunión del jueves en la biblioteca de “Los Mangos”.

Por ejemplo, les recordó que si no se hubiera aprobado este PPDU 10 y no se publica en la gaceta para que entre en vigor, simple y sencillamente seguiría aplicándose el anterior Plan, con la gravedad de que el Plan de 1997, sí permite la construcción sobre 400 metros sobre el nivel del mar.

TAMBIEN EVA CONTRERAS

Susana Rodríguez se dijo extrañada por la presencia, en el foro del jueves, de la ex senadora Eva Contreras, esposa del magnate hotelero Fernando González Corona, quien ha sido uno de los principales depredadores de la montaña al construir un edificio de varias decenas de metros de altura en el hotel Garza Blanca, enclavado en plena jungla.

Una cosa hay que tomar en cuenta y no la podemos pasar por alto, y ésta es que la mayoría de los que intervinieron el viernes exhibieron una total falta de información, ya que insistieron en que la montaña iba a ser vendida, que revocaran el acuerdo de Cabildo, que van a destruir nuestro pequeño paraíso; que cuánto les habían pagado, etc., etc.

Sin ninguna asesoría en materia ambiental y de desarrollo urbano, simple y sencillamente quieren que las cosas se queden como están, lo que, en otras palabras, significa que quede vigente el anterior Plan y entonces sí, no haya regulación ni ordenamiento en este Distrito 10.

Incluso, sacaron a colación la construcción de los grandes edificios que hay en Vallarta –como si este Ayuntamiento hubiera sido responsable— en que algunos –dijeron— se llenaron los bolsillos de dinero.

LA LENGUA DE FIDENCIO

El que casi se muerde la lengua fue el perredista Fidencio Hernández Lomelí, quien dijo que la gente ya no cree en los políticos, que la credibilidad de los políticos está por los suelos, que los empresarios y políticos voraces sólo quieren seguir acumulando riquezas, etc. Se le olvidó a Fidencio que es uno de los principales impulsores de la invasión de tierras en la zona rural de Vallarta, que alentó la llamada “cartolandia” de Ixtapa en la que cobró cuotas a personas humildes, y que se apropió de grandes predios en Santa Cruz de Quelitán junto con el joven empresario, José Igartúa, donde actualmente tiene una choza en la que a veces pernocta.

Sin embargo, la más puntual, la que explicó con detalle y en palabras entendibles el tema, fue la arquitecta Adriana Guzmán, al señalar que no hay ningún cambio de uso de suelo. Que el que se considere una reserva urbana de largo plazo no significa un cambio de uso de suelo, sino una clasificación. Que en la planeación urbana de Vallarta hay que considerar la jerarquización, que empezó en 1995, derivado del plan estatal y del regional, pero que en Vallarta entró en vigor en 1997, mismo que se quiso actualizar en 2002, pero no se hizo.

Explicó que se quiso actualizar el Plan de Desarrollo Urbano de Puerto Vallarta (el general) de 1997, porque en éste se contemplaba… en un área de mil 992 hectáreas, mil 156 hectáreas como reserva urbana a largo plazo con uso de suelo turístico; y no se tenía ni un centímetro de área natural protegida, ni de conservación, nada, es decir, en ese entonces, con ese Plan, toda la montaña podía ser desarrollable.

Este Plan de Desarrollo urbano, el de 1997, lo hicieron gente de Guadalajara, que vino y señaló cuál sería el límite del centro de población y que todo se podía construir con un (uso de suelo) turístico habitacional de densidad mínima, y en ese entonces no hubo colegios ni biólogos (que dijeran algo o participaran), puntualizó Guzmán.

LA EXPLICACIÓN A FONDO

Sin embargo, agregó, en el 2006 se hizo otro intento para actualizar el plan de Desarrollo Urbano, de hecho, se actualizó, pero se impugnó, y otra vez quedó en vigor el de 1997 (que era bastante depredador, como ya vimos); y en el 2009 se hizo otro intento, en donde la reserva urbana se hace más pequeña y va cambiando con posibilidades de ser urbanizable, la va convirtiendo en área de conservación… pero otra vez no se autoriza.

