Fueron los propios internos quienes la bajaron al quedar suspendida con una soga, y los mismos llamaron a los paramédicos para que trataran de reanimar a la muchacha, a quienes sus familiares habían traído desde Bucerías por problemas de adicción.
Trascendió que la joven recibía malos trataos en ese lugar y que ya se había quejado varias veces, pero nadie le hacía caso, por lo que habría tomado la extrema decisión.
Sin embargo, la tenían catalogada como problemática y la tenían constantemente vigilada, por lo que, al momento de intentar irse de este mundo, rápido la bajaron y llamaron al 911.
Hasta hace unos minutos en que sucedió el hecho, los socorristas de los cuerpos de emergencia y auxilio todavía la estaban reanimando, ya que estaba inconsciente, pero con vida.