Desde muy joven estuvo convencido de lo que sería su futuro profesional. Esta vocación inició su andar en 1997 con el ingreso a las filas de la entonces Dirección de Seguridad Pública de Puerto Vallarta.
“Más que nada me gustó, me llamó mucho la atención el hecho de que muchas veces veía a los policías que andaban fuera combatiendo la delincuencia y me daba cuenta que eran pocos o nadie quería ser policía y a mí me gustaba el estar ayudando a las personas o el pensar en echarles la mano. Y tratar de hacer un Vallarta mejor, por seguridad de las demás personas, incluso por mi familia, por mis hermanos, también por todo eso”, nos dice el Comandante de Guardia de la primera compañía.
La vivencias que a lo largo de casi dos décadas ha acumulado el Comandante Vega, dice, son insustituibles ya que ningún día como policía, como portador de su uniforme, ha sido igual uno de otro. “El trabajo de policía es un trabajo totalmente diferente a todos, todos los días vives experiencias diferentes. No hay una rutina pues se trata con diferentes personas, conoces gente nueva y de todo tipo de lugares”, comenta emocionado.
Al continuar su charla en la oficina que desde hace dos años ocupa dentro de la Comisaría de la Policía Preventiva y Vialidad de Puerto Vallarta deja muy claro lo que se requiere para ser policía, para poder ayudar a los demás y no fallarse asimismo. Sin titubear afirma que es fundamental tener valor, por sobre todo lealtad y decisión; porque sabe que sus acciones siempre traerán consecuencias buenas o no muy favorables.
Agrega que no cualquiera puede portar el uniforme y la fornitura, pues el llevar ambos implementos son más que algo material. Se trata dijo, de un compromiso. Una responsabilidad invaluable hacia la ciudadanía y con ellos mismos.
Como bien lo comenta Vega Quintero hay momento difíciles en la carrera de cada policía, y la de él no es la excepción; sin embargo, al hablar sobre los momentos más trascendentes de su vida profesional y sin que se le quebrante la voz refiera cuando participó en la captura de quien quitó la vida a un empresario local de apelativo Cázares, propietario del Real del Oro. “Nos tocó a nosotros”, dice sin recato y agrega más al mencionar la pérdida de los compañeros en el cumplimiento de su deber.
“Lo que me ha marcado mucho son los asuntos de los compañeros que han fallecido en el cumplimiento de su deber o que han tenido lesiones graves como lo es el caso del compañero Raymonet, que ha sabido darnos un ejemplo de superación. En esta profesión que deja muchas satisfacciones, pero también muchas diferentes experiencias; como por ejemplo las limitantes que había hace unos años para poder desempeñar nuestro trabajo y por lo tanto afectaba incluso la propia seguridad. La falta de equipo era marcada, actualmente estamos mucho mejor. Más abastecidos y preparados”, refiere Juan Ramón Vega.
Sobre sus actuales funciones como Comandante de Guardia el entrevistado señala que le toca hacer casi de todo; pero particularmente saber qué estado guarda el turno que recibe, los pendientes, el papeleo, lo que sale de la calle e ingresa a los separos y lo que se transmite por la frecuencia de radio. Saber sobre los reportes que la ciudadanía hace.
Destaca, entra tantas funciones, atender a las persona que acuden a las instalaciones de la Comisaría para recibir un servicio o realizar un trámite. Para lo cual, insiste, se debe tener paciencia y tratar de entender o ponernos en los zapatos de ellas. Tener un amplio criterio para ver las situaciones de diferente punto de vista es parte de este trabajo en la Guardia.
“En este punto es donde doy cuenta de porque el día de un policía, mi día como Comandante de Guardia, es diferente al anterior. Ya que aquí atiendo a personas disgustadas, preocupadas o del algún otro estado de ánimo. Pero a todas se les da la mejor atención posible”, afirma.
Por último el comandante Vega hace una invitación a la ciudadanía en particular y claro tiene que ver con el papel que ésta desempeña como parte de la seguridad pública. Sugiere que en caso de saber sobre el irregular actuar de algún elemento o de un ciudadano acuda a la autoridad para solicitar el apoyo necesario; sobre todo, comenta, porque aunque el policía es astuto y observa ampliamente su zona de vigilancia siempre la ayuda de los ciudadanos será bien vista y valorada.
El 02 de enero se celebra en México el día del Policía, en conmemoración a la matanza de custodios y reos ocurrida en el Penal de Andonegui en Tampico en 1927 durante una evasión. Aquí en Puerto Vallarta existen numerosos oficiales que a diario arriesgan sus vidas por salvaguardar la de los ciudadanos y por brindar un servicio de calidad.