Otros ejemplos importantes de la infraestructura de túneles: en San Luis Colorado, Sonora, también se han reconocido pasadizos del Cártel de Sinaloa. El 7 de julio de 2012 se localizó uno con revestimiento de paredes, ventilación, iluminación y vehículos para transportar droga. Igual de su autoría, fue el descubierto el 15 de noviembre de 2011 en la calle Camino Real del ex Ejido Tampico, que se localiza en la zona del Aeropuerto Internacional de Tijuana. El camino subterráneo llegaba a una bodega de la calle Kerns de Otay Mesa en California. Ese día se decomisaron 7.9 toneladas de marihuana, equivalentes a 47 millones de pesos, distribuidas en 778 paquetes de la hierba.
Anteriormente, el 3 de noviembre de 2010, se aseguró otro túnel en la calle Sor Juana Inés de la Cruz de la colonia Nueva Tijuana, con salida en una bodega de Marconi Drive en Otay Mesa, California. Autoridades norteamericanas decomisaron 20 toneladas de marihuana, para después concluir que por ahí se transportaron entre 200 y 330 toneladas.
De los túneles para cruzar droga, pasó a la construcción de pasadizos para escapar a la justicia. “El Chapo” salía de sus casas en Culiacán, Sinaloa, por la tina del baño. Entraba al laberinto subterráneo para escabullirse de la autoridad. Así escapó de la Marina días antes de su captura. En los pasadizos utilizaba un sistema de apertura automatizado. Por lo menos siete viviendas se comunicaban entre sí, a través de túneles con ingeniería subterránea utilizando el drenaje de la ciudad. Dos de los inmuebles se conectaban con un pasadizo de aproximadamente 3 kilómetros de largo y poco más de un metro de alto. Los accesos a las casas están reforzados con acero en diversos compartimientos rellenos con agua, lo que imposibilita que el acero se caliente y sea vencido. Fue así como el 17 de febrero, los minutos que tardó la Marina para abrir una puerta, permitieron a Guzmán Loera escapar. (www.historiasdelnarco.com)