Sorpresa y extrañamiento se ha dado entre la comunidad periodística, porque la actual directora de noticias de Radio Universidad de Guadalajara en Puerto Vallarta había sido muy cuidadosa en no mezclar a sus hijos en actividades políticas y gubernamentales, sobre todo porque en el año 2022 fue objeto de un atentado que por poco le cuesta la vida.
Más extraño todavía, porque no le importó que la actual directora de turismo, Claudia Díaz de Sandi –a quien el alcalde Héctor Santana presume como su novia política, y la rescató del escándalo de corrupción detectado en Protección Civil, donde ella era la titular—sea la jefa de su hijo Jesús Eduardo.
Y es que, al inicio de la actual administración de Bahía de Banderas, Susana Carreño se le fue a la yugular a Claudia Díaz de Sandi, cuestionando el por qué la nombraron directora de Protección Civil si sobre ella pesan graves denuncias penales y demandas civiles por varios fraudes inmobiliarios cometidos en contra de extranjeros y mexicanos que le entregaron millonarias sumas por la compra-venta de departamentos que nunca entregó.
Sin embargo, tras unas charlas con el presidente municipal, Héctor Santana, Susana Carreño habría convencido –o doblado-- al primer edil para que aceptara a su hijo como funcionario de primer nivel, en la subdirección de turismo.
De hecho, el fin de semana, el muchacho que lleva el apellido paterno, de los Santos (igual que la ex conductora de radio Universidad, Marina de los Santos) y materno de Mendoza, fue visto en un evento público –en el festival del gis en Bucerías-- en compañía del alcalde y de la mismísima Claudia Diaz de Sandi.
En los medios de comunicación se cuestiona si es necesario y prudente, de parte de Susana Carreño, exponer de forma pública a su hijo, solo por meterlo a la nómina y tener sometido de alguna manera al alcalde Héctor Santana.
De hecho, las fotografías son públicas, para que nadie se asombre. El joven se cree tan empoderado, que se atrevió a ponerle cuernos al presidente municipal en una de las gráficas.
Pero bueno, muchos se preguntan por qué la periodista aceptó que su hijo sea subalterno de una mujer que ella misma denunció públicamente por fraudes inmobiliarios.
¿Hay moral o no hay moral?...
¿o simplemente el orgullo de su linaje hizo que Susana Carreño no cuidara las formas en este caso?