Un caso más de agresiones verbales y prepotencia en que Doris Ponce se ve envuelta, sucedió el pasado domingo primero de diciembre, justo cuando comenzaron las peregrinaciones y festejos en favor de la parroquia de nuestra Señora de Guadalupe, ya que la regidora, al ser comisionada por el alcalde para controlar y supervisar los puestos fijos y semifijos que se instalaron en la plaza de armas y a lo largo de la calle Juárez, se sintió con el suficiente poder para humillar y gritar a aquellos comerciantes que le caen mal.
En pleno domingo, ofendió y discriminó a una indígena que estaba vendiendo artesanías mexicanas, le gritó que se quitara de ahí, que seguramente su mercancía era china y que, además, no estaba “cuarra” ni lisiada para estar en ese lugar.
A otra mujer le dijo que olía mal, que se fuera a bañar, que estaba muy fodonga como para estar en la plaza vendiendo productos, ya que de lo contrario no la iba a dejar vender nada.
Como que la regidora andaba de muy mal humor, pues comenzó a cambiar a todos los comerciantes de lugar, hacía y deshacía y a todos los citó para el lunes a las 7:00 de la mañana a una junta urgente en la presidencia municipal.
Sin embargo, “Lady Daga” llegó a las 9:30, dos horas después e hizo esperar a los comerciantes hasta las 11:00 de la mañana en que dio por terminada la reunión.
Entre los vendedores hay un fuerte malestar por l actitud déspota y grosera de Doris Ponce Aguilar, y piden al presidente municipal que le quiten la comisión, ya que otras regidoras que tienen en su comisión la de Protección Civil como Susana Carreño, no ha acudido con ellos para supervisar que todo esté bien en los puestos de comida y sus instalaciones no representen peligro para los peregrinos y asistentes a estas fiestas.
A Doris, comentó una señora, no la queremos, es la peor funcionaria que nos ha tocado, nos trata muy mal, no sabemos qué se siente, pues ella es más naca que todos nosotros, dijo otra joven que pidió omitir su nombre por temor a que le quiten el permiso para vender en estos 12 días de peregrinaciones.
También dijeron que Doris Ponce tiene a sus comerciantes protegidos, ya que observaron que a otros les da un trato amable y de mucha amistad, en cambio a los del Comudis los trata con la punta del pie y hasta se da el lujo de humillar a una indígena.