Dicen que nadie sabe el valor del agua hasta que tienen que transportarla, pero Maribel Rodríguez Valencia sí lo sabe muy bien, porque durante más de 15 años caminaba todos los días con dos cubetas en la mano para almacenar en ellas agua proveniente del río, una actividad que realizaba de tres a cinco veces al día.
Y es que para Maribel y su familia tener agua potable en su hogar era inimaginable, y aunque se veían privilegiados por estar rodeados de la abundante naturaleza que cobija el majestuoso Río Cuale, su colonia Paso Ancho, estaba en la lista de localidades que carecían del vital líquido.
Sin embargo, su firme carácter que la convierten en una persona de metas y lucha, la llevó a acercarse como presidenta y representante de sus vecinos a las oficinas centrales del Sistema de los Servicios de Agua Potable, Drenaje y Alcantarillado –Seapal- de Puerto Vallarta, el motivo era solicitar la intervención del organismo para incluir a las colonias Paso Ancho, Paso del Molino y Paso del Guayabo, dentro de las beneficiadas con la introducción del servicio.
Con la esperanza por delante pero consciente de que siempre había obtenido un “no se puede”, Maribel jamás pensó que encontraría en la nueva administración del sistema y sus colaboradores una mano amiga “me fui con toda la fe del mundo a Seapal, pero sabía que me darían una respuesta negativa, porque la gestión del agua se había pedido desde hace décadas” refirió.
Pero su sorpresa fue inminente cuando al ser atendida por personal del departamento de Atención a Usuarios de la paraestatal, le dieron esperanzas de hacer su sueño realidad, “enseguida salí corriendo y cuando llegué a la casa junté a mis vecinos, es muy chistoso recordar, porque cuando les platiqué seguían incrédulos, me tomaron de loca” platicó entre risas.
Finalmente, puso en marcha cada uno de los pasos que le indicó personal de Seapal y tras varios meses de pláticas entre vecinos llegó el gran día, ese que Maribel y su familia describen como uno de los mejores de sus vidas.
“Vinieron los de Seapal y nos hicieron un festival, con eso festejamos que por fin tendríamos agua, vinieron varios vecinos, estábamos contentísimos, la mayoría ya tenemos nuestro contrato y no puedo describir lo que significa para mi abrir mi llave y que salga agua, es increíble y hermoso sentir esta dicha y por supuesto que el agua nos dio felicidad y nos cambió la vida por completo” concluyó.