En Puerto Vallarta hay 110 mujeres que son mamás y policías, uno de los trabajos de mayor riesgo pero a la vez de los más apasionantes, considera Edith Arana Pérez, quien pertenece a las filas de la Comisaría de Seguridad Ciudadana desde hace 6 años.
Edith Arana Pérez es policía de línea y concluyó hace poco sus estudios de preparatoria, tiene aspiraciones de cursar la licenciatura en Seguridad Pública, considera que es la mejor carrera que podría elegir, le gusta mucho su trabajo y sobre todo prepararse para brindar un servicio profesional a la comunidad.
Además de su trabajo y de las labores cotidianas del hogar, Edith Arana practica el atletismo, y aunque han sido pocas las veces, ha participado en competencias, se siente orgullosa de lo que ha logrado, “no se trata de competir para ganar, claro que me gustaría mucho, pero más que eso participó para ejercitarme, para demostrarme a mí misma de cuanto soy capaz y obviamente para inculcarles a mis hijos el hábito del practicar deporte” reflexiona.
Tanto Edith como su esposo Felipe Pérez son policías, éste último con 11 años en las filas, son padres de un jovencito de 13 años de edad y una niña de cinco, quienes son su motor para seguirse preparando y promulgar con el ejemplo para que sean personas de bien y se sientan orgullos de sus padres.
Ser mamá policía significa una responsabilidad muy grande, sobre todo porque además de ser ejemplo para los hijos, debe dedicarles tiempo para estudiar con ellos, llevarlos a la escuela y atenderlos cuando están enfermos, pero sobre todo mantener una imagen intachable para que sus niños se sientan orgullos de ella y de su padre.
“Estoy muy orgullosa de ser policía y no cambiaría por nada mi trabajo” señaló Edith Arana, destacó que al igual que en otras profesiones es difícil para la mujer ascender en cargos de alto nivel dentro de la comisaría, “los ascensos en mujeres son muy escasos, actualmente solo son tres o cuatro mujeres las que ostentan un grado dentro de las filas, el resto somos policías de línea y creo que deber ser equitativo”.
Agregó que le gustaría que continuarán con los cursos a los elementos de seguridad y que dieran espacio para un mayor grupo de mujeres, “los cursos de capacitación que se tienen, regularmente son más enfocados a los hombres, deberían enfocarse también en nosotras”, concluye la mujer policía, quien se retira para continuar con su servicio a cargo de la vigilancia en la colonia El Caloso.