González Lomelí dijo que el “Sesgo Cognitivo” empieza a cegar a muchas otras autoridades de nuestro estado, municipio y particularmente del Fideicomiso de turismo de Puerto Vallarta.
Ya tenemos varios años con una visión muy limitada –comentó--, “cosa que es de extrañarse porque sus líderes si conocen el mundo, pero sus perspectivas parecen indicar lo contrario. Quiero ser muy claro al decir que no estoy en contra de las personas, cada una es muy valiosa, pero se los expreso de frente y en público que están operando en pensamiento de manada; donde sus decisiones son unánimes desde que se ponen en el orden del día de las sesiones y dichas determinaciones no pueden ser cuestionables”.
“Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero no siempre a querer tener la razón y querer a toda costa ser dueños de la verdad absoluta. Venimos cada año con el mismo tipo de ideas, enfocados a un solo target y segmento, beneficiando a los mismos de siempre”, criticó González Lomelí.
“Tal como el gobierno federal lo hace con la Secretaría de Turismo, el fideicomiso “discrimina” presupuestalmente a la Dirección que tengo la dicha de representar, argumentando que “no son la caja chica del ayuntamiento”, al puro estilo de demeritar nuestras propuestas e iniciativas, haciéndolas sentir que no importan, no valen y no son relevantes como para merecer presupuesto o algún tipo de apoyo.
Aclaro que no estoy diciendo esto con el afán de exhibir o victimizar de que en la mayoría de las ocasiones no compartimos la misma visión, pero si con la intención de reflexionar la importancia de dejar cuestionar y medir.
Pero lo más importante, es entender que Vallarta no es solo un producto técnico para comercializarse, es una ciudad que merece ser asequible para todos, así inició como destino y como es mundialmente conocida “para todos”.
El funcionario municipal externó que “pareciera ser que año tras año toda la promoción se hace para un determinado perfil de turistas, de cierta clase económica, con los mismos comportamientos de consumo y de disfrute, olvidando a empresarios y turistas que se enfocan en segmentos económicos inferiores; pareciera que es denigrante “hermanar la promoción” con los mugrosos de turismo municipal, (que) es vergonzoso invitar a municipios que producen “cosas de rancho”.
NO SOMOS CHINGONES EN TURISMO
Al referirse al premio que recién recibió Puerto Vallarta, González Lomelí puntualizó: “Hay que ser realistas, hay que entender que el premio que se acaba de recibir “fue al destino” a la ciudad, a su gente que está detrás de sus bonitos y floreados lobbys. No a mi Dirección, ni al fideicomiso, ni al ayuntamiento o al gobierno del estado. Ya basta de intentar justificar que estamos bien en materia turística, porque no lo estamos. Y tal como lo mencionó Barbara Anderson en su columna de Milenio hace algunos días; “No, No somos chingones en Turismo”
Ésta, es una responsabilidad colectiva que ojalá fuera premio de Apple Vacation para que todos se la quisieran colgar y cacaraquear lo importante que es”, subrayó.
LA REFLEXION
Informó que un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señala que el turismo emplea a más mujeres y jóvenes, en comparación con la mayoría de las industrias, promoviendo un ambiente de inclusión y empoderamiento para grupos vulnerables.
“Adicionalmente, ésta industria provee oportunidades de inversión a emprendedores para iniciar negocios a pequeña escala y contratar trabajadores, hoy en día es fácil convertirse en prestador de un servicio o productos para los turistas donde todos generan ingresos, desde el desarrollador, los hoteleros, restauranteros o las señoras que hacen trenzitas en la playa.
En la mayoría de los casos, los beneficios económicos del turismo no alcanzan su nivel (social) óptimo, sólo con inversiones aisladas del sector privado; quiere decir que hay un sector de la población realmente segregado que solo le llega una escasa cantidad del flujo socioeconómico de la hospitalidad”.
LA PROPUESTA
“Es por ello –agregó-- que debemos replantear la oferta de atractivos y la cartelera cultural inclusiva, que logre replantear el rumbo de la ciudad, pues un video de Ricky Martin en san Sebastian del Oeste o el futbol de playa, no nos harán más atractivos que las nuevas cunas mundiales turísticas como Portugal, Croacia, Turquía, Grecia, pero quizá si podamos dar batalla al Caribe y a los nuevos destinos instagrameables de Sudamérica, pero para lograrlo requerimos de una agenda permanente de ocio, cultura, aventura y arte.
