Sin embargo, el director de turismo municipal –consultado sobre este asunto--, Ramón González Lomelí, manifestó que es absolutamente falso que alguno de sus subordinados se quede con un peso por concepto de pago de permisos provisionales que efectúan los concesionarios de puestos de comida, ya que todo se deposita finalmente en la tesorería municipal, y para ello mostró la copia de uno de los recibos que entregó el cajero de tesorería por la aportación que se hace a un fondo de cultura, por el permiso de instalación de 18 puestos de venta de antojitos mexicanos y repostería.
Lo que sucede, explicó González Lomelí, es que para agilizar el pago de los puesteros y evitar retardos, se ha pedido que depositen pagos por 400 pesos por día a una cuenta bancaria y posteriormente de ahí se toma el dinero para pagar en una sola exhibición a la tesorería municipal que van al Fondo de Cultura, pero en todo momento se paga el impuesto municipal, acotó.
Dijo que todo el manejo de las aportaciones de estos 18 puestos está transparentado, que no hay ninguna irregularidad, y que además se cuenta con el permiso provisional para este tipo de vendimia por parte de la Oficialía Mayor de Padrón y Licencias, por lo que exhibió un documento oficial donde el oficial mayor de padrón y licencias, Eliseo Torres concede una autorización temporal por 18 puestos que se instalarán en la calle Iturbide, entre Hidalgo y Juárez para la venta de antojitos mexicanos, del 14 al 17 de junio del año en curso.
González Lomelí reconoció, sin embargo, que con el resto de estas aportaciones se paga también otros conceptos, como cubrir los eventos de luz y sonido, cantantes y ballet folclórico.
No sólo eso, agregó el funcionario, sino que de los remanentes de estas aportaciones también se han construido los módulos de información turística, los cuales no han costado nada al erario.
De hecho, abundó, con estos recursos se construyó el módulo de información de plaza Hidalgo, el del malecón, el de playa camarones y se remodelaron los de playa palmares y el del Holly.
Explicó, asimismo, que algunos proveedores como los cantantes o el ayudante de montar el sonido y otros, no tienen facturas fiscales, por lo que la tesorería no pueda pagarles, entonces lo que se hace es recurrir a este mecanismo para tener un fondo remanente y de ahí estar pagando a los que no puedan facturar.
González Lomelí anticipó que este evento, donde el objetivo principal es mostrar al turismo el folklore mexicano, será el último debido al temporal de lluvias, pero que en octubre se reanudarán este tipo de kermeses para satisfacción de nuestros visitantes; pero que se buscará otro modelo u otro mecanismo para el manejo de las aportaciones, para evitar malentendidos.
Por último, extendió su voluntad de recibir en su oficina a cualquier persona inconforme para explicarle con más detalle el procedimiento del uso de los recursos.