Por ello, en el 2011, estando como alcalde Salvador González Reséndiz, se hace una distritación y se empieza a trabajar en los polígonos, como el del Distrito Urbano 10, y se inician los trámites para su aprobación; “pero esta vez no se aprueba por inconsistencias en el documento, no del proyecto, porque era mucho mejor que lo que se tenía”, externó la arquitecta.

Así las cosas –continuó en su explicación Adriana Guzmán-- en la administración pasada (en el gobierno del Mochilas), se dieron a la tarea de que el documento cubriera todas las inconsistencias, tal como lo marca el Código Urbano, con foros, con un sin número de invitaciones de los representantes de los tres niveles de gobierno, con invitación a todos los presidentes de colonias aledañas al Distrito de impacto y a la ciudadanía en general. Se recabaron todas las observaciones, y se hizo la propuesta; en ésta se invitó a todos los colegios y a la Universidad de Guadalajara, al maestro Jorge Téllez, para que hicieran sus observaciones, que nunca se dieron, es decir el biólogo Jorge Téllez nunca hizo observaciones, pese a que se lo solicitaron por escrito.

En este sentido –agregó-- se continuó el trabajo, y una vez ajustado, se publicó en los diarios las consultas, se invitó otra vez al Consejo de Ecología, a la Sedatu, etc., y se puso en los estrados del Ayuntamiento y las delegaciones durante un mes tres semanas; por lo que todas las observaciones, que fueron fundamentadas y motivadas, se tomaron en cuenta y se tuvieron tres semanas a la vista de todo mundo.

LOS CANDADOS

Sin embargo, el documento no entró a la Comisión de Ordenamiento Territorial en la administración pasada y, por lo tanto, no entró al Ayuntamiento, indicó Guzmán.

“Fue hasta esta administración que entró el Plan del Distrito 10, elaborado con toda ética –afirmó la arquitecta Guzmán-- para evitar que se vaya más arriba el área urbanizable, (aunque esto) no quiere decir que se vaya a edificar todo”.

Hay candados, como construir el 40 por ciento del terreno, además de las áreas de cesión para destino, que son verdes, sus estudios de impacto ambiental, o una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA), según el nivel que se encuentren en la montaña; aunque Semarnat puede decir si puede modificar el uso de suelo, de forestal a urbano, etc.

 

El PPDU 10 no es un Plan a modo de los desarrolladores inmobiliarios, ni de particulares, tiene suficientes restricciones para que nadie atente contra el desarrollo sustentable de la montaña.

Además, se está proponiendo que esa área, ese polígono, de casi 600 hectáreas, se una a la protección a la montaña, y que en base a una declaratoria como Área Natural Protegida (ANP), se proteja la misma.

Otro aspecto importante, es que todos esos predios del Distrito 10 tienen dueño. Los del sub distrito A son de particulares, y los del sub-distrito B, del ejido Boca de Tomatlán, que poco a poco han cedido para proteger la zona montañosa, manifestó.

En este contexto, Adriana Guzmán preguntó y ella misma se contestó--: ¿Qué pasa si le damos atrás al proceso del distrito 10? – “Lo vamos a dejar con mucha incertidumbre, y si llega alguien (algún desarrollador) se le da el dictamen y el Ayuntamiento se quedaría entonces sin evidencias para no hacerlo.

En su momento, la regidora Susana Rodríguez se comprometió a elaborar una iniciativa para llevar a cabo foros y se realicen las observaciones pertinentes a este PPDU-10; aunque algunos de los asistentes exigieron un foro integral en donde se toquen una serie de temas, es decir, se estaban desviando del tema principal que es la protección de la montaña y ya querían tratar el asunto de la basura, la deuda pública, la desaparición del ex regidor Humberto Gómez, la entrega de la UMA etc.

AGRESIONES VERBALES

Fidencio Hernández, exhibiendo una ignorancia que rayó en lo ridículo, manifestó que había “planes maléficos”; que “mentes maquiavélicas y enfermas hicieron los planes” y hasta insultó a la regidora Susana Rodríguez, al sostener que en su rancho “dicen que los profesionistas se hicieron para chingar a la gente”, pero que, a él, el perredista de El barzón… “no se me puede achacar nada”.

Ya desbocado, quiso ordenarles a los regidores que se retractaran, y que, si Jorge Téllez los había mandado a la guerra (sin fusil), que lo iban a exhibir y a balconear, quizá pensando en que Téllez sí estuvo en la consulta del Distrito 10, que sí le pidieron hiciera observaciones, y nunca las hizo.

