En menos de 24 horas, Puerto Vallarta ha sido escenario de dos accidentes causados por este tipo de vehículos, uno de ellos con saldo fatal. De acuerdo con una nota publicada por Vallarta en Línea, una persona perdió la vida tras volcar el RZR en el que viajaba, mientras que otra resultó gravemente herida en un percance similar en la carretera estatal 544. Ambos casos ponen nuevamente en el centro del debate la urgente necesidad de regular estos vehículos, cuya circulación no está claramente normada.
La iniciativa de Yussara Canales advertía sobre los riesgos de los RZR: su diseño expuesto, la ausencia de medidas de seguridad como bolsas de aire, luces, espejos o silenciadores, y su uso en eventos como el “Vallartazo”, que además de generar daños ecológicos, han sido foco de atropellamientos y fugas de conductores no identificados.
“Estos vehículos no deberían tener un trato especial. Si circulan por espacios públicos, deben cumplir con la ley como cualquier otro automotor”, señaló en su momento la legisladora.
El rechazo a la iniciativa contrasta con la realidad que viven comunidades locales y turistas: accidentes, afectaciones ambientales y falta de control. A más de dos años de haberse planteado una solución legislativa, los hechos hablan por sí solos