El cuerpo presentaba una evolución cadavérica de entre cinco y ocho días al momento de ser rescatado de un barranco del cerro que se ubica a unos dos kilómetros de la brecha de El Jorullo. El sujeto vestía playera roja, pantalón azul de mezclilla y tenis color azul de conocida marca.
Una persona hizo una llamada anónima a la Policía Municipal para reportar el mortal hallazgo, y al parecer el fuerte olor a descomposición hizo que ubicara el lugar exacto en donde estaba el ahora occiso.
Fueron oficiales de la Policía Municipal los primeros respondientes del hecho, y con apoyo de bomberos locales, lograron sacar el cuerpo de este hombre que, hasta ahorita se desconocen sus generales, sólo le encontraron entre sus prendas una cédula de identidad poblacional, CURP a nombre de Salvador Pérez Andrade de 26 años de edad, pero no se sabe todavía si en vida llevaba este nombre.
De acuerdo con lo observado en el lugar, el individuo muerto tenía aproximadamente 1.70 metros de estatura y su cabello era corto, piel morena, y algo robusto.
Y como se dijo líneas arriba, todo parecer indicar que se trata de un ajuste de cuentas entre narcos, ya que presentaba huellas de haber estado atado con cinchos de plástico. Y según se apreciaba, tenía una fuerte herida en la parte posterior de la cabeza, por lo que es probable que lo hallan asesinado con un objeto punzo cortante, quizá un machete
Hace tres semanas, por la misma zona fueron hallados restos humanos, por lo que podría considerarse que es un lugar que utiliza la delincuencia organizada para arrojar a sus víctimas.
Fue el Agente del Ministerio Público, José Luis Pérez Arbizu, quien permitió que los peritos del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) levantaran el cadáver para llevarlo al anfiteatro local y hacerle la autopsia de ley, en donde se encuentra como NN desconocido.