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Jueves, 28 Marzo 2019 06:51

La visión errática de Enrique Alfaro sobre seguridad pública; ahora culpa a los medios

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Por Jorge Olmos Contreras

Nada más fácil en estos días que echarle la culpa a los medios de comunicación por la percepción de inseguridad que priva en todo Jalisco. Y nada más tramposo que continuar maquillando cifras para mentir y decir que los índices en la materia han disminuido y que siguen “en picada”, tal y como se atrevió a cacarear el gobernador Enrique Alfaro Ramírez durante la toma de protesta del presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara.

Más intolerante no se podía ver el jefe del ejecutivo estatal, al señalar que algunos medios –“poquitos”, dijo-- se han convertido “en promotores del miedo de manera gratuita, que todos los días quieren asustar esta ciudad y decir que estamos condenados a vivir en el terror”.

Y arremetió con un: “Los medios tienen mucho que reflexionar” sobre la percepción de inseguridad que generan entre la población.

En lo que fue un perfecto lavado de manos, Enrique Alfaro ha insistido en que la inseguridad que se vive en la entidad es responsabilidad de administraciones pasadas, de gobiernos anteriores, pero que como la colusión entre gobierno y delincuencia organizada ya se acabó, ha resurgido la violencia.

EL EFECTO BUMERAN

Es importante detenernos en esta frase que soltó Enrique Alfaro, porque el contexto es sumamente interesante, toda vez que estamos ante una revelación de primer orden, una primicia que tendrá que analizarse a fondo, ya que engloba muchas aristas y deja entrever que la colusión entre el gobierno y el crimen organizado siempre estuvo presente en el tiempo en que el mismísimo Alfaro fue alcalde Tlajomulco de Zúñiga, y después presidente municipal de Guadalajara.

Y es que si Enrique Alfaro está reconociendo que antes había colusión entre el gobierno y los delincuentes… debería explicar con más detalle tremenda acusación, pues si metemos a todo el gobierno en el mismo costal, el gobernador también podría salir raspado con semejante señalamiento.

No debe perder de vista el mandatario estatal, que la violencia en Jalisco ya tiene más de 11 años y que no se ha detenido, y que él mismo se mostró incapaz de enfrentar la inseguridad pública desde sus encargos como alcalde de Tlajomulco primero, y Guadalajara, después.

La ola de violencia que se vive en Jalisco tiene su punto central en la disputa entre grupos de crimen organizado, ciertamente, pero también hay otro tipo de inseguridad –que no es colateral precisamente de esta guerra—que se ha enseñoreado por la descomposición del tejido y social, y por la ineptitud de los gobernantes en turno para detener este cáncer y brindarles mejores garantías a los ciudadanos.

LA FALSA PERCEPCION

Es lastimoso escuchar las declaraciones de Enrique Alfaro cuando asegura que los índices de inseguridad van en picada, y que el robo de automóviles disminuye paulatinamente.

No sabe el gobernador el viacrucis y a lo que se exponen los ciudadanos que tienen que ir a la fiscalía a reclamar el robo con violencia de sus vehículos, o el asesinato de uno de sus seres queridos.

Como dijimos en otro espacio, el trato que se da a las víctimas de la violencia es brutal, el desdén de los funcionarios es indignante y todo lo quieren tapar con un “se están matando entre ellos”.

Si un ciudadano es violentado al robarle su dinero o su carro a mano armada, la sociedad toda es la agraviada, por lo que es nefasto que el gobernador presuma que las cifras van a la baja, pues no sabe el sufrimiento, la desesperación y la impotencia de las víctimas.

Y como recuerdo ahí están los cientos de “gavetas” a modo0 de criptas con desaparecidos en el panteón nuevo de Guadalajara y el mensaje triste, angustiante (como si fuera un grito de dolor) de alguien que pide recen por él y cuya fotografía acompaña este artículo.

EL AGRAVIO

Pero bueno, un solo caso –si así fuera, aunque son miles—es de por sí un agravio general a la sociedad, el gobernador se equivoca en su percepción, el problema es mayúsculo, pero él trata de suavizarlo para no “dañar la imagen” de su gobierno.

El gobernador sabe perfectamente cómo está la situación de la guerra entre grupos de la delincuencia organizada. Se dice que él mismo recibió mensajes de un cártel del norte del país para “pacificar Jalisco”. Se ignora si hizo caso, pero en todo caso estaría echándole más leña al fuego.

