En entrevista una vez que la Comisión Electoral interna le entregó su acreditación como candidata, Olivia Pérez de González, sentada en la sala de su casa está preparada para abandonar esa zona de confort, como ya lo ha hecho antes y salir a la contienda interna, no le amedrentan ni la posición adversa que enfrenta el panismo en el escenario político, tampoco le hacen mella los ataques, se hizo una coraza contra ellos desde que hace 25 años andaba en campaña en la planilla que encabezó Humberto Jiménez Rosales a la presidencia municipal.
“Nos cerraban literalmente la puerta; rompían la propaganda, era un acoso hacia todos aquellos que formamos parte de esa planilla”, rememora justo cuando se cumplen 25 años de que estaban tocando puertas en búsqueda del voto rumbo a los comicios que se efectuaron el 5 de diciembre de 1988, y que le darían tres regidurías al PAN, al fallecido Jiménez Rosales; el retirado de la política, Ismael Macías Garibay y Olivia Pérez de González, quien en su mensaje que dirigió a la membresía de su partido en su junta mensual, dijo pertenecer a ese grupo, así como al de su mentor político, don Guillermo Ruiz Vázquez.
Con un señorío que le hace inmune a los comentarios ácidos hacia su persona, fue vacunada contra las agresiones en la primer ocasión que fue edil, porque sí soportó las acometidas del alcalde Efrén Calderón Arias, en una etapa que asegura que dentro de su trayectoria política, lo peor que le ha sucedido se llama “Efrén Calderón”, lo demás que puedan decir los detractores no le cala.
Prefiere enfocarse a las satisfacciones siendo la mayor, cuando fue directora del DIF porque desde esa posición se pudo contribuir a mejorar las condiciones de vida de los grupos vulnerables, asegura la también ex vicepresidenta municipal, en la segunda administración emanada del albiazul.
Ser panista le abrió también nuevos horizontes y le permitió vivir experiencias inolvidables y junto con bastiones del panismo, hizo campaña como candidata a diputada federal hace 21 años, “junto con Gildardo Gómez Verónica en la Guajolota para hacer campaña por la sierra”, primero en búsqueda de una curul en Congreso de la Unión y luego en el local, andando en esa brega para la construcción de la democracia y la creación de una conciencia cívica.
E igual como en enero de 1989 cuando se integra el primer comité municipal, que presidió Ismael Macías Garibay, ella fue la tesorera, en una época en que se logró posesionar al blanquiazul entre el electorado, casi cinco lustros va ahora por el reposicionamiento con miras al proceso electoral del 2015.
Una panista que también del brazo y por las empedradas calles hizo camino al andar junto con Luis H. Álvarez y Gabriel Jiménez Remus, solo por mencionar a dos de esos figurones de la política nacional que aquí estuvieron cuando apenas despuntaba el blanquiazul, así como años después lo haría el Jefe Diego y Vicente Fox, en la contienda de 1995 cuando el PAN dio un nocaut electoral al PRI al ganar la presidencia municipal, la diputación local y la gubernatura, habían transcurrido solo 6 años de que Olivia Pérez había abierto ese camino junto con un puñado de panistas hacia el primer triunfo en las urnas en el municipio.
“Fue una alegría indescriptible, se cumplía el sueño de un cambio pacífico y ordenado”, expresa más de 18 años de aquel histórico 12 de febrero, cuando probaron los panistas las mieles del triunfo, no solo en la alcaldía, también en la diputación local y la gubernatura.
Habrían de suceder tres trienios panistas, siendo en el segundo encabezado por David Cuevas García, cuando ella tuvo la responsabilidad de ser vicepresidenta municipal; logrando cumplir con aquel eslogan de campaña de “Cero Deuda”. Hasta que hace diez años retornasen a la condición de oposición. Sin embargo se mantenía como la segunda fuerza política en el municipio.
Se alejaría de la vida pública por motivos familiares, y si bien por atender a su familia ya no hacia activismo, no dejo de participar en asambleas y convenciones, dispuesta a trabajar por su partido, incluso fue vocal en la comisión electoral interna en 2007 en el proceso de renovación del CDM.
Y si bien las subsecuentes derrotas electorales en las urnas, le dejaban sinsabores, cuenta que siempre recordaba aquellas palabras de Maquío “solo está derrotado aquel que ha dejado de luchar”, fue en el último proceso electoral que se preguntaba “¿qué paso. En dónde perdimos el rumbo?”. El acabose vendría en los comicios en que el PAN no solo pierde en todos los cargos de elección popular que se disputaban, desde la alcaldía, diputaciones local y federal, la gubernatura hasta la Presidencia de la República, yéndose hasta el tercer sitio como fuerza política en Vallarta.
“Me dolió, claro que me dolió, tanto que se luchó para abrirnos espacios. Y ver que perdíamos en todos los cargos, si me desaminó”, expresó al señalar que aquellas palabras de Gómez Morín "insistir incansablemente insistir, porque en esa capacidad de insistencia estriba la lucha misma".
Así a los 75 años, recobra el ímpetu para con más experiencia y aprendizaje, tras vencer la renuencia inicial cuando le buscaron un grupo de panistas, para impulsarla para que se convierta en la próxima presidenta del CDM, luego se hacer el consenso con su familia es que se decidió postularse a la dirigencia municipal, dejando de nueva cuenta deja su zona de confort para entrarle a la contienda interna, “tengo en Acción Nacional una razón más para seguir viviendo”-
Con el lema “Rencuentro con nuestros valores”, rumbo a la asamblea a efectuarse el próximo 1 de diciembre, bosqueja el plan de trabajo bajo la premisa de ser incluyente, convocando a la unidad para reposicionar al blanquiazul entre la sociedad, retomando aquellos principios que le dieron vida a este instituto político: la formación de una conciencia cívica. Un objetivo que necesita que los panistas, dejen a un lado “la onda grupera”, insistiendo a que en esta campaña interna no haya agresiones, ni denostaciones “desde ahí iremos construyendo la unidad”, enfatiza.
“Voy a luchar con la fuerza de mi experiencia para levantar al partido; he dejado constancia que todos los retos que asumido los he llevado hasta el final”, expone Olivia Pérez a sus correligionarios dispuesta a rencontrarse con esa lucha que emprendió con éxito una vez y que asume el reto de volverlo hacer, convencida de que como le advirtió don Guillermo Ruiz Vázquez hace un cuarto de siglo, “que no era tarea de un día sino brega de eternidad, y en esta se nos debe ir el último aliento”. (Cortesía Contralinea.net)