Uno de los establecimientos involucrados y que tiene un tipo de clientela que gusta invadir la playa, es “Eduardos”, un restaurante que, en efecto, tiene buena cocina y magnifico ambiente, pero que después de las 18:00 horas se convierte en una cantina con música de banda y con automóviles cuyos conductores no tienen el menor respeto por los bañistas.
Hace años, los Marinos siempre cuidaban que ningún vehículo automotor se metiera a las playas, pero al parecer en Boca de Tomatlán es la excepción, y esto se vivió el domingo pasado y también el antepasado, donde este medio de comunicación pudo observar cómo el desorden empieza en “Eduardos” y poco a poco se extiende hacía otras palapas.
Agentes de tránsito, policías e inspectores de Reglamentos del Ayuntamiento brillan por su ausencia. Algunos puntos de la zona de palapas es tierra de nadie, ahí todos hacen lo que quieren, infringir el reglamento, atentar contra la seguridad de los bañistas y otros hasta se dan el lujo de presumir lo que no son, pues la actitud de “sicario”, pistolero” o “narco” abunda en los restaurantes donde la banda norteña ameniza la tarde.
Ahí pudimos ver cómo dos camionetas con muchachos jóvenes, pero con la clásica mariconera o la bolsita cruzada sobre el cuerpo, entran con lujo de prepotencia, por el lado norte de Boca de Tomates, justo donde está la última palapa, y se estacionan justo afuera del “Eduardos”, pero del lado de la playa.
Y como el mal ejemplo cunde, otros muchachos también hacen lo mismo, mientras la seguridad prometida por los marinos, los policías y tránsitos municipales, no se hace presente.
Esperemos que no suceda nada grave y que todos disfruten de unas placenteras vacaciones en Puerto Vallarta, pero estos lugares –en donde no hay seguridad y se permite de todo—son un verdadero caldo de cultivo que puede terminar en pleitos, o en balaceras que después vamos a lamentar como destino turístico.
Una vez lo advertimos cuando el ambiente se ponía igual en “Las Pinkcheladas”, que cualquier día podía ocurrir una balacera. No pasó mucho tiempo, y sucedió aquella trágica explosión de una granada de fragmentación que amputó miembros a varios jóvenes.
Por lo pronto, nadie debe entrar con carros a las playas, pero las autoridades están quedando muy mal en estas primeras 72 horas de las vacaciones de Semana Santa.