Por Jorge Olmos Contreras
Para entender un poco el caso del jefe policiaco, Jaime Torres Cedano (quien aparece con playera rayada clara del lado izquierdo en la foto), debemos trasladarnos a los hechos ocurridos el domingo siete de junio durante la jornada electoral que se llevaba a cabo en toda la entidad, ya que ese día policías municipales, al mando precisamente de Cedano, alrededor de las 11:00 de la mañana, detuvieron en la colonia Bugambilias, ni más ni menos que a un joven muy allegado al candidato del PRI, Andrés González Palomera, de nombre Juan Carlos Palomera, mismo que al ser revisado se le encontró escondidas, en la camioneta Toyota Tacoma roja que conducía, listas con nombres de gente que al parecer pretendía vender su voto, así como recibos a su nombre, sellos del PRI VALLARTA, y LA OLA DEL CAMBIO, así como una fuerte suma de dinero, se dice que alrededor de medio millón de pesos.
Esta situación provocó, como ya sabemos todos, que se trasladaran al lugar de los hechos priistas como Alfonso Bernal, Antonio Lugo Morales, el tabasqueño Juan Carlos Peralta y el mismísimo Andrés González Palomera, entre otros. El objetivo era evitar a toda costa que se consumara la detención y se llevaran a los muchachos a los separos municipales de Las Juntas, pero no lograron su cometido.
En el traslado que hacía la patrulla de la policía municipal donde iban los detenidos y el comandante Jaime Torres al mando, ocurrió un incidente que podría explicar el por qué ahora esté en la cárcel el jefe policiaco, ya que una camioneta donde iban los mandos priistas de Puerto Vallarta, se le emparejó a la unidad policiaca y con teléfono celular en mano, uno de estos priistas le gritó a Cedano que se detuviera, que tenía en la línea al Fiscal Luis Carlos Nájera, que el Fiscal quería hablar con él, pero Jaime Torres no se detuvo, ni tomó la llamada al Fiscal, sólo siguió su camino con rumbo a los separos.
El Comandante Cedano tomo una decisión que al poco tiempo le traería graves consecuencias, optó por acatar la Ley sí, y puso a disposición de la Fiscalía al detenido presunto flagrante delito, Juan Carlos Palomera, junto a sus acompañantes, así como los objetos materia del probable delito que fueron encontrados en su poder, pues se presumía que ya habían realizado la compra de cientos de votos para esa hora de la jornada electoral.
LA LLAMADA
Parece que el “delito” de Cedano fue no tomarle la llamada al ex Fiscal Nájera, pues días más tarde fue detenido en un marco en que se violaron todas sus garantías constitucionales, ya que su arresto se dio después de que el 28 de junio, dos sujetos que habían sido presentados como indiciados y después en calidad de detenidos en la Averiguación Previa 1225/2015, habrían señalado sin ningún tipo de prueba o contundencia jurídica a Torres Cedano, como el jefe policiaco que les “limpiaba” el área donde iban a cometer algún crimen, ya fuera un “levantón” o algún homicidio.
Estos dos sujetos fueron señalados a su vez, supuestamente, por aquellos militares falsos que fueron detenidos por la Fiscalía de Jalisco meses atrás y puestos a disposición de la PGR por portación de arma de fuego, y que uno de ellos fue asesinado al salir de las oficinas de la PGR.
Estas personas, los ex militares falsos, nunca señalaron a Jaime Torres Cedano en la Averiguación Previa.
No se entiende cómo es que estas personas –los ex militares falsos de nombre Carlos R. Vázquez, Efraín Gustavo Díaz, Ernesto Rubén Romo o Román (occiso) Karim de Anaya (desaparecido según la Fiscalía), Marcelo Arellano y Mauro A. Fernández— señalaron a los dos supuestos pistoleros como quienes los agredieron a una calle de la PGR Vallarta, pues ellos fueron detenidos el 11 de marzo por la Fiscalía y su agresión ocurrió la noche del 13 de marzo.
