Se dice con frecuencia que los hombres engañan por sexo mientras que las mujeres por amor; que los hombres pueden separar más fácilmente el sexo de la emoción mientras que las mujeres usualmente necesitan experimentar una conexión emocional con un hombre antes de sentir deseo sexual. Lo único certero hasta ahora es que los hombres tienden más a ser infieles (especialmente si el alcohol está de por medio) o a involucrarse con alguien por quien no tienen mayores sentimientos. ¿Pueden cambiar los infieles? Los hombres no engañan porque están infelices, en búsqueda de una conexión emocional con alguien o simplemente aburridos de su relación. Es más, con frecuencia los hombres infieles no buscan terminar su relación original. Varios se describen como “felizmente casados” o “en una buena relación” y con vidas sexuales satisfactorias. Esa es una de las razones por las cuales hay una mejor probabilidad que una pareja permanezca junta y trate de resolver las cosas cuando es el hombre el que ha sido infiel, más que en el caso de la mujer. Para los hombres, la infidelidad tiende a ser una cuestión de oportunidad -están en el momento “correcto”, en el lugar “correcto” y el engaño no implica nada emocional-. Por el contrario, las mujeres que engañan son menos oportunistas y se sienten más involucradas. Es más una cuestión del corazón que de los genitales. Claro que algunas mujeres engañan por sexo, pero la mayoría engaña por tener otra oportunidad en el amor, o para confirmarse a sí mismas que su relación original terminó de verdad. Una mujer infiel, con frecuencia, es una mujer que ya no quiere resolver nada. Ya ha invertido tiempo tratando de resolver el tema y ya se cansó. Es muy tarde. Qué pasa si te enteras que ella engañó a su ex.
Aunque no hay estadísticas certeras sobre la infidelidad femenina, la mayoría de especialistas está de acuerdo en que va en aumento, especialmente entre mujeres que tienen su propia carrera profesional y algún grado de independencia financiera. Las mujeres que de este tipo, según un estudio de la Universidad de Washington, son 1.5 veces más propensas que las que no ganan tanto a tener sexo extramarital. Y habiendo ahora tantas mujeres en las oficinas, no es raro que un 46% de las mujeres infieles y un 62% de los hombres infieles sacaran los pies del plato con alguien de su trabajo. Otro gran factor al que se debe el incremento de la infidelidad femenina es el internet. La infidelidad sexual con frecuencia comienza con la infidelidad emocional, y la tecnología digital ofrece abundancia de oportunidades para crear conexiones emocionales: el reencuentro con un ex, un flirteo en la oficina, un amigo de Facebook que se vuelve más que un amigo. Las mujeres son muy susceptibles a la infidelidad emocional, que comienza como una amistad, con frecuencia con colegas o relaciones en línea aparentemente inocuas, y que lentamente evolucionan a algo más. ¿Cuáles son las señales de que una mujer está engañando o está pensando en hacerlo?
Muestra menos interés, en general, por las cosas que le pasan a su pareja.
Se viste bien para el trabajo, pero parece importarle poco si su pareja la encuentra atractiva o no.
Tiene menos interés en el sexo con su pareja.
Tiene una agenda irregular y pasa más tiempo en el trabajo.
Parece feliz en general, excepto cuando está con su pareja.
Muestra menos tolerancia a la familia y amigos de su pareja.
Si está en una relación con temas que siempre han sido ignorados voluntariamente o no resueltos de una manera que la satisfaga.
Si está en un matrimonio que está centrado en la crianza de los hijos y deja en segundo plano la relación de pareja, con pocas oportunidades para el romance y el tiempo a solas con su pareja.
Señores, si piensan que su novia o esposa nunca los engañaría, piénsenlo de nuevo. Cuando los hombres se enfurecen por algo, tienden a discutir -al contrario de la creencia general- pero las mujeres con frecuencia guardan silencio y encapsulan sus emociones. Helen Fischer, profesora de antropología en la Rutgers University, dice: “Los hombres quieren pensar que las mujeres no son infieles y las mujeres quieren que los hombres piensen que no son infieles. Así, ambos sexos juegan psicológicamente uno con el otro”. Infidelidad: Mitos y Realidades.
Quizás esto no sea tanto un juego como un reflejo del doble estándar y la “cultura del perdón” que favorece a los hombres (“son hombres, ellos son así”) cuando son infieles. Pero, como podemos ver, la infidelidad es una “actividad” con iguales oportunidades en la que la mujer puede “jugar” tan bien como el hombre.