Ayer, un familiar me compartía su indignación por unos posteos de Facebook de un joven a quien no tenía el gusto de conocer, pero después de ver su perspectiva artística me pareció talentoso, no sé por qué seré tan importante en su vida, pero semanalmente se ha dado a la tarea de publicar criticas ofensivas y calumnias hacia mi persona. Evidentemente sus comentarios no me han quitado el sueño y como se puede notar, mucho menos el apetito. Pero, así como él, existe mucho talento resentido que, si trabajara su energía negativa y creatividad en propuestas constructivas para dejarle algo a Vallarta, su capacidad profesional llegaría a miles y no solo a los 20 likes que logra con sus publicaciones.
Pero quizá como a él, no les hemos dado el espacio como gobierno o sociedad de encontrar la forma y el espacio para expresar su talento y capitalizar lo que tantos jóvenes tienen por mostrarnos.
Espero que, con el paso de los años, podamos entusiasmar a que las nuevas generaciones vallartenses no repitan el error de sus padres y sus abuelos y que no solo se centren en trabajar en hoteles, restaurantes o actividades recreativas. Pues necesitamos una generación que ayude a generar propuesta artística, cultural, gastronómica, tecnológica, educativa, arquitectónica y médica, que haga sostenible la operación y dinámica de la ciudad.
Trabajando juntos las cosas serían muy diferentes, acontece. Por ello, hago un respetuoso llamado a que por primera vez nos involucremos para comenzar a abrir camino a la agenda conjunta que logre cambiar el estado de las cosas. Cambiemos la perspectiva y el rumbo, si no, acabaremos por desperdiciar la poca arena que le queda al reloj”.
TURISMO SUSTENTABLE
“Necesitamos hacer que el panorama del empleo y el turismo sean sustentables, que se acorten las temporadas bajas, que los septiambres se indigesten, que retomemos ese contenido que seguramente llenaba de interés a los que hace 30 años leían Vallarta lifestyles o que buscaban las actividades que el señor farkas apenas emprendía y hoy ha multiplicado como la empresa de aventura más importante de México.
Que los nuevos vallartenses que han heredado un patrimonio físico o cultural no lo transforman según lo ameriten sus necesidades económicas y sociales. Pues si hacemos memoria, fuera del hotelería, los Negocios emblemáticos de Vallarta ya no existen o están por extinguirse, las fincas son o fueron vendidas al mejor postor o modificadas agresivamente en proyectos fallidos que ahora forman parte de la colección de inmuebles abandonados o de conceptos repetitivos de la ciudad que no inspiran más que desconfianza y decepción.
El centro histórico se vuelve comercial y lamentablemente era histórico no solo por la conquista, si no por las fascinantes historias que los nativos y fundadores tenían que contar y que se perdieron o borraron en la memoria colectiva e identificación del Puerto y tampoco hay un espacio en la ciudad donde se exhiban.
Y todo esto de lo que hablo se da por no estar despiertos, no planear y no administrar el impacto turístico socio-espacial que genera la segregación urbana, la desigualdad social y espacios de exclusión e inevitablemente problemas de sustentabilidad”.
ACORTAR LA BRECHA GENERACIONAL
“Hablar de turismo y empleo debe retarnos a acortar la nueva brecha generacional con los trabajadores que son y serán de nueva generación –añadió González Lomelí--, conocidos como millenials y generación X, que piensan y sienten diferente, que buscan salario emocional, que tienen una necesidad de revolucionar, de cuestionar que juzgan y dimensionan la calidad del empleo que ponen bajo la lupa el monto del sueldo y buscan ganar por hora, que necesitan estímulos no salariales, que luchan por buscar una Regularidad y confiabilidad del trabajo y de los ingresos, que buscan tener un Status contractual, Protección y seguridad social, que cuestionan la Intensidad del trabajo, los Riesgos de accidentes o enfermedades ocupacionales, Ambientales y condiciones físicas del trabajo, que desean un Ambiente social del trabajo, que se les valore y se les otorgue un Papel en las decisiones respecto del trabajo.
Localmente Nunca pensamos que la digitalización del mundo cambiaría nuestra dinámica económica de forma medular y que nuestro mercado principal Norte americano/ canadiense voltearía a ver otros destinos, diversos, geográficamente igual o más atractivos, más baratos, más amables, más seductores y sobre todo, mejor preparados.
Y no estamos preparados porque no logramos entender que el turismo cambia cada día, pero preferimos, incluso actualmente estar a la moda, que ser auténticos, innovadores y diferentes”.