Disfrazada de “fiesta privada”, pero organizada en un terreno que es propiedad de Rafael Plascencia –hermano de la dueña del restaurante, quien también estaba en el convivio--, los Plascencia llevaron a cabo su “posadita”, según posteó María Leticia Plascencia López, otra familiar del clan.
Por eso, anoche cuando acudieron los inspectores de Reglamentos del Ayuntamiento, solo vieron que el restaurante estaba completamente cerrado y a oscuras, pero que al lado habían montado un toldo con sillas, mesas y un conjunto musical para amenizar el momento y que la música y el baile estaba a todo lo que daba.
Según el argumento de los funcionarios de inspección y vigilancia, se trataba de una fiesta “privada” y ellos no podían intervenir, por lo que se avisó a la policía municipal; incluso este reportero solicitó al Director de la Municipal, Misael López Muro información al respecto, pero el jefe policiaco nunca respondió.
Total, que los Plascencia se salieron con la suya gracias a la actitud omisa, tanto de los inspectores de Reglamentos como del titular de la Comisaría de Seguridad Ciudadana, que permitieron una aglomeración más en Puerto Vallarta, pese a que el número de contagios de Covid-19 va en aumento y a que estamos en un periodo de restricciones decretado por las mesas de salud y economía del gobierno del Estado.
En otras circunstancias, la fiesta sería bienvenida, todos tenemos derecho a divertirnos, pero en plena pandemia y con las medidas decretadas, lo que hicieron ayer en terrenos de la familia Plascencia es una completa irresponsabilidad.
Los propietarios de “El Vallartense” no se pueden sustraer a esta irregularidad, porque ellos y sus hermanos son los dueños de todo el predio que está dividido entre siete. Además, los familiares de Verónica Plascencia subieron fotografías en las redes sociales en las que se aprecian los rostros de la señora Plascencia junto con sus sobrinas políticas y otros invitados al huateque.
¿Hasta cuándo se va a seguir tolerando este tipo de influyentismo? (Ver video por separado)