El expediente de este asunto es el 704/2016, y a casi cuatro años de haber iniciado el juicio civil ordinario de un simple divorcio, el juzgado ha complicado todo con una supuesta clara tendencia: El favorecer a la cónyuge del señor Marchesin y a los hijos para despojarlo de todas sus propiedades, pues ni si quiera ha concluido la etapa de pruebas de este.
Es un caso para Ripley, pues es raro que un asunto de un simple divorcio se haya retrasado tanto tiempo y la juez titular del Cuarto Juzgado no haya emitido una sentencia al respecto, sólo ha prolongado y extendido el juicio, quizá para cansar al ciudadano estadounidense y éste ceda todo a su familia.
Sin embargo, Peter Marchesin ha luchado como ha podido para no permitir que sus dos hijos, Gabriela Marchesin y Peter Marchesin Vergara, así como su esposa Gabriela Vergara Camarena (cuyo nombre completo es Gabriela del Perpetuo Socorro Vergara Camarena) se salgan con la suya y le arrebaten las propiedades que él tiene no solo en Puerto Vallarta, sino en diferentes partes del mundo.
LA HISTORIA
El 15 de enero de 1970, Gabriela Vergara Camarena y Peter Marchesin se casaron en Guadalajara por el régimen conyugal de bienes mancomunados, y tuvieron dos hijos que nacieron en Estados Unidos, pero con el tiempo, la ambición les ganó tanto a la esposa como a los muchachos –que ahora son personas maduras que tienen entre 35 y 45 años—y como el padre les ha estorbado para poseer el 100 por ciento de las propiedades, decidieron hacerlo a un lado y comenzaron por no respetarlo.
Llegaron al grado de rentar y al parecer vender algunos bienes del señor Peter Marchesin, que además cambiaron a su nombre, para poder obtener dinero sin el consentimiento del papá.
Ha sido tanta la ambición de la señora Gabriela Vergara y sus dos hijos para quedarse con todo, que incluso han cometido graves errores que podrían configurarse en varios delitos, toda vez que la esposa de Peter llevó a los niños –siendo ciudadanos norteamericanos—y los registró como mexicanos en una Oficina del Registro Civil en Guadalajara.
Lo anterior, ilegal a todas luces, lo habrían hecho para disponer de algunos bienes inmuebles que Peter Marchesin adquirió hace muchos años en la zona de playa de la colonia Cinco de Diciembre sobre la calle Uruguay --mediante un fideicomiso-- al aparecer como ciudadanos mexicanos y burlar la ley de inversión extranjera que prohíbe a los foráneos ser propietarios de zonas cercanas a bienes del dominio público de la nación.
De lo anterior incluso hay otro juicio contra funcionarios del Registro Civil de Guadalajara y la misma señora Gabriela Vergara.
REGIMEN CONYUGAL
Así las cosas, y al observar que sus hijos habían cambiado y no le tenían el menor respeto, mucho menos su esposa, Peter Marchesin decidió demandar a Gabriela Vergara y solicitar el divorcio en el año 2016, cuyo caso, como ya señalamos, se radicó en el Juzgado Cuarto de lo Civil de esta ciudad y puerto.
Consciente de que está casado bajo el régimen conyugal, Peter Marchesin comenta que él sin problema entrega el 50 por ciento de sus bienes a su esposa e hijos; “el problema –agrega—es que se quieran quedar con todo y que hayan contratado a un abogado con muy malos antecedentes como Mauricio Borrego –aquél que estuvo en prisión por presunta extorsión en el caso Tomas White—para mandar a intimidarme, a hostigarme con psicólogas que me molestan en mi domicilio y hasta a elaborar constancias psiquiátricas falsas para declararme mentalmente incompetente para tomar decisiones”.
“Hoy, lo que quiero es ver en la cárcel a mi esposa y a mis hijos por todo lo que me han hecho”, comenta con cierta nostalgia el norteamericano.
Pero Peter Marchesin se ha topado con toda una serie de abogados oportunistas y deshonestos de Puerto Vallarta que sólo le han quitado dinero –se presume que lleva gastados alrededor de dos millones de pesos en este juicio tan solo en licenciados--, y con un Juzgado que no imparte justicia, sino que actúa de manera parcial.
LAS IRREGULARIDADES
Prueba de ello, comenta la nueva abogada de Peter Marchesin, es que la juez que lleva el juicio aceptó con inusitada rapidez que la demandada Gabriela Vergara Camarena reconviniera el caso en el mismo expediente al ciudadano norteamericano.
En actuaciones, la señora Gabriela Vergara se declara prácticamente discapacitada, por lo que no sólo exige que Peter Marchesin la siga manteniendo, sino que además le entregue de una vez por todas el 50 por ciento que le corresponde de los bienes y el dinero que esté disponible; y, además, que su esposo también le otorgue el otro 50 por ciento de todo, debido a que él no está bien de sus facultades mentales.
