Raúl trabajaba como mesero en un table dance de la zona de tolerancia, y se desconocen los motivos para haber procedido de esta manera y acabar con sus días.
Un amigo que fue a visitarlo cerca de las 12:00 de la noche, se alarmó al ver que no respondía y al asomarse por una ventana de su habitación, vio que estaba tirado en el piso y no se movía, por lo que dio parte a las autoridades.
Al arribar, policías municipales como primeros respondientes, observaron que el cuerpo del infortunado empleado de conocido bar de la llamada “zonaja” estaba en el piso, boca arriba y que presentaba algunas quemaduras en los brazos, quizá por el efecto del cloro que le cayó al derramarse el contenido de la botella que tomó momentos antes.
Al momento de redactar esta nota, se había llamado al servicio médico forense para que se hiciera cargo del cadáver.