En esa comunidad, que pertenece a la demarcación de Bahía de Banderas, hay indignación y preocupación por la forma prepotente y abusiva con que el individuo de la fotografía --quien abraza al gobernador y es abrazado por Héctor Santana—ha cercado prácticamente un tramo de playa para que nadie ingrese sin su permiso, ya que presume tener el visto bueno de Navarro Quintero y del presidente municipal de Bahía.
La primera autoridad del municipio que está permitiendo este atropello contra la comunidad de Lo de Marcos, es Héctor Santana, mientras que el gobernador solo se ha hecho de la vista gorda, sin importar que se privatice una playa por parte de uno de sus amigos, en perjuicio de los turistas y habitantes del lugar.
Los lugareños afirman que la playa está secuestrada, que hay corrupción, abuso y contaminación, todo permitido por el alcalde Héctor Santana, no obstante, a que Lo de Marcos es una de las playas más hermosas de México, pero que hoy está siendo víctima de abuso descarado y contaminación ambiental por parte de Ricardo Montes, alias “El Paparazzi”, quien, además, presume públicamente su cercanía con la delegada, Patricia Guillermina González y con el presidente municipal de Bahía de Banderas, lo que le ha permitido actuar con total impunidad.
Escudado en supuestas conexiones políticas, —mismas que presume en redes sociales e incluso Montes tiene calcomanías del presidente municipal en su camioneta, como si aún estuviera en campaña—, este sujeto mal apodado “El Paparazzi” ha tomado ilegalmente una sección de la playa para instalar un bar clandestino en el acceso de avenida Universidad, sin permisos, sin concesión y sin el más mínimo respeto por la ley ni por la comunidad.
Lo anterior, mientras los negocios formales sí cumplen con licencias, trámites y pagos obligatorios.
Sin embargo, el tal “Paparazzi” se apropia de un espacio público frente a una propiedad privada, bloqueando accesos, obstruyendo la vista al mar y contaminando el entorno natural, sin que ninguna autoridad intervenga.
Como si esto fuera poco, ha colocado seis bases de sombrillas fijas sobre la playa, invadiendo el paso de turistas y bañistas, transformando un área de uso común en lo que parece su restaurante privado.
Y es que antes, lo que era un lugar de libre tránsito y recreación familiar, hoy está plagado de obstáculos que representan un riesgo para la seguridad y la convivencia.
Lo más indignante es que todo ocurre a plena luz del día y ante la mirada indiferente de la delegada, Patricia Guillermina González, cuya omisión y silencio la convierten en cómplice de la privatización ilegal de un bien nacional.
“Lo de Marcos no merece esto. No merece ver su riqueza natural secuestrada por el influyentismo, la corrupción y la falta de voluntad política. La comunidad exige respeto, legalidad y la recuperación inmediata de su playa.
Es hora de que SEMARNAT, PROFEPA y el Ayuntamiento de Bahía de Banderas actúen con decisión. La ley debe aplicarse por igual, sin excepciones ni privilegios para nadie.
Las playas son de todos”, claman y gritan para ser escuchados los pobladores de Lo de Marcos.
