Como el alcalde de Bahía de Banderas, Héctor Santana se sentía en la gloria bajo el padrinazgo del fiscal general de Justicia de Nayarit y bajo la tutela; de la diputación local dio el salto a la candidatura a la alcaldía del pujante municipio vecino.
Los dos ahijados de Veytia son enemigos declarados y están en abierta disputa política. Santana sintió haber derrotado a José Gómez y festejó junto a su círculo íntimo la “candidatura”; pero con el amanecer del miércoles, su mundo se derrumbó.
José Gómez Pérez se dedicó la noche del domingo, todo el lunes y el martes a platicar y negociar un pacto político por tres vías para construir una “alianza” de facto y combatir a Santana. Dos días es poco tiempo y la suerte le llegó del cielo con el arresto de Veytia en San Diego. Fueron tres noches los que Gómez soñó construir un dream team, ya sea con “el chapo de Sinaloa”, con Adrián Guerra Padilla y sus hijos, o con el médico Jaime Cuevas Tello. El color político era lo de menos. Se trataba de ir a derrotar a Héctor Santana. Sus seguidores no se ponían de acuerdo, unos proponían aliarse con los Guerra y otros con el aliancista Cuevas. La tendencia se inclinaba a dar todo el apoyo a Jaime Cuevas pues con él creían ir a la segura. De los Guerra, desconfían de las debilidades del patriarca Adrián Guerra Padilla, pues cada tres años es propenso a negociar con los priistas.
La aprehensión del padrino de los dueños del PRI en Bahía de Banderas no marcó ni por asomo una tregua en el priismo badebadense. Al contrario, los azuzó y arreciaron los jaloneos. Los seguidores de Gómez exigen el retiro de la precandidatura de Santana. Para ello trabajan y piden en Tepic le abran cancha, ya no a Alejandro Regalado, sino que le otorguen por “decreto” la candidatura a Omar Gallegos.
Omar Gallegos Reynoso compitió hace tres años por la candidatura. Desde la diputación local hizo un trabajo social que le redituó popularidad y pudo superar en los indicativos de aceptación ciudadana a José Gómez. El partido les había advertido que se irían por el más aventajado. La diferencia fueron dos o tres puntos porcentuales. Al final, fue Edgar Veytia el que marcó diferencia y el elegido fue Gómez. Pistola al cinto, Veytia los reunió y acordaron que Gallegos sería coordinador general de la campaña y en tres años él sería el abanderado. Gómez traicionó a Gallegos -se quejó éste- cuando reclamó la vigencia del acuerdo con Veytia. Éste tampoco cumplió pues ya estaba comprometido con Santana. Pactó contra su palabra misma, pues quería granjearse todo el respaldo con el gobernador Roberto Sandoval Castañeda, como un último jalón para convencerlo de apoyar su aspiración de ser (Veytia) candidato a gobernador.
En política todo puede ocurrir pero se antoja nada probable obliguen a Santana a renunciar. A estas alturas, al candidato solo se le puede hacer a un lado si quiere, por voluntad propia o, por decirlo de la manera más llana, que algún médico psiquiatra lo declare incapaz mentalmente e impotente físicamente para desempeñar el cargo. Y para ello lo que sobra es tiempo. El artículo 128 de la Ley Electoral del Estado de Nayarit lo indica claramente: la sustitución libre de candidatos de partidos políticos y coaliciones para diputado, presidente municipal y síndico, y regidor de mayoría relativa se podrá realizar del 18 al 22 de abril. Son las mismas fechas para registros de candidaturas y planillas.
El calendario electoral marca tiempos y en estos, lo próximo es el dictamen de aprobación de las candidaturas a gobernador y el arranque de las campañas, fecha fatal la de este domingo 2 de abril. Un mes después, el 2 de mayo arrancarán las campañas por las diputaciones, alcaldías y regidurías.
Ya el sábado 25 de marzo se dictaminó el análisis de planillas y de ahí se “descalificó” al médico Regalado. Héctor Santana debió concurrir este viernes a inscribir su planilla. Hasta la media tarde no se sabía de contraorden y todo indica que José Gómez sufrió el segundo revés en menos de una semana. Si con Regalado estaba condenado a perder, su exigencia de anular a Santana “en la mesa” era y es una apuesta a perder.
Entonces, que no le apuren, que se desgastan y gastan sus energías “el cheché” Gómez y su pandilla. Y Santana, que ya no muerda el anzuelo de quien le ha dado de comer y acepte su condición de ser hijo político de Edgar Veytia. Su comportamiento ha sido aquel del clásico político que da la espalda a quien cae en desgracia. Han sido años, no menos de tres, que buena parte de las cuentas de sus gastos han sido cubiertas con aportaciones obtenidas de las cuentas del fiscal “el diablo”. O desde la óptica de las autoridades gabachas, Héctor Santana ha sido subsidiado y financiado por un narco, por un contrabandista de sustancias ilícitas. Vamos a decirle más fuerte, Héctor Santana, está bajo la sospecha de ser un narcopolítico.
