En las fotografías se puede ver claramente que los sellos no se pegaron entre la puerta y la ventana, sino que solo en ventana y puerta, con la intención de que el personal y los trabajadores de Nima Bay puedan entrar a seguir laborando sin romperlos, lo cual habla del mal accionar de las autoridades municipales en este caso.
Lo anterior, no obstante, a que desde el 10 de abril el juzgado 14 de distrito en materias administrativa, civil y del trabajo con residencia en Zapopan le dio al Ayuntamiento de Puerto Vallarta 24 horas para que clausurara la obra ante un juicio de amparo, 565/2023-IV, que promovieron vecinos afectados de Marina Vallarta.
Sin embargo, han pasado casi 552 horas –12 días para ser exactos—y la Dirección de Desarrollo Urbano solo ha realizado actos simulados de clausura, al colocar sellos que pueden ser superados, pasarlos por un lado o abrir puertas, sin romperlos, por lo que los responsables del desarrollo Nima Bay han seguido con los trabajos de construcción sin ningún problema, sin que el Ayuntamiento haga valer su autoridad.
De continuar esta situación, el juzgado podría ordenar la separación del cargo de al menos tres funcionarios, el presidente municipal interino, Pepe Martínez; la directora de Desarrollo Urbano, Adriana Guzmán y del director jurídico, José Emigdio Rolón Hurtado, por desacato.
En el ámbito político y al estar inmersos en un proceso electoral, alguien debería decirle a la candidata del partido en el poder que, si su alcalde interino no actúa o le tiembla la mano para enfrentarse a desarrolladores abusivos como Moisés Isón Zaga y sus apoderados Víctor Manuel Jaramillo, Iván Quintanar Valenzuela, que ella gire recomendaciones para evitar que estos empresarios y funcionarios sigan violando leyes y reglamentos.
Sin embargo, los abogados de Nima Bay, lejos de cumplir con la ley y hacer las cosas dentro de las normas aplicables de construcción, enviaron el mensaje de que si los quejosos –vecinos que tramitaron el amparo—quieren llegar a un acuerdo, deben “dejar el golpeteo y retirar la publicación”, es decir, que nos pidan bajar la nota de ayer, lo cual, por supuesto no lo vamos a hacer, porque a todas luces es una violación al desarrollo urbano de la ciudad lo que hace el desarrollador.