En un informe, la maestra narró los hechos al sentirse lesionada. Dijo que estaba sentada en el escritorio y que de pronto se acercó el niño, quien le comentó “maestra” y al voltear y contestar el infante la comenzó a golpear en el estómago, pero que al tratar de detenerlo y agarrarlo de las manos vio que tenía un cuchillo.
En el forcejeo de calmar al menor, éste se movía y le comenzó a dar con el arma blanca, por lo que pidió ayuda a los demás niños para que le hablaran al director.
Después la maestra se fue a la cruz verde del cerro de la reina para ser atendida, mientras el director se quedó en la escuela a esperar a los padres de familia.