Meses atrás, curiosamente al final de una jornada por la sierra de Vallejo, Santana decía que había mucho dinero sucio en “precampañas” de algunos aspirantes. Puso de ejemplo gastos en cabalgatas. Hay financiamiento de dinero del narco, presumió. Se mordía la lengua. Se mordía la lengua Santana, como en su momento su padrino se la mordía cuando presumía ser el súper policía capaz de mantener a raya a toda clase de delincuentes, a ladrones vulgares y también a los narcos más feroces que por años acecharon y asolaron la tierra Cora.
Santana aprendió de su mentor y es el gran simulador en Bahía de Banderas. Nadie le pidió desmarcarse del fiscal sicario, pero sabe él y los suyos que es obligado definirse entre estar condenado a ser el hijo putativo o el ahijado político de un individuo caído en desgracia. “El honesto” ya no puede esconder haber sido el niño becado y mimado de un tipo acusado ahora, quizá condenado luego, de ser un gánster entre delincuentes y capo de las drogas.
Pero que no festine José Gómez y sus seguidores. Hace tres años, ellos estaban en la posición de Santana. Los dos son engendros creados por Veytia y lo de Gómez hoy, es el conducto de un ser acomodaticio y oportunista, un defecto visto como talento en la política aplicada por los “bad man” de Trump el gringo.
REVOLCADERO
Y bueno, acá nuestros amigos Estrada, los avecindados en Puerto Vallarta, pero con raíces en Santiago Ixcuintla dejaron sentir un dejo de alegría apenas enterados del arresto del fiscal de Nayarit. Como es del dominio público, la familia Estrada posee una flotilla de taxis y camiones urbanos que se cuentan por decenas. Otro de la familia, Álvaro lleva por nombre, dueño de las Farmacias Sufacen, semanas atrás protagonizó un escándalo que trascendió por una serie de dos videos, en uno es el malo y en otro el bueno. Bien, pues en su momento, fue Veytia quien festinó la agresión y clausura de las farmacias de los tío de “los pañalitos” vallartenses, Cesar y Alejandro “el peque”. ¿Y porque Veytia se alegró? El fiscal en desgracia fue amigo de la familia Estrada, pero en los últimos tiempos los consideraba enemigos y potenciales riesgos para sus negocios, sobre todo para su flotilla de transporte público, en Tepic y en Santiago. Es apenas un poco del canibalismo mostrado por “el diablo”, también motejado como “el fiscal zeta” en los negocios. En libertad solía decir que algún día iba a tener más dinero que los Echevarría, otro clan enemigo del preso en territorio gabacho. Ya habrá tiempo para dar algún detalle del compadrazgo y sociedad con Carlos Saldate, el virtual candidato de PRI, por obra y gracia de Veytia, a la alcaldía de Tepic.****** Vaya el nuevo escándalo de la administración municipal naranja, la de Arturo Dávalos Peña. Sucede que la tarde del jueves inauguraron su Casa Ciudadana. Ha, pero fieles a la costumbre, a algún funcionario se acordó que debía mandar una cuadrilla de empleados municipales a realizar talacha de limpieza. No se sabe, y ni se sabrá dijo “don chonito”, si alguien solicitó dicho “apoyo”. También mandaron una camioneta de Servicios Públicos. No es descuido. Es una barbaridad, una sinvergüenzada, un abuso y un delito el cometido por ese funcionario, el que ordenó a esos empleados –dando por bueno que recieron órdenes “superiores”- ir a trabajar en ajustes al inmueble pintado de naranja. Nos resulta increíble, asombroso. Sabemos que el acalde Arturo Dávalos se molestó por el hecho y lo primero que quiso saber es la identidad del subordinado que dictó órdenes a los empleados. Si Gustavo Fong cree que así va a ganar adeptos, se equivoca. Ya es tiempo que gaste de sus ahorros y haga algo por su partido. En tanto, que el contralor, Fernando Peña Rodríguez, debe sentirse suelto para realizar una investigación objetiva e imparcial. En unas cuantas semanas ya son tres escándalos, barrabasadas que resortea Dávalos. No se crean aquello de “la mona”, que hasta los gallos se cansan. Eso es broma. ***** Para un trabajo hecho hace dos semanas, hurgamos en la nómina municipal los pagos hechos la última quincena de febrero. Se nos había quedado un dato que nos pareció patético y que algo nos dice de la dedicación puesta por Santiago Centeno, el Oficial Mayor Administrativo. Hallamos el cobro dos veces a un “COORD. DE AGENTES Y DELEGADOS “por un total de $ 11,914.89 pesos. Un pago se efectuó a Pelayo Méndez Javier y otro a Ibarría Macedo Carmen. Ignoramos si se subsanó dicha observación, que luce como algo irregular. O bien, quizá, “el pitas” y también Pina Ibarría tienen un mismo nombramiento y comparten trabajo. Nosotros pensamos se trata de alguna burrada y su autor tiene nombre. O es Santiago Centeno o es alguno de sus subordinados.