Se estima que hay cientos de personas que se han enganchado con este hombre que sólo se dedica a la usura y que tiene su centro de operaciones en Valle Dorado, donde casi siempre pone a una mujer en la esquina del sitio de taxis para ofrecer préstamos que van de los cinco, seis mil, 10 mil pesos o más, siempre y cuando las personas estén dispuestas a pagarle el 20 por ciento de interés.
De esta manera, este sujeto le puede prestar a usted seis mil pesos, pero le hace firmar un pagaré en blanco y le exige pagos semanales (abonos) de 720 pesos por 13 semanas, es decir, en ese lapso usted tendrá que pagarle nueve mil 360 pesos.
Pero eso es lo de menos, ya que el tal Armando, además de la usura que comete, hostiga a sus víctimas día y noche. Les llama a las 03:00 de la madrugada, a las 04:00, a las 05:00, a medio día, a la hora de la comida, de la cena, etc., peor que los de Banco Azteca o Coppel juntos.
Y no solo eso, sino que también amenaza con embargos y de plano cuando a alguien se le atora un pago semanal, va y lo demanda en los juzgados civiles.
Como sus acreedores casi siempre son personas de condición humilde, muy necesitadas y a veces hasta ignorantes, este sujeto las amenaza con hacerle daño a alguno de sus familiares si no pagan la suerte principal del préstamo más el 20 por ciento de interés.
Armando Adán ya ha sido reportado por amenazas con un comandante Antonio de la policía de Nayarit, pero nada le han hecho.
Por el contrario, tiene a una empleada trabajando con él, de nombre Sandra Isabel Osegueda M, a quien pone con unas tarjetas simples en la mano, acompañada de una pluma, para ofrecer préstamos facilitos, sin requisitos, pero con un alto interés.
Es tan fuerte la actividad de este individuo, que personas que han estado cerca de él afirman que cada semana se lleva a los bolsillos alrededor de 36 mil pesos, 144 mil al mes y un millón 728 mil pesos al año, todo producto de su actividad usurera.