Por ejemplo, la señora Vergara de Marchesin comenta en una de las tantas fojas del expediente: “Necesito cuidados intensivos especializados, operaciones quirúrgicas y ortopédicas por el resto que me queda de vida ya que estoy impedida para deambular y moverme libremente y requiero de ayuda de personas especializadas para hacerlo; y además, los ingresos que obtengo por rentas o cualquier otra índole, son insuficientes para cubrir los gastos que requiero hacer para mantener mi vida lo más saludable posible”
Sin embargo, su hija Gabriela Marchesin pone en predicamento a su propia madre y la exhibe en fiestas y comidas con otro hombre y muy alegre, como se puede observar en las fotografías que acompañan este artículo y que fueron tomadas de Facebook.
En las fotos, arriba están Gabriela Marchesin, Peter Marchesin hijo y Gabriela Vergara. Abajo a la izquierda aparece la señora Gabriela Vergara acompañada de un hombre en una fiesta y a la derecha, la hija en un viaje con un masculino.
LOS NEGOCIOS
No sólo eso, sino que la señora Marchesin y sus hijos obtienen jugosas ganancias por concepto de rentas de fincas que están en zona de playa –rentas que hicieron sin anuencia de su esposo y padre Peter Marchesin--, lo suficiente como para tener una vida decorosa y sin problemas.
Ellos también administran una casa de cambio que está en Plaza Caracol, pero aún así, la señora dice que sus ingresos son insuficientes.
Por cierto, la hija de este matrimonio, Gabriela Marchesin, es dueña del negocio conocido como Artepil –que está ubicado en Plaza Neptuno y tiene dos sucursales, una en Nuevo Vallarta y otra en Tepic--, donde incluso enfrenta una serie de demandas laborales por despidos injustificados y malos tratos a los empleados.
Pero regresando al tema principal de esta columna, es increíble lo que pueden hacer las personas cuando les gana la ambición, ya que la familia de Peter recurrió incluso a una psiquiatra que tiene un consultorio en Las Aralias, para que elaborara una constancia apócrifa donde se declara mentalmente inestable al señor Marchesin –loco pues—para agregar el documento al juicio y así poder quitarle sus bienes al norteamericano.
Y es que en el expediente, la esposa reitera una y otra vez que su marido no está bien de sus facultades mentales como para haberle demandado el divorcio y haber tomado decisiones que involucran la herencia de sus hijos. En otras palabras, si algún juez siguiera este criterio, cualquier persona podría alegar que su cónyuge está loco al momento de pedirle que se separen legalmente, o sea cuando el hombre o la mujer soliciten el divorcio a su pareja, máxime cuando existen bienes mancomunados que valen mucho dinero.
En este caso, recurrir a una psiquiatra a modo fue lo más fácil. Y eso fue lo que hizo la señora de Marchesin para obtener una constancia falsa de que el señor está loco.
LA PSIQUIATRA SILVANA MABBEL, INVOLUCRADA
Se trata de la psiquiatra Silvana Mabbel Núñez Fadda, quien el 30 de noviembre del año 2016, expidió una constancia del estado mental de Peter, pero sin conocerlo ni mucho menos evaluarlo.
Por ello, el 20 de septiembre del año 2017, Peter Marchesin contrató a un notario para acudir al consultorio de dicha psiquiatra, ubicado en la calle Pavo Real 186, para que le explicara cómo es que había expedido dicha constancia sin conocerlo ni revisarlo.
Para descubrir la mentira de Silvana Mabbel Núñez, Peter Marchesin usó otro nombre para obtener la cita con la psiquiatra, a quien le pidió una consulta, pero al estar presente frente a Silvana, le preguntó que si lo conocía… “¿usted me conoce?”, la cuestionó… Y ella contestó que nunca lo había visto.
Inmediatamente después, Peter Marchesin sacó de su maletín sus identificaciones oficiales y se las mostró a la psiquiatra, a quien reclamó el por qué había expedido una constancia falsa, sin conocerlo si quiera y tampoco evaluarlo; que por qué ella había afirmado y firmado que Peter estaba mentalmente mal.
En ese momento, la psiquiatra se puso pálida, le pidió al notario y a Peter que salieran de su oficina, pero al continuar cuestionándola del porqué de su proceder, al final Silvana Mabbel respondió que hizo esa constancia (insistimos, completamente falsa) a petición de la familia de Peter Marchesin, lo cual quedó asentado en un acta debidamente protocolizada ante notario público.
ABUSOS E INTIMIDACION
Por ello, este caso dará para más, ya que existe la presunción de que el abogado Mauricio Borrego se ha extralimitado en este juicio, y ha incluso enviado hombres a hostigar e intimidar a Peter Marchesin a su casa que está cerca de la Administración Portuaria Integral.
También utilizaron a una psicóloga de nombre Susana Olvera, a quien, para contratarla en este juicio, la enviaron a la casa del señor Marchesin para abordarlo en cuanto saliera de su vivienda, cosa que ocurrió, pero el norteamericano no se dejó, al pedirle a la profesionista que mostrara un oficio del juzgado para poder entrevistarlo.
Entrevistada por este medio, Susana Olvera dijo que a ella la iban a contratar para evaluar a Peter Marchesin, pero que al ver como estaban las cosas, decidió no aceptar este trabajo.
Se sabe que Peter Marchesin sufre de síndrome de estrés postraumático porque es veterano de guerra, pero de ahí a que esté loco es muy diferente, y mucho menos que lo quieran declarar mentalmente inestable para despojarlo de sus bienes.