El reporte se originó alrededor de las 20:30 horas de la noche en la comisaría de seguridad pública, donde una persona afirmaba que en una finca de esas vialidades un joven estaba agresivo y que amenazaba con hacerse daño con un cuchillo.
Al llegar los oficiales de la policía municipal fueron informados por un amigo del morador de la vivienda, que una persona del sexo masculino de nombre Josué Vázquez, a quien conocían desde hace tiempo, estaba muy violento y amenazaba con producirse heridas con un arma blanca.
Los amigos de Josué dijeron que éste llegó a la casa –donde el gringo vive con su pareja—y lo observaron medio deprimido, que estuvieron bebiendo, pero que, en un momento determinado, el joven se metió al baño; pero como se tardó en el sanitario, el norteamericano fue a verificar que todo estuviera bien, pero ahí observó que Josué ya se había rebanado el cuello con un arma punzo cortante.
Al querer ayudarlo su amigo extranjero, Josué corrió y se aventó a la alberca todavía sangrando, pero la pareja del estadounidense se aventó para sacarlo del agua; después llamaron a la policía y al llegar los uniformados, el muchacho todavía forcejeó con los gendarmes hasta que lo calmaron y lo trasladaron en ambulancia al Hospital Regional, donde más tarde falleció por la herida mortal que se hizo en el cuello.