LAS DUDAS DE LA AP
Es decir, cómo la Fiscalía integró la Averiguación Previa en contra de Cedano si se basa en dichos, primero de los militares falsos que no pudieron declarar contra alguien antes de haber sido agredidos a balazos (a menos que hayan declarado después del 13 de marzo en Guadalajara o vía telefónica, pero aun así, surge la interrogante: ¿cómo es que conocían el nombre de sus agresores según la Fiscalía?); y después por la “declaración voluntaria” de dos muchachos que fueron interrogados por agentes judiciales, quienes probablemente fueron sometidos a tortura.
En este contexto, bastó con los dichos de estas personas (los presuntos sicarios) para que la fiscalía en dos días integrara una Averiguación Previa y ejercitara acción penal en contra de Cedano, violando sus garantías constitucionales, privándolo de su derecho a una defensa adecuada y pasándose por el arco del triunfo el principio de inocencia que están plasmados en nuestra Carta Magna; esto es, sin haberlo citado, sin haberle dado derecho a que aportara sus pruebas, y peor aún, sin haber siquiera recabado alguna otra prueba en su contra, ya que no existe en dicha Averiguación Previa una copia de lo registrado en base CARE, del día 13 trece de marzo, en que ocurrieron los hechos que se le imputan.
De hecho, no existe la declaración de ninguno de sus compañeros que corrobore que, efectivamente utilizó su mando para quitarlos del área en donde se cometió el crimen, tampoco existe el dicho de algún testigo que no sean los propios indiciados, que establezca alguna conexión con el comandante Jaime Torres Cedano y la presunta víctima, en sí, no existe otra evidencia que no sea una presunta venganza política en contra de un funcionario del gobierno del Movimiento Ciudadano por atreverse a detener al muchacho de apellido Palomera, el mismo apellido de del ex candidato del PRI y no tomarle la llamada al ex fiscal Luis Carlos Nájera.
Es inverosímil este caso, a menos que en efecto, estemos ante la fabricación de un asunto, ante la confección a modo de una Averiguación Previa para perjudicar a alguien, en este caso, a Torres Cedano.
UNA MISTERIOSA MUJER
Por otra parte, ha trascendido y cobra con mayor fuerza el rumor de que una mujer muy allegada al propio Cedano habría filtrado información a la Fiscalía para dañar al supervisor policiaco, lo que en todo caso, también sería ilegal, porque la Fiscalía estaría soportando una Averiguación Previa en el dicho de otra persona.
Mientras tanto, cabe recordar que a Cedano lo citaron con engaños a la Fiscalía, dizque por un asunto de tipo familiar y ahí lo arrestaron. También citaron a su mujer días después y mientras su esposa estaba en la Fiscalía, agentes judiciales que vinieron de Guadalajara, fueron a la casa del jefe policiaco para, con engaños (les decían que su mamá los requería en la Fiscalía) tratar de llevarse a los hijos menores de edad de Cedano, no se sabe con qué intenciones, pero los muchachos se pusieron alertas y pidieron que le llamaran a su madre por teléfono para ver si era cierto; y sólo así se retiraron los supuestos judiciales que no han dejado de merodear por la casa particular del comandante detenido.
El daño ya está hecho, vivimos en una sociedad indolente, en la cual al saber de un vecino que es “levantado”, inmediatamente prejuzgamos y hasta hay quien asevera “seguramente andaba mal”, por lo que el comandante Cedano ha sido ya duramente juzgado por muchos; pero abogados ya trabajan para encontrar los resquicios por los cuales desarticular la presunta falsa impugnación que ha hecho la Fiscalía
Seguramente la defensa no parará en liberar al ahora detenido del lugar de su encierro, sino que demandará daños y perjuicios a los malos funcionarios, quienes no tienen excusa alguna para seguir violentando sus derechos y garantías constitucionales, ya que en sí nunca se ha encontrado como persona no localizable –como el supervisor de la Policía de Guadalajara que anda amparado y no está localizado-- y nunca dejó de asistir a sus labores hasta el día de su detención.