En su turno, el abogado Francisco Vallejo Corona, asesor jurídico del alcalde Arturo Dávalos, les recordó que en esa reunión ya se había explicado lo del distrito 10, que las propuestas de modificación, como lo dijo la regidora Rodríguez, se van a analizar correctamente para adecuar este proyecto a los intereses de Vallarta, “ya quedó muy claro”, acotó.

“Una vez que se vengan las observaciones con los técnicos, el Consejo de Ecología y las personas que intervengan con fundamento, se tomen en consideración, se analicen y se proyecte una modificación, porque no podemos estar sin aprobación, porque si no vamos a cometer irregularidades”, reiteró.

EL RETO DE VALLEJO

De hecho, exhortó a los protestantes a que, si saben de algún acto de corrupción, que si alguien recibió dinero, dádivas o algún tipo de cosas, que lo presenten, que digan nombres y apellidos. “Porque se da una situación muy peligrosa al dar como un hecho una conducta de alguien. Que la persona que dijo y afirmó en este lugar que recibieron una cantidad equis como responsabilidad de funcionarios públicos que lo haga. Investíguenme, verifíquenme, háganme auditoría”, retó Vallejo Corona.

Y espetó: “Si vamos a combatir la corrupción, debemos combatirla con nuestra conciencia limpia; porque es fácil hablar de un tema o una persona… pero el ser profesionista no implica que se nos quite lo tonto, hay gente que no fue a la escuela y es muy inteligente”, subrayó.

Recalcó: “No rehuimos como en el pasado, estuvimos aquí, estamos de frente y si de frente nos vamos a decir las cosas, adelante, no hay ningún problema. Yo espero que esto no sea político, una parte de algo, de un rencor, que se pueda contaminar de un movimiento limpio; porque si esto se contamina en un movimiento que no sea libre de la gente y del ciudadano, vamos a seguir igual, por lo que los invito una vez más a jugar limpio, y no involucremos cosas que puedan afectar una petición tan sana, como la que están haciendo ustedes”.

También recordó que Indicó que la semana pasada, estuvieron en el Ayuntamiento los biólogos, Jorge Téllez y Chavoya, que discutieron el tema y que acordaron que todas las modificaciones posteriores que se presentaran sobre este PPDU-10, tendrían que ser revisadas por los ecologistas, en todo lo que tiene que ver con el impacto en materia ambiental, y que en que todo lo que tiene que ver con la montaña, lo resolviera el Consejo de Ecología.

A su vez, el regidor Gilberto Lorenzo recordó que el 05 de febrero del 2014 le hicieron llegar un escrito a Jorge Téllez para que hiciera sus observaciones, y no las hizo, mientras que Juanita Delgado estuvo en todas las reuniones y mesas de trabajo del PPDU-10, en otras palabras, no puede darse por no informada.

CHANTAJES Y AMENAZAS

Al final, las cosas se comenzaron a descomponer en esa reunión pacífica del viernes 15, ya que una mujer de nombre Araceli no entendió nada o no quiso entender, ya que, en tono agresivo, acusó a los regidores y funcionarios de “querer morder la montaña” y hasta los culpó por su situación socio económica, por lo que amenazó con tomar edificios.

Otro de nombre Fernando dijo que las herramientas para medir el impacto ambiental son obsoletas, y hasta pidió que en un video se comprometieran los regidores. Y ya en una postura más intransigente, exigió que le prometieran pedirle permiso, a él, para tomar decisiones que son exclusivas del Ayuntamiento… poco le faltó a este “activista” pedir que le dejaran la silla presidencial para desde ahí despachar y decirle a los ediles cómo deben actuar.

En resumen, el PPDU-10 protege la montaña, no es depredador y sí, en cambio, regula y ordena; pero algunos continúan en su afán de confundir y engañar, mientras que otros están cayendo en acciones totalmente radicales de decir NO a todo, aunque esto sea para mejorar.

Mientras tanto, al interior del Ayuntamiento no se entiende cómo es que la valiosa intervención de Francisco Vallejo, Susana Rodríguez Mejía y la arquitecta Adriana Guzmán, no se valorara y ni siquiera se enviara a los medios de comunicación en forma de boletín.

 

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