En Bahía de Banderas, por ejemplo, los marinos traen una lista de vehículos sospechosos que, sin importar si se trata del objetivo a revisar o no, detienen arbitrariamente a los conductores de estos automóviles, aún cuando los automotores están estacionados en algún puesto de comida.
En algunos medios de comunicación del vecino municipio, llegó una queja en contra de efectivos de la Armada de México, por sobrepasarse con civiles, a quienes tratan igual o peor que los delincuentes.
Se trata de una carta en la que un ciudadano expone la experiencia que vivió a manos de los marinos:
“Quiero dejar un antecedente sobre el actuar de la Marina en Bahía de Banderas, un municipio que frecuento por trabajo y para vacacionar. La noche del domingo fuimos a cenar a Mezcales acompañados de varios amigos. A las afueras de la taquería donde estábamos vimos cómo pasaron varias camionetas con personal de la Marina. Luego regresaron al lugar y empezaron a revisar mi carro, uno de los marinos se acercó y preguntó de quién era y solicitaron su revisión. Yo me paré y le entregue las llaves advirtiéndole que lo que estaba haciendo era un acto ilegal, pues a nadie debe molestar sin una orden previa. Sin embargo, accedí porque no tengo nada que ocultar.
La gente de la Marina revisó y no halló nada, pero los agentes federales que acompañaban este operativo siguieron auscultando mis pertenencias. Llamaban a varias dependencias y en todas no hubo ningún reporte.
Quiero dejar por sentado que este tipo de operativos intimidatorios son ilegales y si bien ellos portan una lista de autos que revisar, los que no están en ella también pagan los platos rotos de esta estrategia de seguridad fallida, que más que resultados en la reducción de los índices de violencia, ha incrementado las muertes.
Bahía de Banderas es un municipio turístico que a través de estas medidas de inseguridad cabe la posibilidad que la percepción de los visitantes cambie, porque de un momento a otro te cae la Marina y te inspecciona y eso no está bien, porque vulnera las garantías individuales de la gente que venimos a trabajar y también a pasear”.
La presencia de la Marina para disuadir a los delincuentes es bien recibida por los habitantes de aquel municipio, sin embargo, cuando se cometen excesos, ya no son bien vistos.
Los vecinos de Bahía de Banderas están temerosos porque la Marina instaló una especie de campamento en la unidad deportiva de San José y creen que se puedan cometer más abusos contra ciudadanos indefensos.
Sí quieren a los marinos en Bahía de Banderas, pero sin prepotencia ni violación a las garantías de los ciudadanos.
Se sabe que hay un acuerdo con el Ayuntamiento que preside Jaime Cuevas para que haya operativos coordinados, pero también le piden al alcalde que no permita ningún tipo de abuso de parte de ninguna corporación, mucho menos de una institución tan limpia como lo es la Marina Armada de México, pues lo acontecido en Mezcales, solo empaña la imagen de este órgano castrense.