Pero bueno, Don Enrique sólo se vanagloria con cifras huecas, con estadísticas que no dicen nada; por eso se frustra, porque nadie le cree. Por eso recurre a sus “villanos favoritos”, los medios de comunicación, para culparlos de no difundir estos tipos de datos oficiales, y sí, en cambio, “convertirse en promotores del miedo de manera gratuita, que todos los días quieren asustar esta ciudad y decir que estamos condenados a vivir en el terror”.

Enrique Alfaro se lamenta porque los medios no dan a conocer sus “asombrosas” cifras de que los delitos van a la baja, y que por eso prevalece la percepción de inseguridad, porque los medios nos hemos convertido en promotores del miedo.

Nada más falso que eso. Los medios difunden noticias, hechos que suceden todos los días en las calles, cubren las notas, postean fotografías etc. Los periodistas no somos promotores del miedo, sólo somos el canal para dar a conocer el mensaje, pero pareciera que don Enrique quisiera matar al mensajero con estas desafortunadas declaraciones.

LOS ANTECEDENTES

Y para refrescar un poco la memoria de los olvidadizos del gobierno en turno, hay que recordar que los medios no inventaron el viaje que Alfaro hizo a Cuba en un lujoso jet “prestado” por su amigo Antonio Fonseca –cuando era alcalde de Tlajomulco por el PRD-- y piloteado por un personaje que había estado preso por narcotráfico, el señor Francisco Jaime Madrid Sánchez, quien a la postre se supo tenía nexos con la supuesta propietaria del avión privado, de nombre María Elida Gabriela Rodríguez Beltrán.

Los periodistas tampoco fueron culpables del escándalo que rodeó a Alfaro cuando detuvieron al presunto empresario Sergio Kurt Schmidt Sandoval –acusado de operaciones con recursos de procedencia ilícita-- y cuyo hijo, Kurt Schmidt Díaz, trabajaba en el Ayuntamiento de Guadalajara al momento en que Enrique Alfaro era el alcalde.

Los medios tampoco dijeron mentiras al difundir fotografías de Enrique Alfaro disfrutando de un partido de basquetbol entre Lackers y Pelicans en Los Ángeles hace unos días… ¿O acaso esto también es ser promotores del miedo?

Bajo este escenario, integrantes de la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (AMEDI), capítulo Jalisco, analizan con preocupación los desencuentros entre periodistas y medios de comunicación con el gobernador.

Rosalía Orozco, presidenta del organismo, informa que desde AMEDI ven de una manera desafortunada que el mandatario estatal “tenga esa especie de intolerancia a la crítica, que no esté abierto al escrutinio público”.

Agrega que “al gobernador no le gusta que le hagan preguntas específicas sobre acciones o proyectos que está impulsando; es poco tolerante, de repente tiene reacciones autoritarias”.

ALGUNOS DESENCUENTROS

Difundido por la misma AMEDI, se mencionan a continuación algunos desencuentros de Alfaro con los medios de comunicación:

* Como presidente municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, en junio de 2017, llamó “basura” a los medios impresos de Mural, NTR y La Crónica.

* “Son mamadas y hay que tener cuidado”, le dijo a Ricardo Balderas, del extinto semanario Proceso Jalisco, luego de una publicación sobre las empresas consentidas del mandatario.

* También en 2017, como candidato a la gubernatura de Jalisco, expresó de manera intimidatoria en vivo a los conductores Jorge Octavio Navarro y Mario Muñoz durante el programa “Forma y Fondo”: “Traigo una carpetota”.

* El 1 de febrero de 2019 dijo: “Con todo respeto a esas personas (inconformes) y a tu medio (NTR), no les voy a contestar más por mentirosos”, en respuesta a reportera de ese diario y que consignó en twitter Claudia Manuela Pérez, de Notisistema.

* Días después, ante la pregunta de Elsa Martha Gutiérrez, de Milenio, sobre acusaciones acerca de la operación del programa “Jalisco Respira”, Alfaro Ramírez manifestó que “aquí hay un gobernador serio; puedo no ser de la simpatía de todos, pero ya no voy a contestar estupideces como esa”.

* El 12 de febrero, el gobernador se molestó cuando Claudia Manuela Pérez le preguntó acerca de la percepción ciudadana sobre inseguridad pública: “Sabemos del problema de la percepción, tenemos que construir una ruta distinta, pero imagínense si ustedes como medios de comunicación en lugar de hablar sobre las cifras que estamos presentando nos empiezan a decir que todo está mal…

 

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