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Jueves, 19 Abril 2018 17:28

Sin pantalones, priistas de Vallarta dejan que les impongan la planilla

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Por Jorge Olmos Contreras

Este viernes se vence el plazo para que los partidos modifiquen –si así lo consideran-- el registro que hicieron ante el Instituto Electoral de la o las planillas que van a competir en la elección de munícipes en el estado de Jalisco, por lo que en el caso del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y exclusivamente en lo que toca a Puerto Vallarta, se esperaba que los priistas de esta ciudad se fajaran los pantalones y no permitieran el manoseo, ni la intromisión de actores externos que quisieran imponer candidatos a regidores… Pero por desgracia, no sucedió así.

Ni el presidente del Comité Directivo Municipal (CDM) del PRI Vallarta, Iván Bravo Carbajal, ni el candidato a la alcaldía, Roberto González Gutiérrez, ni el poderoso líder de la CTM, Rafael Yerena Zambrano, ni los excandidatos priistas; ni mucho menos los exalcaldes tricolores, movieron un solo dedo para evitar que les impusieran a un personaje externo –que nada tiene que ver con el PRI—en la posición número tres de la planilla.

Es lamentable observar cómo las dos personas que deberían dar la cara y asumir una posición crítica y extrema para que no les jugaran el dedo en la boca, sólo adoptaron la técnica del avestruz y permitieron que otra vez se burlaran de ellos y les metieran a fuerza a un sujeto que ni es priista (que siempre ha renegado del PRI) ni es militante y que, además no representa ni un par de docenas de votos, como lo es Saúl Israel Ginez Zepeda, alias “La Muñeca”, un simpatizante del Partido Movimiento Ciudadano y miembro del clan del Mochilas.

CHIQUITOS Y OREJONES

Nos referimos a Iván Bravo Carbajal y a Roberto González, quienes como, dirigente uno del PRI municipal y el otro candidato a la presidencia municipal, se están viendo como aquéllos viejos priistas que, desde el CEN del PRI o desde la capital jalisciense los veían chiquitos y orejones (pendejos pues, y perdonarán mi francés, pero es que a veces no puedo evitar el calificativo) y hacían con ellos cualquier cosa, desde imponerles candidatos, hasta ordenarles por dónde caminar y cómo deberían comportarse en tal o cual elección.

Si el PRI nacional y estatal decían que los priistas de Vallarta deberían agacharse y dar literalmente las pompas por “el partido” y las “mejores causas priistas”, ellos deberían doblegarse, quitarse los calzones y permitir la vejación. Todo era posible sacrificar por el y para el partido, una maniobra que ya no debe ser permisible en nuestros días.

Sin embargo, tanto Roberto González como Iván Bravo Carbajal, se quitaron los calzones desde el momento en que el anterior dirigente estatal del PRI, Héctor Pizano Ramos, decidió que la tercera posición en la planilla sería para un miembro de la Iglesia de la “Luz del Mundo”; donde además se sospecha que Pizano pactó con una diputada del MC y con el mismísimo Ramón Guerrero Martínez, mejor conocido como El Mochilas, para tal encargo.

Al ser destituido del Comité Directivo Estatal del PRI Héctor Pizano y entrar en su lugar Ramiro Hernández, todos pensaban que era la oportunidad para mandar al diablo los pactos podridos de Pizano con la imposición de personajes externos e indeseables en las planillas priistas –como el caso de Puerto Vallarta--; pero resulta que no, que los militantes de este partido salieron más agachones que la Malinche y por consecuencia lógica, se los chingaron.

LA DIGNIDAD DE LOS PRIISTAS ZAPOPANOS

Tuvieron más dignidad y pantalones los sectores ninguneados de Zapopan, que sostuvieron que harían una campaña de brazos caídos en protesta por no haberlos incluido en la planilla del candidato a la alcaldía, Abel Salgado (donde lograron que se modificara tal planilla), que Roberto González en Puerto Vallarta –de Iván Bravo ya ni hablamos porque sólo es un pelele que no sabe para qué es la presidencia de su partido, un cero a la izquierda, una calamidad para el PRI--, quien simplemente se dejó hacer, se dejó manosear y se dejó pisotear por el CDE del PRI.

No es posible que Roberto González ni Iván Bravo hayan tenido carácter para plantarse en las oficinas del PRI en Guadalajara, e incluso acudir a la Ciudad de México para que les respetaran la planilla original de candidatos a regidores. Esto se llama ser agachón; una simple marioneta que no tiene dignidad ni control y que cualquiera puede manipular a su antojo; y sumergirla en el fango de ser posible, como de hecho lo están haciendo quienes mueven el PRI Jalisco.

Incluso, ni el candidato a la gubernatura, Miguel Castro Reynoso, ha tenido un poco de dignidad para evitar que en municipios como Puerto Vallarta les impongan sujetos externos en las planillas, ni mucho menos que los pongan en posiciones privilegiadas como es la número tres.

SOLAPAN Y ATACAN

Por si esto no fuera poco, los priistas que mueven los endebles hilos de este Partido todavía solapan y ordenan escritos para descalificar a quien o quienes luchan por recuperar algo y no dejar que se impongan a hombres tan flojos y deleznables como Saúl Israel Ginez Zepeda en la planilla.

Y me refiero a Eliseo Aréchiga, un militante priista que sí trabajó y luchó para ser considerado entre los primeros tres lugares de la planilla, y al final lo quitaron y lo bajaron hasta el sitio número cinco; por supuesto,  con la complacencia burda y cobarde de Roberto González e Iván Bravo Carbajal.

Lo han atacado de ser un priista berrinchudo, caprichoso y otras linduras, sin saber que el fondo es otro.

Y es que, en anteriores elecciones, Rafael Yerena sentó a Eliseo Aréchiga y le pidió que se hiciera a un lado, que todavía no era su momento y Cheo aceptó, se retiró. Pero ahora, en circunstancias diferentes y totalmente distintas, si Aréchiga permite que lo muevan (como ya lo hicieron) del lugar tres, al quinto, por dignidad debería renunciar.

De hecho, sabemos que si al terminar este día el PRI y los priistas no tienen los suficientes productos de gallina para decirles ¡No! A quienes se empeñan en imponer a Saúl Israel Ginez Zepeda en la posición número tres, Eliseo Aréchiga de plano se va, no sólo de la planilla de Roberto González, sino del mismísimo Partido Revolucionario Institucional.

Como sea, el muchacho tiene estructura –poca o mucha, sólo él lo sabe—y la puede mover, en su momento, para tal o cual causa partidista.

Esta es una cuestión de dignidad, y si quieren burlarse de Eliseo Aréchiga, lo mejor –y creemos que así lo haría cualquiera, pues ya no son tiempos de imposiciones—sería dejar de una vez por todas las filas tricolores.

Y es que partido que no se respete, no merece respeto.

También sabemos que de última hora podría darse una negociación para quitar a Jesica Sánchez de la segunda posición y darla ésta a una mujer de la “Luz del Mundo” y respetar el sitio número tres a Eliseo Aréchiga (desde luego, sacando a Saúl Israel Ginez Zepeda), pero esto lo vemos casi imposible; sobre todo porque los dirigentes priistas de Vallarta y sus notables militantes tienen una característica muy especial… ¡Son agachones por naturaleza!

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